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Miles de evacuados y edificios amenazados por los fuegos que asolan el oeste

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EFE

Las altas temperaturas, extrema sequía, fuerte viento y cantidad de material combustible han causado que un gran número de incendios forestales avancen rápidamente en doce estados del oeste del país, lo que ha obligado a la evacuación de miles de personas después de que hayan ardido varias viviendas.

Son cerca de cuarenta incendios los registrados en doce estados, con los principales siniestros en Alaska, Arizona, California, Colorado, Idaho, Nuevo México, Utah, Washington, Wyoming y Colorado.

En el sur de este último estado, cientos de bomberos combaten un incendio de más de 10.000 acres (4.000 hectáreas) y en Nuevo México se busca controlar dos incendios de similares dimensiones, uno en el norte y otro en el oeste de ese estado.

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Los incendios, considerados “peligrosos” por las autoridades locales, ya han consumido decenas de miles de hectáreas, han obligado a evacuar vecindarios enteros, han provocado del cierre de transitadas carreteras, y, por primera vez en la historia reciente, han causado el cierre del Bosque Nacional San Juan en el sur de Colorado.

El Bosque Nacional Santa Fe, en Nuevo México, también está cerrado al público por el “extremo peligro de incendios”.

En Beverly Hills, California; Durango y Silverthone, Colorado; y Moab, Utah; las llamas se acercan peligrosamente a viviendas y a mansiones valoradas en millones de dólares.

En Moab, el incendio ya destruyó ocho casas, mientras que en los otros lugares los bomberos han podido proteger las residencias y mantenerlas intactas hasta el momento.

Además, el fuego avanza tan rápido en alguno de estos estados que las autoridades no han tenido tiempo de evacuar o contactar a todos los acampantes en los bosques nacionales o estatales.

Y el clima no ayuda. Según el Servicio Meteorológico Nacional, las temperaturas se mantendrán “excesivamente altas” en Arizona, California y Nevada durante los próximos días, y la sequedad en Colorado y en Utah llevó a emitir una alerta por la posibilidad de nuevos incendios.

Sin embargo, se espera que la tormenta tropical Bud, que llegó a ser un huracán de categoría 4 en la escala Saffir Simpson, de un máximo de 5, lleve desde la costa mexicana del Pacífico algo de humedad y lluvia a la región suroeste de Estados Unidos en los próximos tres días.

Se anticipa que las lluvias provocadas por Bud pasarán sobre Arizona y Nuevo México este viernes, y luego sobre Utah y Colorado el sábado y domingo, lo que podría ayudar en las tareas de extinción.

Pero no todas son buenas noticias, debido a que Bud llega precedido por fuertes vientos de sur a norte, alimentando así los incendios. Y si la tormenta alcanza el nivel esperado de lluvias, podría incluso causar riadas en aquellas zonas en las que, precisamente por los incendios, ya no existe la vegetación que de otra manera impediría las inundaciones.

Mientras tanto, las autoridades aún investigan el origen de los incendios, aunque hasta el momento sólo se han llegado a conclusiones preliminares.

Un estudio difundido a principios de este mes por el Instituto de Cooperación de Investigaciones en Ciencias Sociales (CIRES) de la Universidad de Colorado en Boulder indica que casi el 90 por ciento de los 71.000 incendios forestales de toda magnitud en Estados Unidos en 2017 fue causado por “actividades humanas”.

Ese parece ser el caso en Moab, donde la policía local descartó que el siniestro en esa localidad haya comenzado por causas naturales. Y en Silverthone, localidad en las montañas en el oeste de Colorado, el origen del fuego es “sospechoso”, según los bomberos, debido a que se inició muy cerca de dos vecindarios de esa ciudad y a que “los rayos no fueron la causa”.

Por eso, numerosas ciudades y condados en toda la región han prohibido hacer fogatas o usar fuegos artificiales.

En rueda de prensa, este miércoles, el gobernador de Colorado, John Hickenlooper , afirmó que tras los devastadores incendios de 2012 y 2013 en la región, “se aprendieron lecciones” que llevaron a mejorar el sistema de respuestas rápidas a los incendios, coordinar el uso de recursos, y movilizar bomberos locales con mayor rapidez.

Además, dijo, los estados cuentan ahora con helicópteros o aviones propios o contratados para combatir incendios y destinan fondos para reembolsar a los bomberos locales por los gastos que ellos hubiesen tenido al combatir los incendios.

De todos modos, el costo del Incendio 416 ya supera los 10 millones de dólares y sólo está contenido en menos del 20 %. Se estima que se necesitarán otras dos semanas antes de que pueda ser totalmente contenido.

Sin embargo, los bomberos han impedido que las llamas llegasen a Durango y a la cercana localidad de Hermosa, por lo que algunos residentes ya lograron regresar a sus hogares.

Pero el destino de 400 residencias cerca del incendio en el Bosque Nacional Medicine Bow-Routt en Wyoming aún es incierto.

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