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El pistolero de Texas había enviado mensajes de texto amenazando a su suegra que asistía a la iglesia que atacó

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El tiroteo masivo en una iglesia de Texas que dejó 26 personas muertas, incluido un niño de 18 meses, puede haber involucrado una disputa doméstica con familiares que estaban en la congregación, dijeron autoridades, al descartar que la religión hubiera sido uno de los motivos.

Devin Patrick Kelley había amenazado a su suegra, que a veces asistía a la Primera Iglesia Bautista en Sutherland Springs, por mensajes de texto antes de atacar la iglesia el domingo.

Pero ella no asistió cuando Kelley, de 26 años y residente del condado de Comal, Texas, ingresó a la iglesia durante el servicio de oración, disparando a los feligreses con un rifle semiautomático Ruger de 5.56 mm. El atacante usó un chaleco antibalas y una máscara negra con un cráneo blanco, dijeron las autoridades.

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Cuando Kelley salió del edificio, fue confrontado por un vecino que se encontraba armado con un rifle AR-15, dijo el director regional del Departamento de Seguridad Pública de Texas Freeman Martin en una conferencia de prensa.

Los dos se enfrentaron en un tiroteo que terminó cuando el vecino disparó a Kelley, lo que provocó que Kelley tirara su rifle y huyera en su SUV.

Mientras los hombres perseguían a Kelley fuera de la ciudad, el sospechoso usó su teléfono celular “para notificar a su padre que había recibido un disparo y que no creía que lo lograría”, dijo Martin.

“Posteriormente, se pegó un tiro”. Su automóvil se salió de la carretera y se estrelló. No estaba claro si Kelley se disparó antes del accidente. Martin dijo que la causa de la muerte de Kelley sería formalmente determinada por un médico forense.

El tiroteo en masa, el más mortal en la historia moderna de Texas, ha lanzado un escrutinio nacional sobre cómo Kelley pudo comprar cuatro armas en los últimos cuatro años en Colorado y Texas después de ser declarado culpable de violencia doméstica por un tribunal militar.

El lunes, el gobernador de Texas Greg Abbott, en una entrevista con Good Morning America, se refirió a Kelley, quien sirvió en la Fuerza Aérea desde 2010 hasta 2014, como “una persona muy trastornada” que exhibió signos de enfermedad mental mucho antes de que fuera dado de baja del ejército por “mala conducta” después de ser sometido a un consejo de guerra por haber agredido a su esposa y a su hijo.

En ese entonces fue sentenciado a 12 meses de confinamiento.

Aunque Kelley solicitó un permiso legal para portar un arma en el estado de Texas, se le negó ese permiso, dijo Abbott. Fue después de que obtuvo un rifle de asalto, dijeron las autoridades.

Los investigadores encontraron un Ruger de calibre .22 y un Glock de 9 milímetros de milímetros en el vehículo accidentado de Kelley.

“En general, si un individuo tiene un despido deshonroso de las fuerzas armadas, tiene prohibido adquirir armas”, dijo Milanowski, y agregó que la ATF aún estaba esperando los registros militares.

Sutherland Springs es una comunidad agrícola rural a unos 35 kilómetros al sureste de San Antonio. Cuando amaneció este lunes,, multitudes de reporteros habían llegado hasta la iglesia, que todavía estaba acordonada con una cinta amarilla de la policía. Una carpa grande había sido instalada afuera.

Los asesinados tenían edades comprendidas entre 18 meses y 77 años, dijeron las autoridades el lunes. Entre las víctimas se encontraba la hija del predicador, Annabelle Pomeroy, de 14 años.

“Éramos una familia muy unida”, dijo su madre, Sherri Pomeroy, quien estaba fuera de la ciudad con su esposo cuando ocurrió el ataque.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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