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Mientras el Pontífice se enfoca en la justicia social, los conservadores lo ven con dudas

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La visita papal que arranca hoy en la capital es vista con ojos distintos entre progresistas que apoyan el mensaje del Pontífice enfocado en la justicia social, y entre conservadores que lo observan con dudas.

“La visita del Papa nos traerá nueva vida de muchas formas. Pero también va a ser un momento tenso para los conservadores, que van a intentar callarlo”, dijo la religiosa Simone Campbell, una de las voces más críticas frente a católicos reaccionarios en ese país.

En ese bando, el congresista republicano Paul Gosar, de Arizona, decidió que no acudirá al histórico discurso de Francisco en el Capitolio el jueves, el primero de un Papa ante ambas cámaras del Congreso.

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“Cuando el Papa escoge actuar y hablar como un político izquierdista, entonces debe ser tratado como uno”, escribió Gosar, él mismo católico practicante.

Para muchos observadores, la visita de Francisco también probará que el Pontífice no embona en los moldes políticos estadounidenses, pues defiende la doctrina contra el aborto y el matrimonio gay -ambos legales en Estados Unidos- al tiempo que critica la pena de muerte y la sobrepoblación carcelaria en ese país.

“A veces la prensa quiere etiquetar al Papa de una forma, al otro día lo etiquetan de otro. Pero creo que no funciona así, la Iglesia católica habla desde otra perspectiva”, dijo Jonathan Reyes, de la Conferencia de Obispos Católicos.

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