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Un peligroso opioide comenzó a aparecer en la cocaína y la metanfetamina, y está matando gente en California

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El fentanilo, un opioide potente que ya es responsable de miles de muertes en todo el país, está apareciendo cada vez más en drogas como la cocaína y la metanfetamina en California, afirman las autoridades.

El polvo blanco, una sustancia letal 50 veces más fuerte que la heroína, es a veces mezclado con otros opiáceos para producir un efecto más poderoso. Ahora, ante su presencia en los no opiáceos, los expertos en salud pública temen que California pueda estar ante una nueva dimensión de la mortal epidemia.

Las autoridades sospechan que tres hombres que murieron en el centro de Los Ángeles a fines de abril, habían inhalado cocaína mezclada con fentanilo, un incidente que despertó aún más los temores sobre esa sustancia.

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“No sabemos si esto es una anomalía, o si es un indicador de algo que está a punto de ocurrir”, expuso el profesor de UCLA Steve Shoptaw, quien estudia el abuso de sustancias.

Aunque California evitó lo peor de la epidemia de opiáceos, el mercado de las drogas está dominado por los estimulantes, indicó el experto, precisamente las sustancias que acaban de comenzar a mezclarse con el fentanilo.

De hecho, los decesos por fentanilo en California se triplicaron entre 2016 y 2017, según el departamento de salud estatal.

El fentanilo, que puede matar incluso en pequeñas dosis, es peligroso para los experimentados usuarios de opioides, y más aún para las personas que no los toleran. Los especialistas no saben si los traficantes contaminan deliberada o accidentalmente las drogas con esa sustancia, pero más allá de eso, se trata de una fuerte preocupación.

“Necesitamos pensar en el uso del fentanilo con una amplia gama de drogas”, expuso Jane C. Maxwell, profesora de la Universidad de Texas en Austin, que estudia el abuso de sustancias. “Estamos tan preocupados por la heroína y el fentanilo, que no se indagan otros usos del fentanilo y otros problemas que podrían ocurrir”.

Cerca de las 11:30 p.m. del 25 de abril, el teléfono de Maynor García zumbó con un mensaje de texto de su hermano mayor, Gabriel Dirzo, preguntando si organizaría para él una barbacoa el día de su cumpleaños, al mes siguiente.

“Claro, hermano, no hay problema”, le respondió.

Los dos habían salido el día anterior con las hijas de García y habían prometido pasar más tiempo juntos.

Horas después, Dirzo fue encontrado muerto en su apartamento, en el centro de Los Ángeles, junto con otros dos hombres. La policía los identificó como Gilbert Valenzuela Jr., de 41 años, de Los Ángeles, y Robert Ramírez, de 36 años, de Alhambra.

Esa noche, los hombres habían estado bebiendo y, finalmente, comenzaron a consumir lo que ellos creían era cocaína, de acuerdo con informes del Departamento Forense del Condado de Los Ángeles.

Las autoridades sospechan que los sujetos murieron porque la cocaína en realidad era fentanilo o cocaína mezclada con éste, precisó el doctor Gary Tsai, director médico de la división de prevención y control del abuso de sustancias del departamento de salud del condado. “La cocaína, si bien puede poner en peligro la vida, generalmente no produce muertes instantáneas por sobredosis como estas”, consideró Tsai.

Las pruebas de toxicología para determinar la causa exacta de muerte podrían demorar hasta dos meses, informó Ed Winter, vocero de la oficina forense.

El fentanilo ha sido recetado como analgésico para pacientes con cáncer desde la década de 1960. Pero actualmente se produce una versión ilícita, que se puede mezclar fácilmente con otras drogas sin que se note.

Varias personas en San Francisco perecieron recientemente por consumir fentanilo con metanfetamina, Xanax falsificado o cocaína con crack. En otros sitios hubo denuncias de presencia de fentanilo en la droga MDMA, popular en las raves.

“No observamos [aquí] el volumen o el impacto que tiene en la costa este, pero sabemos que eso podría cambiar”, advirtió Rachael Kagan, vocera del Departamento de Salud Pública de San Francisco. “Estamos realmente en alerta máxima”.

California tiene la séptima tasa más baja de muertes por sobredosis de drogas en el país, en parte debido al tipo de heroína que se vende aquí, indican los expertos.

La heroína negra se comercializa al oeste del Mississippi, mientras que la que se vende más comúnmente en el este es un polvo blanco. La heroína negra es más difícil de mezclar con el fentanilo y, por lo tanto, menos probable que cause sobredosis y muertes, según los expertos, Pero dicha ventaja podría desaparecer a medida que el fentanilo aparece en otras sustancias.

En el último año, en el sur de California y la costa central, los agentes federales incautaron repetidamente cocaína con fentanilo, metanfetamina con fentanilo y ketamina con fentanilo, según Timothy Massino, portavoz de la Administración Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) en Los Ángeles. “Es un fenómeno bastante nuevo en el área”, consideró.

Algunos conocedores sostienen que los distribuidores de drogas están agregando fentanilo a sus productos para innovar o tratan de hacerlo pasar como otras sustancias porque es más barato de fabricar.

De todos modos, la presencia de fentanilo en la cocaína y la metanfetamina podría exponer a un nuevo grupo de personas a los opiáceos. Entre los estadounidenses, es mucho más probable haber probado la cocaína o la metanfetamina -aproximadamente el 16% y el 7% lo han hecho en su vida, respectivamente- que la heroína -cerca del 2%-, según datos del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas.

Dadas las preocupaciones sobre el fentanilo, el departamento de salud pública de California está brindando intercambios de agujas con tiras reactivas que las personas pueden usar para evaluar la presencia de fentanilo en sus drogas.

En Venice Family Clinic Common Ground, que ofrece intercambio de agujas, los usuarios informaron que detectaron fentanilo en la metanfetamina y la cocaína, afirmó el director, Arron Barba. La gente no sabe qué contienen las sustancias que están comprando, y está claro que el fentanilo es cada vez más parte de la ecuación, indicó.

“No hay control de calidad y no hay un gobierno que intervenga y diga que no se puede hacer eso”, prosiguió Barba. “Creo que [la situación] solo va a empeorar”.

Tsai, del departamento de salud del condado, aseveró el sábado 12 de mayo que se enviará una alerta pronto sobre las crecientes muertes por fentanilo. En el condado de Los Ángeles, las cifras por sobredosis de fentanilo aumentaron de aproximadamente 45 en 2015, a más de 60 en 2016, y fueron incluso más altas en 2017, dijo, sin especificar una cifra porque aún manejan datos preliminares.

Sin embargo, en general, Tsai y otros expertos afirman que si bien el fentanilo es una amenaza real y creciente, no está en la cima de los problemas sanitarios de California.

De hecho, algunos sienten que el peligro de contaminación con fentanilo ha sido exagerado. El aumento en las muertes reportadas por esta sustancia podría deberse, en parte, al mayor uso de las pruebas de detección de fentanilo en los últimos años, argumentan. Además, los informes de toxicología que encuentran fentanilo en la sangre de alguien no implican que el sujeto no supiera que estaba ingiriendo el opioide, exponen.

“El fentanilo es una droga de elección para algunos, y lo ha sido por años”, dijo Paul Harkin, gerente de programas de reducción de daños en Glide, una clínica en el vecindario Tenderloin, en San Francisco.

Otros remarcan que las personas podrían mezclar drogas a propósito, o consumir fentanilo después de un estimulante, como la metanfetamina, para conciliar el sueño.

El Dr. Daniel Ciccarone, un profesor de UC San Francisco que estudia el consumo de heroína, cree que la tendencia del fentanilo en los estimulantes es solo una contaminación accidental: “El primer lote de coca que entra en la mezcladora después de que la heroína pasó por allí”, expone.

García, pensando en la muerte de su hermano, aprecia tener más información sobre el fentanilo. “Ojalá pudiera haber más conciencia; que digan: ‘Oye, si estás de fiesta en el centro de L.A., ten cuidado si te ofrecen cualquier tipo de droga’”, expresó García, de 27 años. “No estoy alentando a consumir cocaína, pero la gente lo hace de todos modos; esas personas… necesitan entender que podría ser letal”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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