Anuncio

UCLA trabaja para sellar el acuerdo con cientos de estudiantes de recien ingreso

Youlonda Copeland-Morgan, en el centro de la imagen, vicerrectora de administración de inscripciones de UCLA, abraza a la futura alumna Trinity Willard, de 17 años de edad, mientras habla con la madre de la joven, Tanyika, en Crenshaw High. (Rick Loomis)

Youlonda Copeland-Morgan, en el centro de la imagen, vicerrectora de administración de inscripciones de UCLA, abraza a la futura alumna Trinity Willard, de 17 años de edad, mientras habla con la madre de la joven, Tanyika, en Crenshaw High. (Rick Loomis)

(Rick Loomis / Los Angeles Times)
Share

Jarrin Brown, estudiante de último año de Crenshaw High School, quería dejar Los Ángeles para asistir a la Universidad de Wisconsin. Su compañero de clase, el destacado jugador de baloncesto Ramone Wagner, consideraba la posibilidad de jugar básquetbol en un colegio comunitario. Martín Recendez, de Dorsey High School, se estaba decidiendo por UC Merced.

Allí fue cuando conocieron a Youlonda Copeland-Morgan, vicerrectora de administración de inscripciones de UCLA.

La principal evangelizadora del campus de Westwood entregó el pasado jueves una poderosa propuesta a 11 alumnos de Crenshaw y Dorsey, acerca de por qué debían aceptar la propuesta de admisión de UCLA para este otoño. El mes pasado, la casa de estudios envió cartas de aceptación a cerca de 16,000 alumnos de último año de preparatoria, y ahora trabaja para sellar el acuerdo y llenar las 4,350 plazas de primer año.

Anuncio

El año pasado, el 37% de aquellos estudiantes a quienes se les ofreció ingreso aceptaron, una tasa de rendimiento solo superada por UC Berkeley entre los nueve campus universitarios de la Universidad de California.

Copeland-Morgan les dijo a los estudiantes que eran un grupo de estudiosos de élite, seleccionados de entre un récord de 102,000 solicitudes de los 50 estados y de 80 países. También afirmó que merecían asistir a UCLA, que ella describió como una de las 15 mejores universidades del mundo, e intentó aliviar sus preocupaciones de que quizá no podrían adaptarse y sentirse cómodos.

El campus es rico y diverso, aseguró a padres y a alumnos, y más de un tercio de sus estudiantes son minorías poco representadas, personas de bajos ingresos y universitarios de primera generación en sus familias.

Además, remarcó que el profesorado y el personal de primera categoría de UCLA incluyen a personas que les ayudarán a encontrar compañeros con quien relacionarse y a mantenerlos en el camino correcto. “Si vemos a alguno de ellos actuando de forma acelerada, vamos a hablar como si fueran nuestros propios hijos”, aseveró Copeland-Morgan, mientras un padre en la audiencia esbozaba una sonrisa y levantaba su pulgar en señal de aprobación.

Otros miembros del personal hablaron sobre la comida, los tres años de alojamiento estudiantil garantizados, las más de 1,000 organizaciones estudiantiles y el atletismo de élite de UCLA, con sus equipos con 113 campeonatos de la NCAA.

“Han trabajado duro para asistir a una institución de clase mundial”, Copeland-Morgan les dijo a los estudiantes de Dorsey. “Mi meta es hacer que todos ustedes se conviertan en Bruins”.

Al final de la propuesta, Wagner se inclinaba más por la teoría en UCLA que por el baloncesto en un colegio comunitario. Brown parecía menos seguro sobre Wisconsin, y Recendez anunció que se convertiría en un Bruin.

Recendez, hijo de inmigrantes mexicanos con educación primaria, quiere especializarse en ciencias atmosféricas y convertirse en especialista en huracanes. Sin embargo, dijo, nunca se imaginó que fuera lo suficientemente bueno para llegar a UCLA, a pesar de su promedio académico de 4.3, ocho cursos de Colocación Avanzada y su trabajo como defensor de equidad educativa y cadete del Departamento de Policía de Los Ángeles. Pero la presentación de la UCLA lo hizo cambiar de opinión.

“Estaba nervioso acerca de UCLA, porque es tan prestigiosa, y también debido a mi estatus de minoría”, remarcó. “Pero el personal pareció muy amable y dedicado. Puedo verme caminando en el campus como un Bruin”.

Es inusual que los administradores de universidades prestigiosas realicen este tipo de visitas a las escuelas, pero Copeland-Morgan no deja pasar la oportunidad de hacerles una propuesta personal a los estudiantes que pueden ayudar a UCLA a cumplir con su misión de reflejar la diversidad de los californianos.

Tanto la funcionaria como su personal intensificaron las reuniones y reclutaron a profesores para ayudar con lo que ella llama programas “culturalmente relevantes”, que ofrecen a los estudiantes admitidos y a sus familias una idea real acerca del campus. Recientemente patrocinaron el evento “Tu futuro es Bruin”, para estudiantes latinos, ofrecido en español para los padres monolingües y con espacios de juego para los hermanos menores.

“Como institución anclada en la ciudad, UCLA tiene la obligación de contribuir de diferentes maneras en la comunidad”, aseveró Copeland-Morgan. “Esta es mi pasión. Este es mi ministerio”.

El trabajo parece estar dando sus frutos. Desde que la funcionaria se unió a UCLA, en 2011, para revitalizar las estrategias de difusión en el campus, la inscripción y la ayuda financiera, se ha inscripto una mayor cantidad de alumnos admitidos.

El progreso es especialmente sorprendente entre las minorías subrepresentadas. La tasa de estudiantes afroamericanos de primer año se elevó del 44% en 2014 y al 50% el otoño pasado, en gran medida el incremento más alto entre los campus de la UC.

Comparativamente, en UC Berkeley la tasa cayó del 47% registrado en 2014 al 37% el año pasado. La tasa de UC Santa Barbara fue del 23%, y en UC Santa Cruz del 17%.

UCLA también incrementó su tasa para los latinos, del 49% en 2014 al 52% el año pasado, y su tasa de primera generación, del 49% al 54% durante ese mismo periodo.

Copeland-Morgan, quien anteriormente había desempeñado un papel similar en la Universidad de Syracuse, y en los colegios Harvey Mudd y Occidental, aseguró que gran parte del éxito viene de forjar conexiones personales.

En Crenshaw, la funcionaria recibió a los estudiantes con saludos y abrazos, y les dijo que es una exalumna Cougar, quien acaba de asistir a su reunión de 40 años de egresada. Además, les pidió que no piensen en ella como una funcionaria universitaria que intimida, sino como una tía accesible. “Acérquense a nosotros”, les dijo. “Imagínense que por la mañana nos levantamos en pijamas”.

Traducción: Diana Cervantes

Para leer esta historia en inglés haga clic aquí

Anuncio