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Suspensiones escolares en California disminuyen; los estudiantes afroamericanos son los más castigados

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El Tablero Escolar de California puso un nuevo foco en las tasas de suspensión, utilizándolas como un indicador para determinar el grado de desempeño de cada escuela.

La atención puesta sobre las suspensiones llega después de años de activismo e investigación que muestran que dicha mecánica es costosa, puede llevar a la deserción de los estudiantes y ser injusta, porque los maestros a menudo tratan a los diferentes grupos de alumnos de forma distinta.

Como resultado de esas preocupaciones, en 2014 California aprobó una ley que prohibió las suspensiones por “desafío intencional”, una infracción mal definida que les otorgaba a los profesores amplias facultades discrecionales. Algunos distritos, entre ellos el Distrito Escolar Unificado de Los ángeles (LAUSD), animaron a las escuelas a utilizar programas de “justicia restaurativa” en lugar de sacar a los estudiantes del salón de clases, algo que ha generado opiniones mixtas entre los maestros.

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Estas políticas han disminuido en forma dramática las suspensiones. Pero si bien ahora hay menos alumnos suspendidos, el estado todavía debe resolver la cuestión de la equidad, reveló un nuevo informe.

Tom Loveless, miembro emérito de Brookings Institution, un grupo de expertos con sede en Washington, D.C., descubrió que en 2012 las escuelas públicas de California registraron 539,134 suspensiones. Para 2015, ese número había bajado a 334,649.

Las tasas de suspensión disminuyeron para todos los grupos étnicos durante ese período: para los estudiantes afroamericanos, se redujeron en un 24.3%. Pero ese mismo año, a pesar de que los alumnos de este último grupo representaron apenas el 6% de las inscripciones en las escuelas públicas del estado, se enfrentaron al 19.8% de suspensiones*. También tuvieron una tasa de suspensión del 17.8%, en comparación con un 5.2% para los hispanos, un 4.4% para los blancos y 1.2% para los asiáticos.


Loveless indagó aún más y encontró que el problema se concentraba en poco menos de un tercio de las escuelas. Aquellas que tenían una tasa de suspensión alta para los alumnos afroamericanos -que él define como del 5% o más- eran principalmente escuelas más grandes y secundarias. También eran mayormente centros educativos con mayor concentración de estudiantes del mismo grupo.

¿Por qué?

“Tal vez estas escuelas se encuentran en vecindarios muy pobres y con concentración racial, donde la seguridad puede ser motivo de preocupación”, expuso Loveless. “No sabemos exactamente los motivos”.

Russ Skiba, profesor de psicología escolar en la escuela de educación de la Universidad de Indiana, sostuvo que ese hallazgo es consistente con estudios previos y refleja una teoría conocida como “amenaza racial”. La idea, señaló, es que debido a la amenaza percibida por las mayores concentraciones de estudiantes afroamericanos, este tipo de escuelas son más propensas a tener más oficiales de seguridad y mayores tasas de castigo, dijo Skiba.

En tanto, Loveless señaló que mientras gran parte de la reforma de la disciplina se ha centrado en los estudiantes que cometen ofensas, sus interrupciones afectan a sus compañeros. Por ello, el especialista propone abordar las disparidades en las tasas de suspensión a través de la reorganización de las escuelas. Las clases más pequeñas y la integración, expuso, reducirán las brechas en las suspensiones.

El informe de Loveless se conoció sólo semanas después de que los investigadores Russell Rumberger y Daniel Losen, de la Universidad de California, quienes siguieron a un grupo de estudiantes de este estado, publicaran un informe que halló que las suspensiones causaron una caída de 6.5 puntos porcentuales en las tasas de graduación. También descubrieron que un solo grado de estudiantes que se enfrentan a altas tasas de suspensión podría costarle al estado $2,700 millones de dólares en justicia penal y costos sociales durante sus vidas.

“El efecto de las suspensiones es más severo en los estudiantes afroamericanos”, expuso Skiba. “Si estamos buscando tener igualdad económica en nuestra sociedad, entonces reducir las suspensiones y los costos ocultos asociados con ello ayudará a largo plazo”.

* Debido al tamaño pequeño de algunas escuelas o a sus características alternativas, el análisis de Loveless incluyó 7,180 instituciones, o el 87% de los 6.2 millones de estudiantes de K-12 de todo el estado.

Traducción: Diana Cervantes

Para leer este artículo en inglés haga clic aquí

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