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El aumento de las admisiones locales en UC generó euforia en los estudiantes de California

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Después de cuatro años de trabajo agotador, había llegado el momento. María Contreras, una estudiante Senior en Hollywood High School, se reunió con su familia alrededor de su computadora para revisar su bandeja de correos electrónicos. Allí estaba; sólo tenía que hacer clic.

“Felicidades”, decía el correo electrónico con fecha 18 de marzo. “Es un gran placer ofrecerle la admisión a UCLA para el otoño de 2016”.

María gritó. Sus hermanos lloraron. Su madre, una inmigrante mexicana cuyo sueño había sido durante mucho tiempo ver que uno de sus tres hijos asistiera a la reconocida escuela de Westwood, comenzó a llorar.

María fue uno de los 66,123 estudiantes de preparatoria en el estado admitidos en uno de los 10 campus de la Universidad de California para el trimestre de otoño de este año. La cifra marca un aumento del 15% respecto a 2015, según datos preliminares que el lunes dio a conocer UC. El incremento de 8,488 ofertas de admisión para californianos es el mayor registrado desde que UC comenzó a llevar un seguimiento de este tipo de datos, en 1994.

Las ofertas a las minorías subrepresentadas crecieron de manera significativa. Los latinos pasaron de 16,608 –el año pasado- a 22,704, lo cual representa el 32% del total de la clase admitida. La admisión de afroamericanos creció a 3,083, comparado con 2,337 en 2015; esto representa aproximadamente el 4.7 % de todos los estudiantes de primer año. En tanto, el número de ofertas para asiáticos americanos y blancos también aumentó el año pasado. Sin embargo, su participación en el total de lasclases a las que fueron admitidos se redujo ligeramente al 25% para los blancos y al 34.3% para asiáticos americanos.

El anuncio se produjo en medio de feroces críticas surgidas después de una auditoría estatal, que arrojó que este sistema universitario de 10 campus daña a los estudiantes californianos, particularmente a las minorías infrarrepresentadas, al admitir demasiados solicitantes de otros estados y países. La auditoría urgió poner un límite al número de no residentes y aplicar normas de elegibilidad más estrictas para con ellos.

Pero también se incrementó la oferta para estudiantes no residentes, que alcanzó los 32,799 cerca de un 8.9% más que el año pasado. Los tres campus más populares -UCLA, UC Berkeley y UC San Diego- pusieron un límite al número de estudiantes foráneos y la tasa de inscripción se redujo ligeramente a 53.7% este año. En cambio, la cantidad de californianos aceptados aumentó al 62.7% de los solicitantes. De los que ingresaron, el 43% serán los primeros en su familia en asistir a la universidad.

En total, UC amplió el número de estudiantes de primer año al ofrecer ingreso a 98,922 alumnos, frente a los 87,759 del año pasado. Los datos son preliminares y pueden cambiar, tal como señaló una portavoz de la Universidad de California. Además, la información acerca de los estudiantes transferidos de otras instituciones y de cada campus individual aún no se ha dado a conocer.

“Hemos intensificado nuestros esfuerzos para impulsar la matriculación de los californianos y todo indica que están funcionando”, expresó Napolitano en un comunicado de prensa emitido el lunes. “Nuestro compromiso con los estudiantes de California nunca ha vacilado, incluso a través de la peor crisis financiera que hemos vivido desde la Gran Depresión. Ahora, con fondos adicionales del estado, podemos inscribir a más estudiantes del estado”.

Napolitano había calificado los hallazgos de la auditoría como injustos. La funcionaria señaló que, en los últimos ocho años, la UC triplicó el número de inscriptos no residentes para que los ingresos extra por sus matrículas -unos $728 millones durante ese período- pudieran compensar los enormes recortes presupuestarios. Después de la recesión de 2008 y hasta 2011-2012, UC perdió cerca de $1,000 millones -un tercio de su financiación estatal-. Desde entonces, el estado ha proporcionado más de $3,000 millones con nuevos fondos.

Más aún, gracias a un acuerdo con el gobernador Jerry Brown y la Legislatura para obtener $25 millones estatales adicionales, UC acordó admitir a 5,000 californianos más este año, para el otoño de 2016.

El aumento de las admisiones locales puso eufóricos a los estudiantes con planes de asistir a alguno de los campus de la Universidad de California en todo el estado. Muchos festejaron su aceptación por Twitter, con imágenes de corazones y lágrimas de alegría; publicaron en Facebook fotos de sí mismos bailando y saltando de felicidad e invadieron las redes sociales con imágenes de distintas mascotas: los tritones de San Diego, los gauchos de Santa Bárbara, los Bruins de UCLA y los Banana Slugs de la Universidad de California en Santa Cruz.

En Hollywood High, cerca del 40% de un total de 320 estudiantes había solicitado su ingreso a un campus de la Universidad de California. Hasta el momento, 14 de ellos han confirmado a Heather Brown, consejera universitaria de la escuela, que habían sido aceptados en UCLA, y otros 34 más en UC Riverside. Brown señalóque está aún recopilando datos sobre las admisiones a otros campus de UC.

En Hollywood High, con un campus compuesto por 1,500 estudiantes, la mayoría de ellos provienen de familias con bajos ingresos; un 80% de ellos son latinos y afroamericanos; la tasa de graduación es del 90%.

Heather Brown expresó su alegría por la investigación a las prácticas de admisión de UC.“Deberían centrarse los estudiantes locales como una prioridad, ya que están siendo financiados por los contribuyentes de California”, apuntó. “Los jóvenes no deben salir perjudicados... porque los adultos no pueden elaborar presupuestos”.

Varios de los estudiantes de Hollywood High expresaron que su aceptación a UC marca la realización de los sueños de toda la vida,alcanzados después de años de trabajo riguroso. María, por ejemplo, tomó seis clases de nivel avanzado, mantuvo un promedio de 4.1 en sus calificaciones y ocupó el puesto 10 en su clase. También jugó fútbol universitario, se unió a la clase de liderazgo e incluso corrió el Maratón de Los Ángeles cinco veces con el programa Students Run L.A. A una de sus compañeras, Melissa Navarro, le ofrecieron el ingreso a los cuatro campus de UC a los que había enviado su solicitud. Ella elegirá el lugar de sus sueños, UCLA, y será la primera de su familia en asistir a la universidad.

“Estamos tratando de ser diferentes; de obtener una educación y salir adelante, y no dejar que la vida nos pase de largo”, declaró Melissa, acerca de ella y de otros estudiantes universitarios de primera generación.

Kimberli Fajardo, otra que pronto será una Bruin (UCLA), acredita a Heather Brown, su consejera universitaria, y a Bresee Foundation, una organización sin fines de lucro, por la guía que recibió para convertirse en un solicitante competitiva. Fajardo explicó que la fundación trabajó con ella desde la escuela secundaria, le ofreció tutorías, pasantías y otras oportunidades de preparación universitaria, totalmente desconocidas para sus padres, inmigrantes de Guatemala.

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En Dorsey High, Justin Jerro también tiene previsto asistir a UCLA, después de construir una hoja de vida que cuenta con un 3.6 GPA, cuatro clases de nivel avanzado y trabajo voluntario de tutoría con jóvenes del barrio, además de trabajos de paseador de perros y cuidador de niños. Jerro también atribuye parte de su éxito a un programa externo -UCLA Vice Provost Initiative for Pre-College Scholars-, que empuja a los afroamericanos como él, y a otras minorías subrepresentadas a tomar los cursos rigurosos necesarios para la aceptación en las mejores universidades. Sin embargo, dijo, sus hábitos de estudio y su ética de trabajo también marcaron una diferencia; incluso ir al gimnasio más que a fiestas y encontrar sólidos grupos de estudio.

Cuando recibió la llamada con la noticia de que había sido admitido en UCLA, Justin afirmó que se sintió tan estupefacto que no pudo hablar, y mucho menos gritar. “No puedo creerlo”, dijo. “Pero estaba orgulloso de que mi esfuerzo hubiera valido la pena; y por dentro sí estaba gritando”.

Para más noticias sobre educación, sígame en @TeresaWatanabe.

Traducción: Diana Cervantes.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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