Anuncio

Puig perjudica a los Dodgers y ya molesta

(Harry How / Getty Images)
Share

Ha llegado el punto en el que lo más increíble sobre Yasiel Puig son las excusas que la gente de esta ciudad utiliza para disculparse por él.

Cuando no pone out a un jugador, no lo culpan, “pues tiene un buen brazo”.

Cuando comete un error al correr las bases, bueno, “por lo menos está siendo agresivo”.

Y cuando empujó y le dio una cachetada al receptor de los Gigantes de San Francisco, Nick Hundley, el 14 de agosto por la noche y fue expulsado del juego durante la competencia por el banderín, la gente dijo: “¡Muy bien por él! ¡Está defendiendo su campo! ¡Es un guerrero!”

Pero eso es tan tonto y tan equivocado.

Obviamente, Puig no es la razón principal por la que los Dodgers están sufriendo recientemente. Pero es interesante cómo provoca una distracción que daña al equipo y a todo mundo se le culpa menos a él.

Anuncio

El martes 14, Puig recibió una ovación en Dodger Stadium cuando abandonó el partido en el séptimo inning de un partido que se definió por la mínima diferencia. Un día después, fue defendido por toda la ciudad, por las redes sociales hasta en los medios electrónicos, mientras Major League Baseball estaba evaluando la duración de una suspensión que seguramente afectará a una ofensiva que ya tiene problemas.

Cuando llegó el miércoles para el último juego de la serie de los Dodgers ante los Gigantes, lo aplaudieron también.

Me pregunto, ¿qué toma exactamente para que la gente en lugar de corear “Puiiiiig” diga “buuuuuuu”?

¿Por qué no lo hacen ahora?

No tuvo sentido cuando Puig permitió que Hundley lo provocara.

El jugador de los Gigantes lo provocó, pero Puig cayó en la trampa y terminó en una situación en la que los peloteros vaciaron las bancas, lo que puso a los jugadores y los entrenadores en riesgo.

Sí, Puig estaba frustrado al pegar una bola de faul en el lanzamiento previo a la pelea, se insultó a sí mismo. Y no, Puig nunca le dijo una palabra a Hundley.

Sí, Hundley lo comenzó. De acuerdo a Puig, Hundley comenzó a insultarlo y todo mundo está de acuerdo que Hundley fue claramente el instigador.

Pero ¿y eso qué? El béisbol está lleno de gente que trata de meterse en la cabeza de los rivales. Pero ¿Puig permitió que se metiera en su cabeza? En lugar de pararse en frente de Hundley, debió de seguir en la caja de bateo, ver a Watson desde arriba y responder con un batazo de verdad.

La gloriosa tradición de los Dodgers fue creada en verdaderos héroes que respondieron a provocaciones al vencerte en la cancha, no golpeándote. Esa gente habló con su juego en el campo, no con puñetazos, y si Puig quiere un ejemplo, el miércoles solamente necesitaba ver a uno de sus mentores que estaban sentados en las sillas durante la práctica de bateo.

Estaba la leyenda Don Newcombe. Las veces que sus compañeros Jackie Robinson y Roy Campanella, y él mismo, experimentaron abuso verbal mucho peor de lo que escuchó Puig, raramente lanzaron algún golpe que perjudicaría al equipo. Es absurdo comparar la situación de Puig a las difíciles vidas de aquellos pioneros, de los que él y sus defensores deberían de aprender.

A este punto, uno se pregunta si la curva de aprendizaje de Puig ya se ha descarrilado completamente.

Su emoción a la hora de celebrar es maravillosa, podría inspirar a cualquiera ciudad en la forma en la que saca la lengua o levanta el puño, y personalmente me gustaría verlo girar el bate en cada hit clave, eso es muy divertido. Puig ha marcado a esta ciudad con su servicio comunitario y recientemente el miércoles por la noche después de los entrenamientos de bateo se quedó en el campo por mucho más tiempo para firmar autógrafos.

(Harry How / Getty Images)

Su grandeza sobrepasa sus debilidades, pero el tiempo de Puig probablemente ya ha pasado.

Realmente, ha hecho muy poco en sus seis temporadas en un equipo en el cual llegó con mucha expectativa.

Ha tenido más de 20 jonrones y 70 carreras bateadas en solamente una ocasión y este 2018 probablemente no superará ninguna de esas marcas. O no está saludable o no está concentrado, o ninguna de las dos cosas. Y ahora, su mejor característica también le está fallando.

Ya no es el gran jardinero. Le costó a los Dodgers dos juegos en dos errores y se está convirtiendo en algo muy común. De acuerdo a Fangraphs, su rating defensivo es el peor en su carrera y está entre los peores 20 jardineros de la liga. También ha vuelto a sus hábitos de llegar tarde, recientemente llegando 21 minutos tarde para un partido en casa.

Pienso que a los Dodgers no les verán la cara de tonto. Ya lo han enviado a las menores, también han hablado de canjearlo, han tratado todo y son conscientes de las cosas que hace.

Dave Roberts defendió a Puig el miércoles por la tarde diciendo: siento que fue instigado y reaccionó.

Pero el mánager también dijo que hablaría con él, reconociendo algo. “¿Qué si me hubiera gustado que se mantuviera en el juego? Absolutamente. Esta es la parte que voy a hablar con Yasiel, que es más valioso en el juego que fuera de el, es algo de lo que debería de hablar con él”.

La próxima temporada será el último año de su contrato, así que este 2018 debería ser el momento perfecto para finalmente deshacerse de Yasiel Puig, de una vez por todas. Al hacer eso, ayudaría a los Dodgers, así como cuando llegó al equipo en esos primeros meses mágicos de la temporada 2013.

Que lo intercambien por un relevista.

Anuncio