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Proponen colores para calificar el rendimiento de las escuelas

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En California, durante los últimos 15 años es un número el que indica a los padres qué tan buena es la escuela de su hijo.

Sin embargo, ahora el estado está en proceso de redefinir el sistema de calificación para sus escuelas públicas de forma tal que sea transparente para los padres y mucho más precisa que con puntuaciones. Los cambios llegan luego de que el sistema numérico, llamado Índice de Rendimiento Académico (API, por sus siglas en inglés) fuese suspendido, y mientras el estado intenta cumplir con la ley ‘Every Student Succeeds’, con la que el gobierno federal sustituyo la norma anterior, ‘No Child Left Behind’.

La última propuesta, presentada en una reunión de la Junta estatal de Educación, en Sacramento, es «el modelo California», una muestra de 17 cajas de colores que resumen cómo se desempeña una escuela en diferentes categorías, como por ejemplo Matemáticas o Preparación Vocacional, tanto en términos del estado actual y en cuanto a su progreso.

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La clasificación de desempeño se basa en indicadores establecidos por las leyes estatales y federales, así como las que son evaluadas bajo la nueva fórmula de financiación para las escuelas.

Aunque los funcionarios advirtieron que el proyecto era preliminar, éste produjo un largo debate acerca de los gráficos y generó que, por ejemplo, un miembro de la Junta pidiera alejarse de los colores con tintes color pastel.

Una escuela en rojo en el área ‘Graduación’ significa que muchos estudiantes están desertando; el mejor rango de color allí sería el azul. Para entender lo que significa cada tono en una determinada categoría, los padres pueden referirse a una “tabla de búsqueda”, una cuadrícula de 25 casillas de colores que explica más detalladamente lo que significa ser etiquetado con determinada tonalidad.

Eric Crane, diseñador de la maqueta de la WestEd, una firma consultora sin fines de lucro, presentó una serie de diapositivas que muestra cómo el progreso de cada año no siempre mejora la situación de color de la escuela. “No hay ningún rendimiento oculto que cause un motivo de preocupación”, señaló. Los objetivos a corto y largo plazo, dijo, serían que las escuelas “lleguen al verde”.

La nueva ley federal requiere que los estados hagan una “distinción significativa” entre las escuelas que funcionan mejor y peor, y el gobierno federal propuso reformas que requerirían que cada institución obtenga una calificación global. Sin embargo, la propuesta presentada el miércoles no proporciona una calificación global de cada escuela de California. La Junta votó para enviar una carta a las autoridades federales que incluyen sus comentarios sobre los reglamentos.

La muestra -que según los miembros de la Junta es la precursora de un sitio web que contiene mucha más información- fue objeto de un debate de horas de duración. Es también producto de meses de debate sobre cómo representar mejor lo que sucede dentro de las escuelas, después de años de usar un único número, que en gran medida se basa en los puntajes de exámenes estandarizados.

Pero algunos dijeron que el sistema de colores propuesto se había convertido en algo demasiado complejo, producto del esfuerzo por incluir más factores en la clasificación. “Varios aspectos de la última versión parecen excesivamente complicados”, afirmó Patty Scripter, vicepresidente de PTA del estado de California. “Animamos a la Junta a que haga una prueba piloto con los padres, acerca de las palabras y los colores”.

Gabe Rose, jefe de estrategia del grupo Parent Revolution, que ha ayudado a los padres a cambiar la administración en muchas escuelas públicas, expresó: “Nuestra preocupación número uno sigue siendo saber si el sistema es fácilmente utilizable para todas las familias. Por desgracia, ahora creemos que la respuesta es no”.

Mike Kirst, presidente de la Junta de Educación estatal, señaló que aún hay tiempo para refinar el diseño.

Education Trust-West, un grupo activista en California, envió el Departamento estatal de Educación una carta donde informaron de sus “preocupaciones y preguntas sobre cómo funcionan estos muchos indicadores y puntos de datos”. La nota también sostuvo que no está claro funciona la evaluación de la fórmula de financiación local con la herramienta de reporte estatal. El grupo propuso su propia boleta de calificación para los padres, la cual incluye una nota global.

En mayo, la Junta de Educación votó sobre muchos componentes que se incluirán en la boleta de calificación de la escuela: resultados de las pruebas de Matemáticas e Inglés así como el progreso en los exámenes, las tasas de graduación de preparatoria, las tasas de suspensión, las medidas de preparación para ir a la Universidad, absentismo crónico y la rapidez con la que los estudiantes aprendices del idioma inglés están absorbiendo el idioma.

También el miércoles, la Junta votó para aprobar los detalles sobre varias medidas más acerca de cómo las escuelas deben ser evaluadas, incluyendo una de preparación para la universidad y de preparación vocacional, que toma en cuenta las calificaciones de los exámenes del onceavo grado. Además, aprobó el uso de sondeos sobre el “clima escolar”, una medida que apunta a conocer qué tan seguros se sienten los estudiantes en la escuela, y la inclusión de un “informe de equidad”, que señala cómo las entidades educativas trabajan con grupos específicos de estudiantes, como los minoritarios.

La Junta tiene previsto votar sobre un plan final en septiembre próximo.

Mientras el debate continúa, un grupo de unos 50 estudiantes, organizado por Californians for Justice, esperaba fuera del edificio del Departamento de Educación y se turnaban para hablar acerca de qué querían de la Junta. “Gobernador Jerry Brown”, dijo un alumno, “tiene usted un papel muy importante al trabajar con los estudiantes para cerrar la brecha educativa. Le pedimos que crea en nosotros”.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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