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Un juez de Texas bloqueó temporalmente la norma transgénero sobre el uso de baños en las escuelas

Un baño de género neutral en Santee High School, en California.

Un baño de género neutral en Santee High School, en California.

(Barbara Davidson / Los Angeles Times)
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Un juez federal en Texas impidió temporalmente al gobierno de Obama hacer cumplir las nuevas pautas que permitirían a los estudiantes transexuales usar los baños y vestidores según su identidad de género.

Reed O’Connor, un juez de distrito en Fort Worth, se alineó con Texas y otros 12 estados para pedir un interdicto preliminar aduciendo que el gobierno no había seguido la ley federal al emitir su directiva respecto de los estudiantes transexuales, en mayo pasado, y que el Título IX, la ley que prohíbe la discriminación de género en programas de educación con fondos federales, es “no ambiguo” en su definición del sexo según se determina al momento del nacimiento.

El fallo de O’Connor, emitido el domingo en la víspera del primer día de clases para muchos estudiantes en Texas, se aplica a las escuelas de todo el país. “Este caso presenta la difícil cuestión de equilibrar la protección de los derechos de los estudiantes y el derecho a la intimidad cuando se utilizan los baños, vestidores, duchas y otras instalaciones íntimas de las escuelas, mientras se asegura que ningún alumno sea marginado innecesariamente”, escribió O’Connor en su sentencia de 38 páginas. “La resolución de este difícil problema no es, sin embargo, el tema de esta orden”.

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O’Connor, quien fue nombrado por el presidente George W. Bush en 2007, afirmó que el gobierno federal no había cumplido con la ley de procedimiento administrativo al evitar su proceso de notificación y comentario y emitir directivas que “contradicen la legislación vigente y el texto regulatorio”.

Los funcionarios federales habían argumentado que la palabra “sexo” en las leyes antidiscriminación comprende la identidad de género. Pero O’Connor respondió que el Título IX “no es ambiguo” y define el sexo como “las diferencias biológicas y anatómicas entre los estudiantes masculinos y femeninos según lo determinado en su nacimiento”.

Sin una orden judicial de las directrices federales, argumentó O’Connor, las autoridades locales estarían “en posición de mantener sus políticas actuales, enfrentándose a la visión del gobierno federal de que están violando la ley; o podrían cambiar para cumplir con las directrices y ceder su autoridad sobre este tema”.

Sin embargo, los abogados de los grupos de apoyo transgénero advirtieron el lunes último que esta orden no dio luz verde para ejercer políticas discriminatorias en las escuelas. “Las escuelas no están obligadas a discriminar en contra de los estudiantes transgénero”, señaló Paul Castillo, un abogado de Lambda Legal, en Dallas. “De hecho, ellos mismos habrán de enfrentar demandas si continúan discriminando a los estudiantes transexuales”.

La decisión de Texas representa parte de una reacción creciente, sobre todo en el sur y el medio oeste, contra la amplia interpretación del gobierno de Obama del término “discriminación sexual” para incluir la discriminación contra las personas sobre la base de su identidad de género elegida.

En mayo, el Departamento de Justicia demandó a Carolina del Norte por su ley estatal que requiere que las personas usen los baños públicos que coinciden con el sexo según su certificado de nacimiento. Unos días más tarde, la administración de Obama emitió una serie de directrices a las escuelas públicas en todo el país, estipulando que debían permitir a los alumnos acceder a instalaciones diferenciadas por el sexo conforme la identidad elegida por los niños.

El interdicto preliminar es una victoria para la coalición de 13 estados que desafiaron la directiva federal, argumentando que permitir a los alumnos utilizar el baño correspondiente a su identidad de género viola el sentido común y amenaza la seguridad de los estudiantes. En su denuncia, los abogados de los 13 estados argumentaron que la inclusión por parte de los funcionarios federales de “identidad de género” es extralimitarse, es ir más allá de la intención original del Título IX de las Enmiendas de Educación de 1972, convirtiendo a las escuelas y los lugares de trabajo en “laboratorios para un experimento social masivo”.

“Nos complace que el tribunal haya fallado en contra de la última extralimitación ilegal de la administración Obama”, aseguró el lunes Ken Paxton, el fiscal general de Texas, en un comunicado.

El fiscal general de Alabama, Luther Strange, celebró el fallo como “una victoria para los padres y los niños en toda Alabama”. Después de unirse a la demanda para evitar que las escuelas de ese estado fueran “obligadas a renunciar a sus políticas de acceso a baños para los experimentadores sociales de Washington”, señaló Strange, Alabama mantendrá sus políticas actuales acerca de baños y vestidores.

Mientras tanto, grupos de derechos civiles expresaron su preocupación de que el fallo de O’Connor pudiera confundir a los distritos escolares.

Cinco organizaciones que presentaron un breve informe legal amicus en la demanda -entre ellas Lambda Legal, la American Civil Liberties Union y ACLU de Texas- sostuvieron en un comunicado que O’Connor podría deshacer años de precedentes jurídicos que establecen que los estudiantes transexuales tienen derecho a no ser discriminados.

Aunque es posible que el fallo de O’Connor no tenga “ningún efecto” en la otros tribunales o abogados que representan a personas transgénero para seguir confiando en las interpretaciones del gobierno federal del Título IX, éste podría “confundir a los distritos escolares que simplemente están tratando de apoyar a sus estudiantes, incluidos los alumnos transexuales”.

“Así que vamos a dejarle en claro a esos distritos”, afirmaron los grupos en un comunicado, “que sus obligaciones bajo la ley no han cambiado y todavía no sólo es permitido, sino además necesario, tratar a los estudiantes transexuales justamente”.

El fallo parece entrar en conflicto con la decisión de la Corte de Apelaciones del Cuarto Circuito de los Estados Unidos, que se alineó con Gavin Grimm, un estudiante transgénero de una preparatoria en Virginia, quien nació como una mujer pero que se identifica como hombre. En ese caso, el tribunal dictaminó en abril pasado que el Departamento de Educación podría incluir la identidad de género como una de las categorías comprendidas en el Título IX. El tribunal de apelaciones argumentó que, debido a las ambiguas reglas del gobierno sobre qué significa “basada en el sexo”, la corte sostenía la visión del gobierno sobre la identidad de género.

La Suprema Corte de los Estados Unidos otorgó temporalmente una estancia de emergencia de ese fallo este mes, hasta que pueda considerar la solicitud de apelación de la Junta Escolar.

El alcance del fallo en Texas del domingo pasado -un juez emite una medida cautelar que se aplica en todo el país- es raro, según los expertos legales. “Los jueces de distrito raramente hacen eso”, señaló Carl Tobias, profesor de derecho en la Universidad de Richmond, en Virginia. “El alcance de su fallo es generalmente dentro del propio distrito”.

Sin embargo, O’Connor estipula que su fallo no afecta a los estados que autorizan a las escuelas a definir “sexo” de modo de incluir la identidad de género. “Los estados que no quieren estar cubiertos por este amparo, fácilmente pueden evitarlo por la ley estatal que reconoce la naturaleza permisiva”, escribió O’Connor. “Por lo tanto, sólo se aplica a aquellos cuyas leyes indican separación. Los distritos que quieran seguir la directriz federal pueden hacerlo”.

Castillo y otros expertos legales señalaron que, probablemente, el Departamento de Justicia apelará ante la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de los EE,UU. y, en su defecto, irá a la Suprema Corte. “Un juez en medio de Texas no va a definir la cuestión para todo un país”, sostuvo Castillo. “Este es un tema que veremos planteado en los tribunales toda la nación”.

Aun así, algunos observadores legales creen que es poco probable que la Suprema Corte, que es normalmente cautelosa en cuestiones legales y actualmente está compuesta por sólo ocho miembros, revise en un futuro inmediato las políticas de los baños en las escuelas. “No sé si la Suprema Corte querrá opinar sobre este tema en este momento”, afirmó Tobias. “Mi sensación es que podría dejar pasar algunos de estos casos, dejar que todo se filtre por el tamiz de los Tribunales de Apelaciones y luego tomar algún tipo de decisión”.

Traducción: Diana Cervantes.

Si desea leer este artículo en inglés, haga clic aquí

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