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Kershaw ya no es el mismo, pero su talento, el corazón y las ganas siguen intactas

(Harry How / Getty Images)
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El poder que poseía te quitaba el aliento.

Los bateadores sabían lo que venía pero no importaba. Le mandaba señales de cómo iba a lanzar: Aquí va. Atrévete. Trata de pegarle.

La letra de la canción “We are young” sigue sonando a todo volumen en las bocinas cada vez que Clayton Kershaw sale al montículo de Dodger Stadium, pero ya no es el mismo lanzador de su juventud.

Si Kershaw una vez fue venerado por lo que podía hacer con una pelota de béisbol, ahora es admirado como un hombre de 30 años que ya no puede hacer ciertas cosas.

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Sus lanzamientos de 94-95 millas por hora que se registraban en el radar del estadio, ahora están en los 90-91 mph. Aun así, el entrenador de picheo Rick Honeycutt dijo que “es el tipo que quieres en el montículo”.

Particularmente en un juego como el que los Dodgers disputaron el 18 de septiembre por la noche, en el segundo de sus tres partidos esta semana ante los Rockies de Colorado, rivales de la división con los que tienen una intensa disputa por la corona del Oeste.

Por los Rockies estaba Kyle Freeland, un lanzador en su segundo año que tiene el tipo de zurda que Kershaw tuvo alguna vez. Kershaw superó en el duelo al joven lanzador de 25 años por 3-2 tras 10 innings, que dejó con un juego y medio de ventaja a los Dodgers en la cima de la división, por encima del segundo lugar, los Rockies.

Esto fue en una noche en la que Kershaw ponchó a tres bateadores y caminó a cinco, más de lo que hizo en sus últimas siete salidas.

“Uno pensaría que la magnitud del juego no cambiaría la forma en la que lanzas”, dijo Kershaw. “Creo consistentemente que tratas de hacer el mismo out cada quinto día, pero hay un poco más de intensidad en cada lanzamiento, por la situación”.

Los Dodgers ganaron por algo que existe dentro de Kershaw que no puede ser medido por “analytics” o algún tipo de sistema que mide la organización. Ganaron porque es más inteligente. Ganaron porque fue el más fuerte. No llegó frustrado cuando hubo un error en el tercera base Justin Turner, que permitió que el equipo contrario anotara. Tampoco se desanimó cuando lanzó una bola rápida de 90 millas por hora al centro del plato que Charlie Blackmon conectó al jardín central para poner a los Rockies en frente por 2-1.

“La mente y el corazón, no sé si puedes encontrar a alguien mejor”, dijo Honeycutt. “El competidor en él nunca se da por vencido. Ese siempre ha sido su forma de hacer las cosas.

Por ejemplo, toma el séptimo inning.

Kershaw permitió un sencillo de Garret Hampson, quien avanzó en una jugada de sacrificio de Freeland. Kershaw luego caminó a Blackmon para dar lugar a la oportunidad al bate más importante.

DJ LeMahieu llegó a la caja de bateo con dos outs y el marcador empatado 2-2. Kershaw sacó su curva tan conocida, Turner se lanzó a su izquierda y atrapó la pelota en su guante y luego lanzó a través del diamante para el tercer out.

Kershaw entonces volteó a ver a Turner y empuñó la mano izquierda y gritó. Era el lanzamiento 97 para Kershaw. Basado en sus últimas salidas, sabía que la noche para Kershaw había terminado. Y mientras Kershaw regresaba a la banca, los fans le dieron una serenata de aplausos.

“Buscó la forma de evitar daño en ese inning tan grande”, dijo el mánager Dave Roberts. “Se libró de ello”.

Orel Hershiser, el as del último equipo de los Dodgers que ganó la Serie Mundial, aplaudió a Kershaw por los ajustes realizados.

“Cuando lo veo, lo que más admiro es que quiere ganar”, dijo Hershiser, quien trabaja en las transmisiones de SportsNetLA. “No tiene el ego ni está enamorado de los lanzamientos tradicionales que tiene. Se trata de ganar”.

Roberts dijo que se dio cuenta de eso cuando Kershaw se mostró más abierto al cambio tras sufrir una lesión de espalda en 2016. “Puede ser muy terco, y él lo admite, pero tienes que evolucionar para seguir siendo grande, y él lo ha hecho”.

Lo ha hecho al alterar su plan de ataque. Al hacer más lanzamientos de curva, está lanzando menos picheos hacia adentro en contra de bateadores derechos.

Kershaw ha hecho 11 apariciones desde el Juego de las Estrellas y los Dodgers han ganado ocho de ellos. Tienen un 2.17 en ERA en ese período.

Y a lo mejor es esta la versión de Kershaw, en la que hace más con menos, que quizá resulte en algo diferente al final de la temporada.

Lo que viene…

Dodgers vs. Padres

Cuándo:

Viernes 21, 7 p.m., SportsNetLA, 1020 AM

Sábado 22, 1 p.m., SportsnetLA, 1020 AM

Domingo 23, 1 p.m., SportsNetLA, 1020 AM

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