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Los beneficios de comenzar la universidad en la preparatoria

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Mis dientes chasquearon cuando, de mala gana, me uní a la multitud, intentando desesperadamente identificar los edificios y encontrar mi clase. Mi corazón estaba a punto de detenerse ante la campana que me informaría que llegaba tarde, pero nunca la escuché. A pesar de que tenía 16 años y comenzaba mi tercer año de preparatoria, en realidad era mi primer día de universidad.

La primavera anterior había decidido inscribirme en un programa de Middle College por el cual los alumnos de 11º y 12º grado asisten a un colegio comunitario para cumplir simultáneamente con los créditos de la preparatoria y de la universidad, con la excepción de dos clases de preparatoria obligatorias que se llevaban a cabo en el campus universitario y que son esencialmente el núcleo del programa. El programa no sólo me ahorró dinero en los exámenes de Colocación Avanzada (AP) y los de Bachillerato Internacional (IB) al ofrecerme al mismo tiempo créditos universitarios, sino también sirvió como una gran transición para ganar experiencia y confianza en las clases universitarias y en la comunicación con los profesores y el personal universitario.

El aspecto académico se volvió inspirador, podía graduarme de la preparatoria con un título de asociado, algo que nunca supe que era posible. Además, la universidad es un ambiente donde las personas no sólo van a la escuela como una transición requerida, sino para su futuro. Durante años pensé que la parte importante era conseguir una calificación de “A” en clase, pero en mi nuevo entorno comprendí que una calificación de “A” no significa nada sin nuevos conocimientos. Al conocer a los estudiantes que se desplazaban de su casa a la escuela todos los días, con diferentes historias de por qué estaban allí, me di cuenta de que la educación es un lujo y la clase se convirtió en un momento intelectual al que anhelaba llegar.

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Los padres y madres solteras, los estudiantes sin fondos para pagar una universidad durante cuatro años, los eruditos de mayor edad y muchas otras vidas únicas e intrigantes se convirtieron en mis compañeros de clase y muchas veces aprendí más de ellos que del plan de estudios. Conocí a gente que invertía más de una hora y varias formas diferentes de transporte público para llegar a clase. Otras tenían tres empleos y además un horario completo de clases. Escuché hablar de sus hijos: el orgullo y la alegría de sus vidas, la razón por la que trabajaban tan duro para un futuro mejor. Fui testigo del mundo, de personas reales que viven sus vidas. Nunca me sentí protegido en la preparatoria, pero de repente estaba en un mundo de adultos y expuesto a las experiencias de otros que yo no sabía que existían.

En el campus de la universidad había ganado mucha más independencia, como la capacidad de ir al baño sin pedir permiso y, aún más crucial, realmente elegir ir a clase. Rápidamente aprendí que la independencia venía de la mano de la responsabilidad, y esto cambió mi mentalidad sobre la escuela. Si bien podía ir a desayunar o dormir más en lugar de asistir a una conferencia -lo cual, honestamente, intenté un par de veces con la emoción de que podía hacerlo y que nadie llamaría a mi mamá- me di cuenta de que con ello perdía mi oportunidad de aprender y, por lo tanto, era un autosabotaje. Que me fuera bien en una clase dependía de mí. El aprendizaje es una elección y en esa experiencia me di cuenta de ello, y elegí.

Hay días en los que desearía poder caminar por el campus como un estudiante de último año de preparatoria y correr en busca de mis compañeros, pero asistir a Middle College siempre será una de las mejores decisiones de mi vida. Mi futuro académico ya no es un tema aterrador y distante, sino que se ha convertido en algo para lo cual estoy preparado y emocionado. Me siento afortunado de que éste sea un programa que permite a los estudiantes de preparatoria avanzar su educación al mismo tiempo que desarrollan sus personalidades. Muchos alumnos no se ajustan a las rígidas directrices que conforman el plantel de la preparatoria, algunos están listos para seguir adelante antes que otros, y hay quienes sólo necesitan algo nuevo. En cualquiera de esos casos, Middle College es una gran opción.

Traducción: Diana Cervantes

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí

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