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Tercer día de juicio a Arpaio marcado con testimonio de oficial de alto rango

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El juicio por cargos criminales contra el exalguacil del condado de Maricopa Joe Arpaio cumplió hoy su tercer día de testimonios con las duras declaraciones de uno de los oficiales de más alto rango dentro de la unidad encargada de operativos migratorios de esa agencia policial.

El teniente Brian Jakowinicz testificó hoy que cuando se incorporó a la unidad especial en abril del 2012, él nunca estuvo enterado de la orden que prohibía los operativos migratorios emitida en diciembre del 2011 por el juez federal Murray Snow.

El oficial, quien aseguró durante su testimonio que la primera vez que se enteró de la existencia de la orden fue en mayo del 2013, indicó que los oficiales de “alto rango” dentro de la unidad no recibieron nunca ningún tipo de información o instrucciones sobre la orden judicial.

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Jakowinicz aseguró que Arpaio personalmente le ordenó seguir entregado a inmigrantes detenidos a la Patrulla Fronteriza y que cuando lo cuestionó sobre el asunto, éste le respondió: “Yo soy el Sheriff”.

El tercer día del juicio de Arpaio por desacato a las ordenes de un juez federal en un caso de perfil racial en contra de conductores hispanos, celebrado en la corte federal en Phoenix, inició hoy con la decisión de la juez federal del caso, Susan Bolton, de negar la petición de los abogados de Arpaio de solicitar el testimonio del fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions.

La defensa del exalguacil intenta demostrar que Arpaio no entendió correctamente la orden legal del juez federal Murray Snow y que solamente aplicó leyes de inmigración, tal y como lo ha solicitado reiteradamente el Gobierno federal a las instituciones policiacas estatales y locales.

Arpaio enfrenta cargos criminales por haber continuado con sus operativos en las calles deteniendo a inmigrantes bajo sospecha de ser indocumentados, hasta por 18 meses después de la orden del juez Snow.

Pero, el exabogado de Arpaio, Tim Casey, aseguró haberse reunido en varias ocasiones, por un periodo de dos años, con Arpaio a quien aconsejó sobre la orden de la corte y le dijo que debería parar las detenciones.

Casey indicó que la resistencia de Arpaio a cumplir con estos requisitos fue lo que lo motivó a renunciar.

En caso de que fuera encontrado culpable, Arpaio enfrenta una sentencia máxima de seis meses de prisión.

No obstante, expertos legales consideran que aunque sea declarado culpable es muy poco probable que pase tiempo en la cárcel, debido a su edad, su servicio como agente del orden en diversas agencias policiacas y porque su esposa está gravemente enferma.

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