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Demócratas inician su pulso contra el nominado de Trump para la Corte Suprema

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Los senadores demócratas iniciaron hoy durante una audiencia su pulso contra el juez Neil Gorsuch, nominado por el presidente, Donald Trump para el Tribunal Supremo y que ha prometido que, si es confirmado, será un magistrado independiente y “fiel” a las leyes y la Constitución del país.

Gorsuch, de 49 años, compareció hoy por primera vez ante el Comité Judicial del Senado para pedir a los senadores que voten a su favor y le permitan ocupar un cargo vitalicio en el Tribunal Supremo para sustituir al magistrado conservador Antonin Scalia, fallecido en febrero de 2016.

“Soy consciente de mis imperfecciones, pero prometo a cada uno de ustedes y al pueblo estadounidense que, si me confirman, haré todo lo que esté en mi poder para ser un fiel servidor de la Constitución y de las leyes de nuestro país”, dijo Gorsuch, un férreo conservador que cuenta con el apoyo unánime de los republicanos.

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“Cuando te conviertes en juez, solo defiendes una cosa, la ley”, añadió Gorsuch, quien en 2006 recibió el apoyo unánime del Senado para convertirse en juez de la Corte de Apelaciones del Décimo Distrito, una instancia inmediatamente inferior al Tribunal Supremo y con sede en Denver (Colorado).

Durante su intervención, de 13 minutos, el magistrado no hizo referencia a los ataques formulados por Trump contra otros jueces, pero se dirigió al resto de la judicatura del país y agradeció el trabajo a los magistrados que trabajan “con valentía y compañerismo, independencia e integridad”.

Los senadores demócratas han pedido a Gorsuch que se posicione públicamente sobre los ataques de Trump a los jueces que han bloqueado su orden ejecutiva para prohibir temporalmente la entrada a Estados Unidos de los refugiados y de los nacionales de seis naciones musulmanas.

Precisamente, uno de los objetivos de los demócratas en estas audiencias es evaluar la voluntad de Gorsuch para oponerse al poder de Trump, pues el Tribunal Supremo posiblemente tendrá la última palabra en las medidas que el presidente proclame por decreto, como el veto a inmigrantes y refugiados.

Además, durante la audiencia, los demócratas criticaron a Gorsuch por las sentencias que ha emitido a favor de las grandes empresas y que dejan de lado a los ciudadanos.

Para mostrar su simpatía por las empresas, la senadora demócrata Dianne Feinstein mencionó el caso de un camionero, que en 2009 tuvo que parar su vehículo por un fallo en los frenos y, ante las bajas temperaturas, decidió desobedecer las órdenes de su supervisor y abandonar el camión, que no tenía calefacción y no arrancaba.

El camionero recurrió su despido por considerarlo improcedente, pero Gorsuch falló en su contra en agosto de 2016.

“En mi tiempo en el puesto, siempre he tratado de dar el mismo tratamiento a los ricos y a los pobres”, aseguró Gorsuch, quien defendió su objetividad y citó varios de los fallos que ha emitido a favor de personas con discapacidad, presos, trabajadores e inmigrantes indocumentados.

“He fallado también en contra de esas personas”, añadió Gorsuch, que aseguró que en sus decisiones siempre se han guiado por la ley y no por la opinión que tiene sobre quienes buscan Justicia.

Mientras los demócratas retrataron a Gorsuch como un juez frío que interpreta la ley de manera literal, los republicanos elogiaron la preparación del magistrado y se mostraron encantados con algunos de sus fallos, como el que emitió en 2013 en contra de la reforma sanitaria del expresidente Barack Obama.

Para lograr su confirmación, una vez superado el trámite del Comité Judicial del Senado, Gorsuch necesita en el Senado una mayoría de 60 votos, una barrera que podría tener difícil superar debido a que los republicanos tienen una mayoría de 52 escaños en la Cámara Alta y necesitaría el apoyo de varios demócratas.

Ese apoyo podría ser difícil de cosechar porque los demócratas están aún irritados por la decisión de los republicanos de no considerar al nominado para el Supremo de Obama, el juez Merrick Garland, que fue ignorado por los conservadores con el argumento de que no tenía sentido aprobarlo en un año electoral.

Ante esas dificultades, Trump ha pedido al líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, que recurra a la llamada “opción nuclear”, una norma aprobada en el pasado por los demócratas para que se puedan aprobar leyes o nominaciones por mayoría simple con 51 votos, en vez de 60.

El Comité Judicial del Senado volverá a reunirse este martes a las 09.30 hora local (13.30 GMT) y tiene previsto celebrar audiencias hasta el jueves, por lo que el voto en el Senado sobre Gorsuch podría producirse a principios del próximo mes.

Firme defensor de la pena de muerte y opuesto a la eutanasia, Gorsuch aplica la ley conforme a la corriente del “originalismo”, una doctrina judicial según la cual la Constitución de EEUU debe interpretarse como lo harían sus autores del siglo XVIII y no conforme a los cambios de la sociedad actual.

Los demócratas han adelantado que preguntarán a Gorsuch en las próximas audiencias sobre sus ideas sobre el aborto y el derecho a la posesión de armas, unos polémicos asuntos sobre los que no se ha posicionado nunca en sus sentencias.

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