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Aprenden un segundo idioma, mientras conocen sobre las ciencias y la naturaleza

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Michael Escamilla creció escuchando inglés y español en su hogar. Sin embargo, al paso del tiempo sus padres decidieron enfocarse en enseñarle inglés y este perdió su segundo idioma.

Hoy en día, el padre de familia señala que le hubiera gusta aprender los dos lenguajes para enseñarle a su hijo de dos años de edad y ayudarle en su desarrollo mental e inclusive su futuro.

“Lamentablemente mi español no es muy fluido. Puedo entender lo que dice la gente, pero no puedo hablar muy bien. Me he dado cuenta que también he perdido varias oportunidades de trabajo por no saber español al 100 por ciento y no quiero que eso le suceda a mi hijo”, dice Escamilla.

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“Quiero darle al niño ese regalo de hablar más de un lenguaje, especialmente aquí en California, donde es sumamente necesario para interactuar con la gente”, agrega.

Ahora Escamilla ha decido unirse a los miles de padres de familia que en toda la nación buscan escuelas o programas especiales con inmersión lingüística para sus hijos.

Las escuelas de inmersión lingüística no son nada nuevas, pero la última década se están expandiendo muy rápido en Estados Unidos porque los mismos padres están buscando esa educación para sus hijos, dice Janet Daly, fundadora de Language Garden Preschool en el área de Mid-Whilshire, en Los Ángeles.

“Por ejemplo, cuando yo quise que mis hijos aprendieran un segundo lenguaje, busqué un kínder y no encontré muchas opciones porque las que encontré no tenían la enseñanza extra que ayuda al desarrollo mental de los niños, así que yo opté por abrir mi propio kínder un verano del 2010”, dice Daly.

El plantel ofrece inmersión lingüística en francés y español mientras incorpora las ciencias, la tecnología, ingeniería, arte y matemáticas al aprendizaje.

“Toda esta integración permite que el niño aprenda mucho más rápido el lenguaje, de forma más fácil y lo conserve mientras aprende cómo funciona la naturaleza o la mecánica del ambiente donde se desenvuelve”, dice Daly.

Lenguaje Garden Preschool empezó con cinco estudiantes. Ahora la escuelita tiene unos 50 alumnos cualquier día de la semana.

“Aprender un nuevo lenguaje no es siempre fácil, pero entre más temprano introduzcamos a los menores a otro idioma, esto es mucho mejor”, dice Daly.

En el kínder de Daly se puede observar a los menores aprendiendo ingeniería al estabilizar un edificio para soportar un terremoto, hasta conociendo el efecto de una semilla creciendo en diferentes ambientes e inclusive la función de una plomería.

A los padres que buscan un segundo o hasta un tercer lenguaje para sus hijos, se une también Patricia Lara, una residente de Los Ángeles, que busca activamente una escuela para su niña de tres años de edad.

“El aprender otro idioma no es la moda, es otra necesidad. Mi hija sabe inglés y español, pero quiero que aprenda otro idioma. En mi casa todos mis hijos son bilingües y siempre les he impulsado a no perder ese avance sobre los demás”, dice Lara.

Según estudios, cuando un menor aprende otro lenguaje, este aumenta su habilidad de pensar críticamente, su creatividad y flexibilidad mental.

“El cerebro de un niño es como una pequeña esponja que absorbe todo a su alrededor. Y si se les enseña otro lenguaje a través de figuras, colores, formas y permitiéndole participar en actividades, esta esponja conserva ese mensaje nuevo”, según la sicóloga Érica Torres, experta en aprendizaje cognitivo.

“Un lenguaje extra también ayuda a los menores a hablar más rápido, saber pronunciar las palabras mejor así como captar el acento del lenguaje que está aprendiendo. Esto sin contar la oportunidad que tiene para socializar con personas de otras culturas y ser más sensible a estas”, agrega Torres.

EL DATO

Language Garden Preschool

1067 S Fairfax Ave, Los Angeles, CA 90019

Phone:(323) 930-1527

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