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Un refugio para inmigrantes se convierte en la ‘Isla Ellis’ en El Paso

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En una cálida mañana en El Paso, un agente de Aduanas y Protección Fronteriza tocó el timbre de Annunciation House, una organización sin fines de lucro que brinda apoyo a los inmigrantes.

Una voluntaria llamada Emily Polstein, de 25 años, abrió rápidamente la puerta de acero blanco y saludó al agente.

El oficial había traído a una mujer de poco más de 30 años, solicitante de asilo, porque no tenía más espacio en las instalaciones de la Patrulla Fronteriza.

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Con una gran bolsa en la mano, la mujer entró en la sala principal y se sentó con Polstein, quien le dijo que podía quedarse en Annunciation House si así lo deseaba. Sí, dijo la mujer.

Los refugios que sirven a los inmigrantes a menudo están en contacto con las autoridades migratorias, pero Annunciation House y la agencia fronteriza han formado una asociación inusual, provocada en parte por la gran cantidad de inmigrantes que cruzan la frontera cerca de El Paso y los efectos de la política de ‘tolerancia cero’ de la Administración Trump.

Cuando las instalaciones de la agencia federal se desbordan, los agentes traen inmigrantes que han sido liberados al edificio de ladrillo de dos pisos, al lado del consulado mexicano.

“Este edificio es la ‘Isla Ellis’ de la frontera suroeste”, dijo Rubén García, director ejecutivo de Annunciation House.

Algunos inmigrantes permanecen durante días o semanas, mientras que otros se mudan rápidamente a vivir con parientes luego de que su caso se resuelve.

“Les decimos las reglas de la casa y les explicamos que no están detenidos”, dijo Polstein. “Tienen la opción de quedarse o ir con sus familiares”.

Durante cuatro décadas, la organización sin fines de lucro ha proporcionado refugio a miles de inmigrantes que buscan trabajo en Estados Unidos y aquellos atorados en los procedimientos de inmigración.

Annunciation House adquirió un perfil nacional este verano cuando el gobierno federal se apresuró a reunir a miles de inmigrantes que fueron separados de sus hijos después de cruzar la frontera de México con Estados Unidos.

En El Paso, la atención ha atraído más apoyo y donaciones, y el edificio está lleno de comida, ropa y pañales. Algunos donantes han comprado boletos de autobús para que los inmigrantes puedan viajar para reunirse con familiares en todo Texas o fuera del estado.

García y su equipo de 12 voluntarios se han asociado con una red de alrededor de 40 iglesias y defensores de los derechos de los inmigrantes en El Paso, para proporcionar un hogar temporal y apoyo a miles de migrantes. Juntos, han sido testigos de la reunificación de padres e hijos.

“Desde el principio, hemos trabajado en favor de los refugiados”, dijo García.

Él y otras cuatro personas formaron Annunciation House en 1978. Tenían poco más de 20 años, algunos aún asistían a la universidad y no estaban seguros de lo que harían en la vida.

García dijo que sabían que querían servir a los pobres y a las personas sin hogar, pero no fue hasta que comenzaron a hablar con los inmigrantes que buscaban refugio, que se dieron cuenta de su misión. Algunos albergues comunitarios se negaban a aceptar migrantes si carecían de identificación emitida por el estado, dijo García.

“Básicamente dejamos de ir a la escuela para hacer esto, y finalmente renuncié a mi trabajo”, dijo.

Las paredes interiores del edificio están decoradas con murales (una escalera que conduce al segundo piso muestra una imagen de la Virgen de Guadalupe) y oraciones escritas en inglés y español. El comedor presenta una pintura de Jesús compartiendo sus alimentos, no con los discípulos con atuendo bíblico, sino con los inmigrantes modernos.

Varias mujeres y niños se habían reunido cerca de la cocina y estaban listos para almorzar: sopa, arroz y frijoles.

“Huele muy bien”, dijo una mujer en español.

El edificio tiene 9,600 pies cuadrados, y a menudo se siente como si cada pie cuadrado estuviera ocupado por alguna persona.

Un niño de 10 años estaba lavando su ropa a mano en el techo, el único lugar disponible, y colgándola en un tendedero con la de los demás. El sótano estaba abarrotado de ropa, zapatos y al menos 50 cajas de pañales.

Los voluntarios viven, trabajan, hablan, cocinan y mantienen la residencia limpia junto con sus “invitados”, como se llama a los residentes. Los voluntarios preguntan a los huéspedes cómo se están ajustando a su nuevo país.

“La gente parece perdida y enloquecida”, dijo Polstein, quien es de Nueva York y está terminando un año de trabajo voluntario en Annunciation House.

Una residente reciente fue Jocelyn, de 32 años, una mujer brasileña que agradeció el apoyo que recibió de Annunciation House, dijo Linda Rivas, directora ejecutiva del Centro de Defensa de Inmigrantes de Las Américas.

Jocelyn es una de las dos personas que presentaron una demanda en San Diego que desafía las políticas de inmigración de la Administración Trump. Llegó a Estados Unidos en agosto de 2017 en busca de asilo y estuvo detenida cerca de la frontera durante siete meses y separada de su hijo James, de 15 años, que fue enviado a un refugio en Chicago.

Después de ser liberada en abril, se mudó a este lugar y comenzó el proceso para recuperar a James. Madre e hijo se reunieron en junio de 2018 y planean mudarse al noreste de EE.UU. Sus nombres completos fueron retenidos a petición de Rivas, citando preocupaciones sobre su seguridad.

“Gracias a Dios por Annunciation House”, dijo Jocelyn. “Me dieron esperanza en una situación desesperada”.

La relación entre Annunciation House y la dependencia federal no siempre fue buena. García dijo que la Patrulla Fronteriza encabezó una redada contra el edificio en 1984, y en 2003 la agencia fue responsable de la muerte de Juan Patricio Peraza Quijada, un residente de esta casa, de 19 años, quien se encontraba en el país ilegalmente.

Cuando cinco agentes se acercaron a Peraza afuera del edificio, él corrió y lo persiguieron. Los agentes alegaron que los amenazó con un tubo, y un agente, Vernon Billings, le disparó y lo mató. En 2008, el juez magistrado de Estados Unidos, Richard P. Mesa, encontró que las acciones de Billings estuvieron justificadas.

Annunciation House realiza una vigilia por Peraza cada 23 de febrero, el aniversario de su asesinato.

Alrededor de 2014, cuando la frontera se vio inundada por familias que huían del deterioro de las condiciones en América Central, Annunciation House y la agencia fronteriza comenzaron a trabajar juntas. La Patrulla Fronteriza dijo que libera a familias y adultos solteros a Annunciation House luego de que son procesados por ICE.

El objetivo es garantizar que se les proporcione transporte y un entorno seguro.

“Esta práctica existe desde hace varios años”, dijeron en un comunicado. “Esta es una práctica común a lo largo de la frontera del suroeste”.

Una mañana reciente, poco después de que el oficial de Aduanas y Protección Fronteriza detuviera a la joven, otro empleado de la agencia llamó a García con una pregunta. La agencia tenía a una mujer y su hijo en el Puerto de Entrada Paso del Norte, en el centro de El Paso. ¿Los aceptaría?

“Absolutamente”, respondió García.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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