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Tres cosas que es bueno saber acerca del ‘nuevo’ secretario de educación, John King Jr.

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Es oficial: John King Jr. ya no está actuando. El lunes pasado, el Senado de los Estados Unidos votó 49 a 40 para ratificarlo como el segundo y último secretario de educación del presidente Obama.

En octubre último, el primer secretario de educación de Obama, Arne Duncan, anunció que dejaba el puesto. Obama seleccionó para sustituirlo a King, quien era por entonces adjunto y asesor de Duncan.

En ese momento, el gobierno no tenía planes de buscar su confirmación. Pero en medio de la protesta de algunos republicanos, para quienes tener un miembro del gabinete sin confirmar resulta inexplicable, la Casa Blanca cambió de rumbo y extendió la nominación.

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“Necesitamos un secretario de educación confirmado por el Senado, que sea responsable ante él, de modo tal que la ley ‘No Child Left Behind’ (o ‘Que ningún niño quede atrás’) se implemente tal como fue escrita por el Congreso”, afirmó en un comunicado emitido después de la votación el senador Lamar Alexander, republicano de Tennessee y presidente del Comité de Educación en el Senado.

Aunque King presidirá las escuelas sólo hasta que Obama deje el cargo, en enero próximo, aún tiene un largo camino por recorrer, y muchos temas por trabajar.

Una de las tareas más importantes que deberá realizar en el Departamento de Educación es regular la ley llamada ‘Every Student Succeeds’ (‘Cada estudiante tiene éxito’), sustitución bipartidista de ‘No Child Left Behind’, la ley de educación nacional.

En California, la principal pregunta será si los estados podrán calificar a las escuelas de otra forma y no con número global. El Consejo Estatal de Educación espera que los estados puedan salirse con la suya y dar a los padres y contribuyentes un conjunto de métricas diferentes, en lugar de un número. La ley exige que el estado intervenga en un tercio de las escuelas de peor rendimiento, entre otras, y las autoridades federales probablemente tendrán que marcar un límite en cuanto a si estas escuelas pueden ser identificadas sin una clasificación definitiva de desempeño.

Obama se mostró satisfecho con la confirmación de King. “John seguirá dirigiendo nuestros esfuerzos para trabajar en un preescolar de alta calidad para todos, en preparar a nuestros hijos para la universidad y para una carrera, para que la universidad sea más asequible y para proteger a los estadounidenses de las deudas estudiantiles”, declaró el presidente el lunes, mediante un comunicado. “John sabe cómo la educación puede transformar el futuro de un niño. Lo ha visto en su propia vida”.

¿Quién es John King? Este medio informó acerca de su vida -y su encuentro con exmiembros de pandillas en Los Ángeles- cuando fuera anunciado como secretario de educación por primera vez, en octubre último. A continuación, algunos extractos de ese texto:

1. King recorrió un largo camino para llegar al gobierno, y es distinto a cualquier otro secretario de educación.

“Crecí en Brooklyn”, dijo King, de origen afroamericano y puertorriqueño. “Perdí a mi madre cuando tenía 8 años, y a mi padre cuando tenía 12. Mi padre estaba muy enfermo antes de morir”.

Cuando niño, señaló King, deambuló por las casas de sus diferentes familiares. “Los maestros de las escuelas públicas de Nueva York son la razón por la que estoy vivo”, afirmó. Ellos “me dieron la esperanza, la esperanza de lo que es posible...”.

Su carrera se inició en la enseñanza de CienciasSociales en una preparatoria de San Juan, Puerto Rico, y en Boston. Se convirtió en director de una escuela en Brooklyn, fundó la Roxbury Preparatory Charter School en Massachusetts y, finalmente, fuedirector adjunto en Uncommon Schools, una organización que administra una cadena de escuelas charter en tres estados. Terminó como primer comisionado adjunto, trabajando bajo la dirección de David Steiner, jefe escolar de Nueva York.

2. Se enfrentó a intensas críticas durante su período como comisionado de educación de Nueva York.

King presidió la implementación en Nueva York de los estándares comunes básicos (‘Common Core’), que coincidieron con las nuevas evaluaciones a los maestros por parte del estado. Durante el proceso, los padres se manifestaban en las reuniones realizadas en el ayuntamiento; le gritaban y lo insultaban...

Pero incluso después de las más fuertes de estas conversaciones, comentó [la antigua directora de laJunta de Regentes de Nueva York] Merryl Tisch, King estaba ansioso por escuchar comentarios. A pesar de que las reuniones lo agotaron físicamente, “él manejó la presión extraordinariamente bien”. Tisch afirmó que King nunca se quejó de estas reuniones. “Nunca lo vi explotar, nunca lo vi frustrado”, señaló.

Pero los aprietos empeoraron. En abril de 2014, el gremio Maestros Unidos de Nueva York le dio un voto de “no confianza” a King y pidió su renuncia...

King dejó su posición en esa ciudad en diciembre de2014, para trabajar con Duncan.

3. King visitó Los Ángeles este verano para pasar un rato con algunos exmiembros de pandillas.

Se encontró con una mujer llamada Mariana Ruiz, cuya vía de acceso a la universidad estaba lejos de ser la típica. Ruiz estaba nerviosa de conocer a este “hombre maravilloso, que lucía muy acicalado”.

King había sido enviado a Los Ángeles por el gobierno federal por una serie de razones, entre ellas un pedido para hablar con Homeboy Industries sobre ‘My Brother’s Keeper’. Esteprograma, una iniciativa de la Casa Blanca, estádiseñado para ayudar a nivelar el campo de juego para los hombres jóvenes de color. En Homeboy, una organización de Los Ángeles fundada para recuperar a antiguos miembros de pandillas y potenciales pandilleros, muchos pasaron por la sala y hablaron de sus experiencias con los sistemas de justicia penal y de educación.

King se concentró mayormente en preguntar y escuchar. “Tenemos que centrarnos en lareinserción con éxito [después de la prisión, de vuelta a la sociedad], como lo hace Homeboy, en todo el país”, dijo.

Mientras Ruiz hablaba, King escuchaba atentamente. “Fue muy abierto con nosotros, muy compasivo”, afirmó la mujer. “No hay muchaspersonas que estén dispuestos a escuchar a gente como nosotros. Estamos acostumbrados a recibiruna gran cantidad de reacciones negativas”.

Traducción: Diana Cervantes.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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