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California acepta sacar a miles de reos del confinamiento solitario

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Para poner fin a años de litigios, huelgas de hambre y polémicos debates, California se ha comprometido a sacar a miles de reclusos del confinamiento solitario.

Un acuerdo legal firmado el martes entre el Estado y un grupo de presos en aislamiento durante una década o más en la Prisión Estatal Pelican Bay puso fin a la utilización del régimen de aislamiento solitario utilizado para controlar las pandillas dentro de la cárcel.

En lugar de este sistema, el Estado acordó la creación de pequeñas unidades de alta seguridad donde mantendrán a sus presos más peligrosos en grupo en donde tendrán derecho los mismos privilegios que el resto de la población carcelaria: visitas, llamadas telefónicas y a los programas educativos y de rehabilitación.

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Este régimen de aislamiento ha sido cuestionado desde que un panel de expertos le dijo al Departamento de Correcciones del estado que el elevado número de reclusos en aislamiento prolongado no hacía nada para mejorar la seguridad de la prisión.

Jeffrey Barba, el secretario de las correccionales de California, dijo que el sistema penitenciario fue incapaz de mostrar que podría hacer la diferencia, pero que la incomunicación podía trabajar, sin embargo, era necesario lidiar primero con los problemas de hacinamiento que tenían los internos como el dormir en literas instaladas en los gimnasios de la prisión y otras salas. “las prisiones estaban tan sobrepobladas que se pasó de una crisis a otra”, dijo Beard.

Sin embargo, el Secretario también vio la justificación de construir unidades de aislamiento de gran tamaño, como las utilizadas en la prisión de Pelican Bay, en la década de 1980. Muchos reclusos y oficiales estaba siendo asesinados, dijo Beard, “teníamos que hacer algo para detener la violencia”.

El Secretario agregó que California ha trasladado a unos 1.100 prisioneros del confinamiento solitario a la población general de la prisión en los últimos dos años, con un pequeño problema. “Creemos que podemos hacer esto de una manera segura”, dijo.

Jeffrey Callison, vocero de las Correccionales, dijo que el estado podría utilizar el espacio dentro de las cárceles existentes para trasladar a los internos retirados del confinamiento solitario.

Pero la mayoría de los varios miles de prisioneros asociados a pandillas que han sido guardados, en forma aislada hace una década o más, o han pasado al menos dos años sin ninguna violación de las reglas, serán trasladados de nuevo a la población general de la prisión.

El régimen de aislamiento actualmente, antes de la nueva póliza, permanece reservado para aquellos que cometen crímenes dentro de la prisión, con sentencias no más largas de cinco años, pena máxima por asesinato dentro de la cárcel; además de las sentencias penales impuestas por un juez.

Los abogados de los presos en el caso de la demanda de clase dicen que el acuerdo establece el tono para realizar cambios similares en otras partes del país. “Este es un gran paso hacia adelante”, dijo Jules Lobel, uno de los abogados principales en el caso y director del Centro para los Derechos Constitucionales.

No obstante, el sindicato de guardias de la prisión estatal, que había intentado, sin éxito, intervenir en el caso, estaba “preocupado”.

“En nuestra opinión, las prisiones en California volverán al entorno que se vivía en los años 70 y 80, cuando los homicidios de preso-a-preso estaba en su más alto nivel, e incluso, personal de las prisiones era asesinado”, dijo Nichol Gómez-Pryde, portavoz de la Junta de California Correctional Peace Assn., mientras esperaba el acuerdo.

En una ocasión el estado de California, era líder en la nación en la utilización del régimen de aislamiento, pero ahora esa posición está en manos de Texas.

De acuerdo con el departamento de correcciones, California tiene actualmente unos 6.400 reclusos en unidades de aislamiento, una cifra que se redujo de manera constante durante los dos años que el estado cambio sus criterios de comportamiento y comenzó a quitar los prisioneros que ya no cumplían ciertas normas pandilleriles. De ellos, alrededor de la mitad se encuentran en las Unidades de Vivienda de Seguridad afectadas directamente por el acuerdo. El estado espera que unos 1.800 de estos reclusos sean mudados de ese lugar.

Ex presos, familiares y activistas por los derechos de los prisioneros planeaban una manifestación este martes en Oakland.

“La gente sabe ampliamente lo que está pasando, pero no saben los detalles”, dijo Mohamed Shehk, director de comunicaciones de Resistencia Crítica, uno de los organizadores de la manifestación.

El estado de California tiene unidades de segregación en varias prisiones, pero la mayor y más notoria es en Pelican Bay, cerca de la frontera de Oregon. Allí, los reclusos pasan casi 23 horas al día en celdas sin ventanas que dan a un muro de hormigón.

El movimiento y el contacto con los demás está muy restringido, además del acceso a la biblioteca jurídica, correo y otros lugares.

Los representantes de las prisiones del estado han dicho que el aislamiento era fundamental para controlar la violencia en las cárceles y para limitar la influencia de pandillas en las calles, donde las ganancias de la venta de drogas son canalizados de nuevo en las cuentas de los reclusos.

Psiquiatras forenses declararon a favor de los internos y dijeron que estas condiciones causan daño psicológico. En un informe de 2013, un funcionario de las Naciones Unidas responsable de seguimiento de abusos contra los derechos humanos lo describió como “un castigo cruel, incluso lo calificó como tortura”.

El acuerdo de resolución fue presentada ante el juez federal de distrito, Claudia Wilken, quien deberá aceptarla.

Beard agregó que el estado está contemplando la adopción de algunos de los cambios para realizar un grupo de presos aislados no incluidos en el acuerdo: los condenados a muerte recluidos en régimen de aislamiento en la llamada Centro de Adaptación a la Prisión Estatal de San Quintín.

Para leer este artículo en inglés oprima este enlace

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