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California da oportunidad a los inmigrantes sin documentos ejercer sus profesiones

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En México, Marco Nava era un cosmetólogo profesional que trabajaba en una estética. Se especializaba en el cabello y el teñido; pero desde que llegó a Estados Unidos ha trabajado en la agricultura, ocho de los nueve años, levantando cosechas de uva en Porterville, todo por no tener documentos.

En estos días, Nava ya está de regreso ejerciendo en su profesión; trabaja en una peluquería haciendo lo que le gusta gracias a una ley de California que ya tiene un año de vigencia, y que permite a los migrantes sin documentos solicitar licencias de trabajo, siempre y cuando califiquen.

Entre los oficios y profesiones en las que se pueden solicitar las licencias se encuentran la de cosmetología, mecánico, personal de seguridad, enfermería, medicina, psicología y farmacología.

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“Fue una forma para mí de salir de las sombras”, dijo Nava, de 32 años. “Ya no me tengo que levantar a las 4 a.m. para hacer algo que no es mi profesión. Ahora puedo cuidar a mis hijos, llevarlos a la escuela e ir a trabajar en algo que me gusta”.

Más de 300 personas han aplicado para solicitar ese tipo de licencias que fueron posibles gracias al senador Ricardo Lara, de Bell Gardens, y quien sus padres en algún momento vivieron en Estados Unidos sin documentos antes de convertirse en ciudadanos.

“El lugar donde naciste no debe dictar el potencial que tiene la gente para contribuir a la fuerza trabajadora que ayude a crecer nuestra economía”, dijo Lara. “Tenemos la población migrante más grande del país y somos la octava economía a nivel mundial. En California, sabemos que la integración trabaja”.

Actualmente California ha liderado la nación en leyes que ayudan a la comunidad migrante a asimilarse y a vivir más tranquilamente. En el pasado el estado aprobó las licencias para manejar; ayuda financiera a los estudiantes de colegio y las licencias para abogados.

Críticos de la migración ilegal y defensores por una estricta aplicación legal migratoria, incluyendo a William Gheen, dicen que el estado no puede adoptar este tipo de medidas que interfieren con las leyes federales que prohíben contratar a una persona sin documentos.

“Los legisladores californianos deberían de enfocarse en ayudar a los estadounidenses. Ellos han jurado servirles en lugar de ayudar a las personas que nos invaden y quitan los trabajos a los contribuyentes; además de corromper nuestro sistema de elecciones”, dijo Gheen, presidente del Comité de Acción Política de Americanos por una Inmigración Legal

Actualmente en el estado Dorado, existen 1,85 millones de personas sin documentos que son parte de la fuerza trabajadora, según el Instituto de Investigación de Política Pública en California.

Antes de que el gobernador firmara la ley, los profesionales en el estado debían solicitar su licencia, presentando un número de Seguro Social como prueba de su ciudadanía.

La ley permite a cuarenta Mesas Directivas de diferentes industrias otorgar licencias con el número Federal de Identificación del Contribuyente, mismo que obtienen las personas sin documentos para poder hacer sus impuestos.

Algunas de las licencias más solicitadas han sido las de cosmetología y peluquero (151), operaciones en cementerios (36) , personal de seguridad (32), mecánico (24), enfermeras (14) y siete de higienistas dentales, entre otras.

El senador Lara dijo que muchas de estas personas ya estaban ejerciendo su profesión en el estado, pero sin permiso y el entrenamiento necesario que aseguraran que su trabajo era hecho sin arriesgar la salud o seguridad del público.

“El permitir el acceso a estos profesionales incrementa las ganancias en los impuestos, permitiremos a una fuerza trabajadora emplearse legalmente y promoveremos comunidades más fuertes y seguras”, expresó Lara.

Para obtener una licencia en el estado, los trabajadores tienen que someterse a un entrenamiento y pasarlo para demostrar que ellos saben cómo hacer el trabajo en forma segura y con la higiene apropiada, dijo Julie Landeros, administradora en la oficina de licencias de cosmetología para el estado y encargada del programa de aprendices en Downey.

“Es asombrosa”, dijo Landeros sobre la nueva ley. “Antes había mucha gente sin documentos haciendo este trabajo. Ahora, esta gente estará regulada”.

El programa de entrenamiento para solicitar la licencia incluye a la residente de San Fernando Nancy González, de 35 años. Ella se sentía muy agradecida por la oportunidad de poder obtener una licencia, a pesar de vivir sin documentos en Estados Unidos.

González y Nava dijeron que también ayuda a sus negocios el poder demostrar que tienen una licencia del estado.

“Me siento libre”, dijo González, en español, mientras Landeros traducía. “Estoy feliz porque ahora puedo ayudar a mi familia mejor y a mi esposo…, ya no tengo miedo que un inspector pueda llegar en cualquier momento y multarme con mil dólares por no tener licencia”.

Para leer el artículo en su forma original y en inglés haga clic aquí.

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