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Cristian Castro, todo un romántico de altura en el Auditorio Nacional

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Al ritmo del mariachi, de un acordeón norteño y de su propia banda, vestido con un traje de animal print sobre su piel de “gallito”, Cristian Castro cautivó a las poco más de 9 mil personas, según organizadores, que se dieron cita anoche en el Auditorio Nacional.

El intérprete salió al escenario a las 8:15 horas, al ritmo de “I Know Him”, interpretada por su banda, para después gritar un saludo y arrancar su actuación con “Simplemente Tú” y “Es Mejor Así”, que los asistentes corearon.

“De verdad quiero mandarle un beso a todas las divorciadas, que... ¿dónde están las divorciadas? ¿Y divorciadas y tomadas? A ver, ¿donde están?”, dijo al principio.

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Los espectadores, opacados por la potencia de la voz de Castro, se limitaron a escuchar, pero era recurrente en ellos pedir a alguien que les tomara una fotografía donde se viera al cantante al fondo.

En escena, “El Gallito Feliz” no dejó de alargar las notas en todos los ritmos que probó para darle intensidad a cada canción.

Su presentación incluyó temas de José José, como “La Nave del Olvido”; de Juan Gabriel, de quien interpretó “Hoy que Pienso Tanto en Ti”, e incluso de Bronco, de quien eligió “Nunca Voy a Olvidarte”.

Para sus temas, los ritmos norteños y las piezas del “Príncipe” conservó su traje moteado, pero antes de iniciar con “Tu Retirada”, primera canción con mariachi, salió tres minutos a cambiarse mientras su banda tocaba.

“Prometí que me iba a vestir de mariachi, de traje de charro, pero no me queda”, dijo Castro al volver con suéter y pantalón blancos.

La música romántica lo animó a pedir besos y hasta sugerir que volvería a contraer matrimonio, cosa que la audiencia no le aplaudió.
“Me quiero volver a casar. Ah, ya basta, ya basta, no es un juego. Ya, mejor unión libre”, terminó por ceder.

El hijo de Verónica Castro estaba decidido a tener compañía femenina, por lo que subió a una persona del público: eligió a una niña de vestido azul y zapatos dorados, que aparentaba unos 5 años, a quien dedicó “Mañana, Mañana”, cantada con mariachi.

La presencia de fans menores se repitió. Después, dos niñas pisaron el escenario, pero no quisieron que Castro las abrazara. Y dos niños que invitó al final tampoco cantaron las letras.

El ánimo del cantante no decayó y dedicó palabras al público a propósito del sismo de septiembre.

“Quiero agradecer a todos ustedes porque son gente hermosa. El corazón de nosotros, los citadinos, muchas veces se pone en duda, sobre todo en la provincia, pero puedo asegurarles que tenemos el corazón más bonito de la República.

“Para toda la gente que sufrió con los temblores, quiero mandarles todo el amor de mis canciones”.

La última parte de su presentación la dio únicamente con su banda y terminó a las 11:30 horas, con “Azul” y “Estamos Enamorados”, con una ovación de despedida.

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