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¿Héroe o verdugo? La polémica canonización de Junípero Serra

En esta imagen de archivo, tomada el 2 de julio de 2015, visitantes en el Capitolio pasan junto a una estatua del misionero Junípero Serra (centro), ubicada en el Statuary Hall, en el Capitolio, Washington. (Foto AP/Pablo Martinez Monsivais, archivo)
(Pablo Martinez Monsivais / AP)
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Le dicen el “Apóstol de California” por haber llevado el catolicismo a esa región en el siglo XVIII. La canonización de fray Junípero Serra durante la visita papal, no obstante, ha generado tensiones con los indígenas estadunidenses, que consideran al misionero español uno de los grandes responsables de la desaparición de los pueblos originarios a través de sus prácticas evangelizadoras.

El papa Francisco oficiará hoy miércoles 23 de septiembre la primera canonización ocurrida jamás en territorio estadounidense durante una misa especial en la que otorgará la santidad a Serra, tras anunciar que agilizó el proceso eliminando el requisito de demostrar dos milagros por considerarlo un gran evangelizador.

El cardenal Donald Wuerl, arzobispo de Washington, la calificó como “un momento histórico porque será la primera canonización que ocurrirá en Estados Unidos y será un papa del Nuevo Mundo quien lo hará, lo cual subraya más todavía su importancia. Esto ha despertado mucha emoción”.

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La agrupación Tribus Indígenas de California, empero, afirmó en un comunicado que las políticas de Serra “dieron paso a atrocidades contra nuestros ancestros” y que el religioso “no se merece el honor de la santidad”.

El papa argentino ha ofrecido disculpas por los pecados y “crímenes” cometidos por la iglesia durante la época de la conquista y evangelización, en la que los pueblos originarios fueron diezmados.

Pero esa disculpa puede sonar “falsa” si viene seguida de la canonización de Serra, de acuerdo con Jace Weaver, director del Instituto de Estudios sobre Indígenas Estadounidenses de la Universidad de Georgia, quien atribuye al misionero “esfuerzos deliberados para erradicar la cultura nativa”.

“Serra puso en marcha los inicios de un genocidio cultural”, sostuvo Weaver, presidente electo de la Asociación de Estudios Indígenas y Americanos Nativos, en declaraciones a la AP.

El controversial misionero nació en Mallorca en 1713, se entrenó como profesor de teología y recibió en 1767 el encargo de expandir el sistema de misiones católicas desde Baja California, en México, a lo que hoy es el estado de California, convirtiendo a los indígenas que encontrara. En 1769 estableció su primera misión en San Diego y llegó a fundar ocho de las 21 misiones californianas, pese a padecer de una úlcera crónica en una pierna. Murió en 1784.

Durante las décadas siguientes, las enfermedades traídas por los europeos arrasaron con las poblaciones nativas. A los indígenas que se convertían al catolicismo, muchas veces solo para tener acceso a alimento y vivienda, no se les permitía salir de las misiones y como castigos eran flagelados y encadenados.

Grupos indígenas de California han realizado protestas desde que se anunció la canonización, diciendo que Serra debía ser más bien condenado por su papel en la desaparición de las poblaciones originarias a raíz de su campaña evangelizadora.

El profesor de Teología de la Universidad Católica Regis Armstrong negó que la canonización busque negar las experiencias de los indígenas durante la época colonial, y dijo que más bien reconoce las “virtudes heroicas y los sacrificios” de Serra, quien abandonó una acomodada vida académica en Europa por la evangelización del Nuevo Mundo.

“Fue un periodo difícil de la historia en el que los colonizadores españoles usaron métodos anticuados para ejercer su influencia”, escribió Armstrong en su libro “The Franciscan Tradition”.

La Iglesia católica ha lanzado algunas iniciativas en meses recientes, incluidas conferencias académicas celebradas en mayo en el Vaticano y la arquidiócesis de Los Ángeles, para resaltar las virtudes de Sierra ante quienes acusan al misionero de haber logrado la conversión al catolicismo de las poblaciones indígenas con métodos brutales.

El Vaticano insiste en que Serra defendió a los nativos de abusos típicos de la era colonial y lo ve como un modelo para la creciente población hispana en Estados Unidos, ya que le atribuye el haber traído el cristianismo al territorio occidental de Estados Unidos.

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