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Walmart y CVS tienen 15,000 tiendas en total, ¿por qué les interesa comprar aseguradoras de salud?

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La economía de la salud en los Estados Unidos está creando algunos aliados extraños. CVS, la gigantesca cadena de farmacias, planea comprar Aetna, una aseguradora de salud con 22 millones de miembros, por $69 mil millones de dólares. A inicios de abril, se supo que Walmart, donde uno de cada cuatro estadounidenses compra cada semana, está considerando la adquisición de otra aseguradora, Humana.

¿Por qué estos dos enormes minoristas quieren comprar aseguradoras de salud? Pensemos en millones de clientes bajo un mismo techo, que compran seguros, visitan clínicas de salud y, lo más importante, adquieren medicinas recetadas. Estas aseguradoras-minoristas fusionadas podrían tener gran poder de fijación de precios en su trato con empresas farmacéuticas y hospitales. Pero una consolidación como esta también puede amenazar la competencia, lo cual en los mercados de cuidado de la salud es un peligro demostrado.

Para ver claramente qué está sucediendo aquí -tal como lo hacen los reguladores-, ayuda distinguir entre fusiones horizontales y verticales. Cuando se consolidan dos competidores en el mismo negocio, se trata de una fusión horizontal. Los hospitales, por ejemplo, se han agrupado de esa manera durante décadas. Existe cierta evidencia de que tales fusiones pueden mejorar la calidad de la atención, particularmente si dos centros médicos pequeños unen fuerzas y se vuelven más eficientes.

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Pero también hay información que muestra que cuando los sistemas de salud regionales crecen demasiado, los precios pueden subir. Algunos consideran que la razón por la cual los precios de la atención hospitalaria para pacientes internados en el sur de California son un 70% más bajos que en el norte del estado es porque el mercado de hospitales aquí es muy competitivo en comparación con la situación altamente fusionada en el norte.

En 2017, el gobierno federal puso un alto a dos grandes intentos de unificaciones horizontal en la industria de los seguros médicos: la adquisición de CIGNA propuesta por Anthem, y la fusión propuesta por Aetna con Humana. El Departamento de Justicia bloqueó ambas alegando preocupación por una posible reducción de la competencia, aumento de los precios y falta de innovación.

Es por ello que las aseguradoras están tomando un rumbo diferente, en vertical. Una fusión vertical ocurre cuando se unen compañías en distintas etapas del proceso de producción.

Los reguladores del Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio volverán a examinar la cuestión de cerca. Pero, esta vez, las aseguradoras esperan argumentar que, al integrarse con los minoristas, crecerán de una manera que genere más competencia, no menos. También resaltarán que para ciertas formas de atención médica podrán competir directamente con hospitales y grupos de médicos. Con 5,000 tiendas Walmart y casi 10,000 locales de CVS en los Estados Unidos, también pueden invocar su capacidad de hacer más accesible y asequible la atención médica en muchas comunidades.

Otros dos factores impulsan el interés de estos minoristas en los cuidados de la salud. Primero, allí es donde está el dinero. Los estadounidenses gastaron un promedio de $10,348 por persona en atención médica durante 2016, lo que representa el 17.9% del producto bruto interno (PBI) del país. Para los minoristas, que habitualmente operan con bajos márgenes de ganancia, los altos rendimientos de la atención médica deben ser muy atractivos.

En segundo lugar, Amazon -el gigante de las ventas al consumidor y notorio disruptor de los modelos comerciales tradicionales- anunció en enero que se asociaría con Berkshire Hathaway y JP Morgan Chase para crear una nueva compañía de servicios de salud. Su objetivo inicial es utilizar la tecnología para reducir los costos y mejorar los resultados para el millón de empleados que, en total, poseen las tres empresas. Sin embargo, nadie olvida que Amazon comenzó vendiendo únicamente libros. Esta es otra motivación para que los minoristas y las compañías de seguros se fusionen lo más rápido posible.

Ya fusionados, estos enormes sistemas de salud minorista podrían derivar a los asegurados hacia servicios menos costosos -como visitas a clínicas o farmacias-, y posiblemente también abaratar los precios de los medicamentos. Los resultados de salud podrían incluso mejorar. De todas maneras, los precios también podrían subir. Si un gran sistema de CVS-Aetna o Walmart-Humana domina una región, podría negociar mejores precios por parte de los laboratorios de medicamentos y hospitales, pero también conservar esos ahorros como ganancias para sí mismo.

La integración vertical también podría reducir la competencia a través de la exclusividad. Los consumidores podrían verse perjudicados si, por ejemplo, CVS se rehúsa a vender medicamentos a asegurados con Humana, o si Walmart cobra a los clientes de Aetna precios más altos. Esto puede parecer hipotético, pero a los reguladores les importan las hipótesis. En noviembre de 2017, el Departamento de Justicia presentó una demanda para bloquear otra fusión vertical -la adquisición de Time Warner propuesta por AT&T-, sobre la base de que la compañía integrada le negaría sus programas a otros proveedores de internet y empresas de cable.

La asistencia médica está lista para una reestructuración. Estos megaacuerdos verticales ciertamente interrumpirán los patrones de atención y reducirán los costos, pero nadie puede saber si los ahorros fluirán hacia los accionistas o los pacientes, y si los cuidados de salud mejorarán.

Muy pronto, los drones de Amazon podrían entregar medicamentos recetados, Walmart hacer análisis de sangre y CVS brindar atención urgente. Esperemos que los reguladores de la administración Trump estén listos.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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