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Activistas confían en la Corte Suprema sobre alivio migratorio a días de su decisión

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Activistas proinmigrantes viven con ansiedad los días previos a la decisión de la Corte Suprema sobre las medidas ejecutivas del presidente Barack Obama para amparar a por lo menos 5 millones de indocumentados.

“Confiamos en que el Supremo decida escuchar los clamores del pueblo y que acepte esta semana escuchar argumentos legales sobre el tema”, declaró Jorge Mario Cabrera, de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de los Ángeles (CHIRLA).

Por su parte, el director ejecutivo de America’s Voice, Frank Sharry, dijo que si los jueces deciden escuchar la apelación del Gobierno federal en este período, se “abriría la puerta” a la posibilidad de que haya un fallo posiblemente en el verano.

“Obviamente estamos esperanzados en que ese fallo sea favorable”, y se destraben los decretos firmados por el presidente en noviembre de 2014, “amparando a millones de personas”, agregó en una entrevista telefónica.

Para Laura Vázquez, del Consejo Nacional de La Raza, no existirían dudas sobre la constitucionalidad de los decretos presidenciales, y ahora es necesario una decisión del Supremo para comenzar la implementación.

Si el Supremo decide tomar el caso, los argumentos se escucharían en abril y podría haber una decisión en junio, opinó

En cambio, Oscar Chacón, director ejecutivo de Alianza Américas, no fue optimista y consideró que “es imaginable” que el Supremo decida excluir el caso de su calendario para evitar dilemas “jurídicos y políticos”, además de las “implicaciones de cualquier decisión”.

Sobre todo porque ya falló sobre temas que han sido interpretados como victorias políticas del Gobierno, entre ellos la decisión sobre la ley de salud (Obamacare) y el matrimonio entre personas del mismo sexo.

El Supremo ya tiene a consideración este año un portafolio de casos “que seguramente inyectarán dinámicas importantes en la agenda electoral del 2016”, expresó a Efe.

Las medidas de alivio migratorio, que fueron congeladas en la corte por demandas de 26 estados, en su mayoría republicanos, frenarían temporalmente las deportaciones de padres indocumentados, con hijos ciudadanos y residentes legales, y ampararían a más jóvenes soñadores.

Cabrera consideró que es “muy difícil” pronosticar el fallo del Supremo, pero confió en los argumentos que presentará la Casa Blanca para justificar la implementación de los alivios.

Sharry opinó que un revés en el Supremo sería “un duro golpe” a las esperanzas de la comunidad inmigrante, particularmente de los centroamericanos que vinieron al país huyendo de la violencia y ahora enfrentan la deportación.

El activista afirmó que en el caso de no darse “el cuadro óptimo”, si el Supremo no escuche el caso o emita un fallo desfavorable, las organizaciones defensoras de los inmigrantes “mantendrán la lucha en busca de una reforma migratoria, que es la solución permanente”.

“Estamos en año electoral y es el momento de elegir nuevos líderes que velen por los intereses de los inmigrantes”, expresó.

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