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Toyota invierte $500 millones en Uber para poner autos sin conductor en las carreteras, según una fuente cercana

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Toyota Motor Corp. está expandiendo su alianza con Uber Technologies Inc. a través de una nueva inversión y un plan para poner vehículos autónomos en las rutas, afirmó una fuente familiarizada con el asunto.

La automotriz japonesa invertirá alrededor de $500 millones en un acuerdo que valorará a la compañía de viajes en $72 mil millones, indicó la persona, quien pidió no ser identificada ya que se supone que los detalles son privados. Como parte del pacto, Toyota fabricará minivans Sienna equipadas con la tecnología de autoconducción de Uber, y otra compañía operará la flota, afirmó la fuente. Aún falta identificar al tercer socio.

Portavoces de Uber y Toyota prefirieron no hacer comentarios. El Wall Street Journal informó sobre la inversión el 27 de agosto temprano, y los detalles de la asociación para los vehículos sin conductor no habían sido reportados previamente.

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Dara Khosrowshahi, director ejecutivo de Uber, busca estabilizar la empresa luego de un año de escándalos corporativos y la muerte de un peatón, que fue atropellado por un auto sin conductor de la compañía. Durante ese tiempo, el precio de las acciones de Uber experimentó más altibajos que el de una empresa privada típica.

El acuerdo con Toyota aumenta la valoración de acciones de Uber en un 15% con respecto a la última inversión y coincide con el valor de las acciones otorgadas a Waymo, de Alphabet Inc., luego de que Uber resolviera una demanda por autos sin conductor. Un grupo de inversores valoró a Uber en $62 mil millones de dólares a principios de 2018.

Uber desarrolló una estrategia de conducción autónoma de tres puntas. Por un lado, compró Volvos, acondicionó los coches con su tecnología de conducción autónoma y opera la flota por su cuenta. Por otro, Daimler AG poseerá y operará sus propios autos sin conductor en la red de Uber. Y el acuerdo con Toyota se convierte en un tercer pilar, con la licencia de Uber para su tecnología.

Las pruebas en carreteras públicas con el Volvo autónomo de Uber todavía están en espera después de que uno de sus vehículos mató a un peatón en Tempe, Arizona, en marzo pasado. La firma había desactivado el sistema de frenado automático de Volvo en ese auto, lo cual generó dudas sobre la seguridad. El incidente mancilló el costoso programa de coches sin conductor de la compañía, dando a las automotrices otra razón para preocuparse por trabajar con Uber.

No obstante, Toyota siguió vinculada a Uber desde su inversión inicial, en 2016. Toyota Financial Services Corp. proporciona incentivos a los conductores de Uber para que adquieran vehículos Toyota. Al igual que con las empresas de alquiler tradicionales, como Avis Budget Group Inc., Toyota también intenta vender los servicios de gestión de flota de Uber en función del creciente volumen de datos que recopila de los automóviles conectados. Estos servicios incluyen la posibilidad de monitorear si un vehículo tiene adecuado mantenimiento, o si es conducido de manera agresiva.

En otra sociedad, relacionada con el desarrollo de vehículos autónomos y delineada en enero, un portavoz de Toyota afirmó que Uber no apagaría las características de seguridad incorporadas del fabricante, incluidos los radares y otros sensores que ayudan a anticipar lo que otros vehículos y peatones hacen en un amplio espacio alrededor del vehículo.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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