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Las escuelas charter Celerity, bajo investigación federal, podrían perder su acreditación

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Siete escuelas dirigidas por la organización sin fines de lucro Celerity Group (CEG) se extienden a través de todo el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD). Seis de ellas llevan el sello de aprobación de la Asociación Occidental de Escuelas y Universidades, comúnmente conocida por su acrónimo WASC, una agencia de autorización reconocida por el Departamento de Educación de los Estados Unidos.

El miércoles pasado, la asociación envió una carta a la directora ejecutiva de Celerity, Grace Canada, donde notificó que tras una investigación preliminar había descubierto que la red violaba varias de las políticas de la agencia. La entidad exigió que Celerity proporcionara pruebas para demostrar “por qué no debería negársele la acreditación a todas las escuelas CEG”, según la carta firmada por el presidente de la entidad, Fred Van Leuven.

Fundado por una exempleada del LAUSD, Celerity Educational Group maneja escuelas charter en Los Ángeles hace más de una década. En los últimos años tuvo un alcance nacional y se expandió a Ohio y Florida - donde luchó por hacerse un lugar en el mercado, hasta que finalmente se retiró- a Luisiana, donde hoy en día todavía operan cuatro charter.

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Pero después de años de relativamente poco escrutinio, la red es ahora objeto de dos investigaciones, una por parte del Inspector General del LAUSD, quien examina las denuncias de malversación de fondos públicos, y otra por parte de agencias federales, incluyendo el Departamento de Educación de los Estados Unidos.

En enero, agentes del Departamento de Seguridad Nacional, el FBI y otros organismos allanaron las oficinas de Celerity, así como la sede de una organización sin fines de lucro relacionada, Celerity Global Development, y el domicilio de su fundadora, Vielka McFarlane.

En su informe de los registros financieros del grupo, The Times documentó años de gastos cuestionables realizados por los líderes de Celerity y posibles conflictos de interés.

Ninguna persona en Celerity, incluyendo a McFarlane, fue acusada de un delito derivado de las operaciones de las escuelas. Los líderes de la organización, en repetidas ocasiones, han defendido la administración y las decisiones financieras de la red como perfectamente legales y típicas de las escuelas charter, las cuales son operadas de forma privada y reciben fondos públicos.

En su carta a Celerity, WASC criticó a la red por no alertar a la asociación en forma “oportuna” sobre la investigación y redada federal. Las políticas de la asociación requieren que las escuelas informen cualquier “cambio significativo” dentro de 30 días. También cuestionó la ética y el compromiso de la organización para divulgar plenamente la información sobre sus operaciones.

Dentro de la carta de WASC se incluyó una lista de solicitudes de información detallada sobre las finanzas de Celerity y la implicación de McFarlane en la red charter. En la carta se le pidió a Celerity que lleve a cabo una auditoría independiente para determinar si la organización es financieramente estable y si se atiene a las leyes estatales y federales.

“Con base a la información disponible, la comisión considera que la integridad de las escuelas CEG ha sido gravemente socavada”, señaló la nota. WASC le dio a Celerity hasta el 2 de junio próximo para proporcionar la información solicitada. Van Leuven no respondió a la solicitudes de comentarios de este medio.

Celerity afirma que notificó a la asociación sobre la investigación federal y le proporcionó a The Times una carta con fecha del 30 de enero pasado, menos de una semana después de la redada, en la cual informó a WASC que agentes federales habían decomisado documentos de sus oficinas.

“Tan pronto como nos enteramos del comienzo de esta investigación, notificamos a WASC al respecto y le dimos seguimiento con llamadas e información sensible a las preocupaciones de la asociación, incluyendo una correspondencia del 30 de enero”, aseguró la red en una declaración escrita proporcionada por un consejero de relaciones públicas.

“Continuamos con este esfuerzo y trabajaremos con WASC teniendo en cuenta sus preocupaciones, para asegurar que nuestras escuelas sean reconocidas por la educación de alta calidad que proporcionan, no por los rumores e insinuaciones”.

La acreditación es importante para las preparatorias, ya que muchos colegios, universidades y programas de becas prefieren o requieren que los alumnos tengan diplomas de instituciones acreditadas. Para las escuelas K-8 como las dirigidas por Celerity, la pérdida de la acreditación no tiene ramificaciones inmediatas. Conseguir el sello de aprobación de una agencia externa es opcional.

“Es básicamente sólo una cosa de estatus”, afirmó Robert Perry, coordinador administrativo de la división de escuelas charter del LAUSD. Pero el distrito escolar sí toma en cuenta la acreditación al decidir si renueva una escuela charter por otro término de cinco años. “Que WASC haga eso es una señal de que algo debe estar mal. Eso es bastante raro”, expresó Perry. “Atrae una atención no deseada sobre la escuela”.

A pesar de las preguntas que rodean el funcionamiento de Celerity, la red está decidida a abrir dos escuelas nuevas el año próximo. El viernes pasado, el Departamento de Educación de California emitió una recomendación para que la Junta de Educación del estado renueve dos de las escuelas existentes de Celerity, a las cuales el LAUSD se negó a conceder otro término de cinco años. La recomendación exige a su vez como condición que Celerity acuerde entregar a los funcionarios estatales más información sobre su funcionamiento interno.

Traducción: Diana Cervantes

Para leer este artículo en inglés, haga clic aquí

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