El repudio hacia Trump no deja de crecer; preocupa propaganda a palabras racistas

Los comentarios del precandidato presidencial estadounidense contra migrantes mexicanos desataron ayer una marcha en la capital del país vecino.

“Me preocupa que los jóvenes están viendo cómo el racismo se vuelve casi normal”, dijo al Washington Post la activista Catalina Talero.

La manifestación se concentró frente al antiguo edificio de correos estadounidense, que Trump rentó en 2013 con la intención de construir un hotel. Según reportes de la prensa local, emplea a migrantes indocumentados para la construcción.

“Es un edificio, pero también un patrimonio histórico. La idea de que Trump es quien lo controla es ofensivo”, agregó Talero.

“Está en un terreno de la gente, y pertenece a la gente. El nombre de Trump sólo representa intolerancia y odio”, indicó, por su parte, el senador local Paul Strauss.

También acudieron a la protesta partidarios del empresario, aunque no cruzaron palabras con los manifestantes.

Al anunciar su candidatura para las elecciones presidenciales de 2016 hace un mes, Trump dijo que todos los migrantes connacionales son violadores y narcotraficantes, por lo que se tendría que construir un nuevo muro fronterizo y el Gobierno mexicano debería pagarlo.

Desde entonces, ha habido varias marchas como las de ayer, además de que varios socios del magnate han roto contacto con él.

Carlos Slim canceló un proyecto conjunto, la tienda departamental Macy’s dejó de vender su ropa, chefs que iban a trabajar con Trump en su nuevo hotel recularon y las televisoras NBC y Univisión rechazaron transmitir programas suyos.

El ex Presidente mexicano, Vicente Fox, también se unió ayer a las condenas y llamó idiota al empresario.

“Le pedimos una disculpa pública, no sólo hacia la comunidad, sino al país. Y queremos que otras personas que hacen negocios con este señor le pongan presión”, señaló el legislador local de Washington, Franklin Díaz.