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Historia: El Don Quijote de la Bicicleta que busca salvar los mares a pedales

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Especial para El Sentinel

Puede que la idea de atravesar los Estados Unidos de costa a costa, pedaleando y concienciando sobre la urgencia de salvar los mares suene ilusorio para muchos, mas no para un hispano de Florida Central, que como un Quijote de nuestros tiempos, montado en su caballo de metal va pedaleando a través del icónico Sendero TransAmérica, en una misión ecológica, en la que de paso, invita a visitar las playas de la República Dominicana.

Se trata del dominicano Raúl René Rodríguez García, de 59 años, quien llegó a Kissimmee en 2009, ciudad donde reside junto a su esposa Fernanda, y sus cuatro hijos, ya mayores de edad.

“Este viaje durará unos tres meses y recorreré unas seis mil millas o diez mil kilómetros— cien millas por día— y mi plan es concienciar sobre el uso de plásticos y el daño que hace a los mares, y promover a la Republica Dominicana como destino turístico, con las playas más lindas del mundo”, explicó Rodríguez en entrevista con El Sentinel poco antes de marchar, recientemente.

“Quiero alertar sobre la necesidad de reducir el uso de plásticos, que no usemos botellas plásticas, ir al supermercado con bolsas reusables, no tirar basura de plásticos en las calles, porque todo va a parar a los mares”, amplió Rodríguez, con la vehemencia del que se siente comprometido con una causa, y el entusiasmo por la aventura que empezaba.

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Conocido entre sus amigos como “el mexicano”, por el linaje azteca que corre por sus venas, es “hijo de una veracruzana con sangre de las Islas Canarias, y de un dominicano”, como él mismo se describe.

El abuelo de barba y bigotes cuidados, luce piernas atléticas y brazos largos y quien por donde quiera que se le mire, con su fisonomía esbelta y delgada, evoca la legendaria figura de Don Quijote de la Mancha, ese clásico de la literatura española que al igual que este vegano, se embarcó en una legendaria aventura impulsado por sus convicciones de construir un mundo mejor.

“Estoy arrancando desde Vancouver, Canadá hacia el Estado de Washington, de ahí a Oregon, de allí a Virginia y desde allí a Key West, en el sur de Florida”, explicó sobre las paradas principales que hará en su travesía por el emblemático Sendero TransAmérica, que atraviesa el país de oeste a este, y que es popular entre senderistas y ciclistas de todo el mundo.

Curtido en los senderos más simbólicos del mundo, como el Camino de Santiago de Compostela, histórica ruta entre Francia y España, Rodríguez también ha dado la vuelta a la isla de Cuba en bicicleta, junto a su esposa Fernanda, y ha participado en tours de ciclismo en la República Dominicana, esta vez empero, su única comitiva son su teléfono celular y su cámara, los Sancho Panzas que le acompañan y que le permiten conectarse con su familia, amigos y compartir sus hazañas y aventuras.

Me motivan mis dos nietos”

— Raúl René Rodríguez García, ciclista

“Es difícil encontrar personas entrenadas, disponibles y dispuestas (a cubrirse sus gastos), agregó Rodríguez, propietario de una línea de camiones dedicados al transporte de acero, y cuyo viaje está siendo patrocinado en parte, por el Ministerio de Turismo dominicano, y por sus propios bolsillos, según declaró.

No es al azar que Rodríguez se interesa en causas sociales y promueve salvar el planeta.

Tampoco que su patriotismo, aun viviendo fuera de República Dominicana lo lleven a querer resarcir las playas dominicanas ante el mundo, que en julio pasado vio con asombro cómo miles de toneladas de basura y plástico cubrieron la famosa Playa Montesinos, en la capita de ese país.

Nieto del general Juan Rodríguez García, uno de los hacendados dominicanos más ricos del país durante la oscura era del dictador Leónidas Trujillo, y quien junto a su hijo, y tío de Raúl, José Horacio organizó, financió y luchó en tres expediciones liberadoras, (Cayo Confites, Luperón y Junio de 1959), según recogen los libros de historia dominicana, lleva el altruismo en su sangre.

“El general Juancito Rodríguez, mi abuelo, Juan Porfirio alias Picho, (su padre) lucharon contra la dictadura de Trujillo y mi tío José Horacio, que comandaba una expedición contra Trujillo”, relata Rodríguez.

“Mi papa fue exiliado a México y allí se casó con una veracruzana y le nacieron seis hijos, la séptima en La Vega, (provincia dominicana)” expone. “Volvimos al país después de la muerte de Trujillo (en 1961).

Rodríguez, vegetariano y deportista tiene además de su patriotismo otra motivación para querer proteger los océanos. “Me motivan mis dos nietos”, dijo sobre su viaje en bici. “Qué le vamos a dejar del planeta, a las futuras generaciones”, se preguntó en una retórica que sonó a preocupación. Y no es para menos.

Los ríos, principal medio por el que llega la basura a los mares, arrastran entre 1.15 a 2.41 millones de toneladas métricas de plástico en los océanos anualmente, según el más reciente reporte de la Fundación The Ocean Cleanup, una organización sin fines de lucro dedicada a la limpieza de los mares, con sede en Nueva York.

“Es crucial que para que nuestro trabajo funcione a largo plazo, los gobiernos y las organizaciones tomen medidas para agilizar los esfuerzos para mitigar las fuentes del problema con el objetivo de resolverlo”, dijo Boyan Slat, fundador de The Ocean Cleanup, al presentar el reporte del estado de los mares y el plástico. Y que cada quien ponga su granito de arenas, dice por su lado Rodríguez.

“Debemos acostumbrarnos a llevar bolsas reusables al supermercado, a tomar medidas diarias que nos permitan contribuir a salvar los mares”, dijo Rodríguez García, que luce la bandera dominicano en su traje de ciclista.

Pasarse tres meses viajando sobre dos ruedas y en solitario es una experiencia única, especialmente para una persona de cierta edad. ¿Cómo lo hace? “Sencillo, primero entrenamiento, eso es importante, preparación y organizarse bien”, respondió Rodríguez García.

Pero también precisa de buena salud, concentración y determinación. Cualidades con las que cuenta este ciclista de Kissimmee, según sus amigos.

“Conozco a Raúl desde que éramos niños”, asegura a El Sentinel, el ingeniero dominicano Ricardo Arzeno. “Él es un hombre que aunque quemó las naves, y se marchó del país, siempre ha mantenido el amor por su patria, tiene una personalidad muy espiritual y cuando se marca un propósito, lo cumple, como esa hazaña extraordinaria para una persona de nuestra edad”, afirma el ingeniero Arzeno.

“Raúl siempre ha sido un hombre dispuesto, de fuertes convicciones y concienciar para un mejor futuro para la patria, para el planeta, es uno de sus objetivos de vida” agregó Arzeno.

Según Rodríguez García, sobre dos ruedas, la vida es más bonita, la gente más amable y el paisaje se disfruta en una integración única que no ofrecen otros medios de transportación.

“Saboreo la vida en la bicicleta. Vas despacio, te permite conocer a la gente, ver la vida desde otro punto de vista”, y asegura que la gente en los distintos lugares que llega es más amable, relajada, no ve en el deportista una amenaza.

De hecho, la gente le abre las puertas de sus casas para que descanse, lo cual hace la travesía menos costosa y la convierte además en un recorrido social, según explica.

“En Europa, y en América del sur es común que la gente abra sus puertas a los ciclistas, ofrezcan habitaciones o que monten sus casas de campañas en los patios algo que también se está popularizando aquí”, señaló Rodríguez García.

Esto es gracias al programa conocido como Warms Showers, “un intercambio mundial de hospitalidad gratuita para ciclistas en recorridos”, según lo describe la Adventure Cycling Association, una entidad sin fines de lucro que busca inspirar a las personas a viajar en bicicleta.

“Yo he recibido ciclistas de Inglaterra, Colombia, de otros lugares en mi casa de Kissimmee”, abundó Rodríguez García.

“Es un programa sencillo, la gente es amable, ofrece lo que puede, a veces una cama, una cena, o el patio donde levantar la casa de campaña. Es lo que voy hacer en mi recorrido”, finalizó diciendo este Don Quijote de la bicicleta quien desde su Rocinante de dos ruedas va expresando de extremo a extremo de Estados Unidos, la importancia de empezar ahora a salvar los mares mediante la disminución del uso de plásticos en nuestro día a día.

Si desea seguirle el rumbo a Raúl Rodríguez visite su cuenta de Instagram y @nariontwowheels, o si desea hacer un donativo para su viaje: trasamerica1959@gmail.com.

Si tiene alguna noticia que reportar me puede contactar vía email a noticias@orlandosentinel.com o llamando al 407-540-4004 / 407-540-5699

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