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Todo por un ‘Me gusta’ en Instagram: crecen los accidentes y rescates de excursionistas

Wilson Guarin of Long Beach said the cliff jumpers’ intentions were obvious — they wanted to get a video of themselves and post it to social media.

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Wilson Guarin, de Long Beach, afirmó que las intenciones de las personas que estaban brincando entre los acantilados eran obvias: querían hacer un video y publicarlo en las redes sociales.

Mientras Wilson Guarin miraba al helicóptero verde que rugía, se preguntó si los hombres que habían sido izados al cielo sentían que el riesgo había valido la pena.

Momentos antes, Guarin y sus hijos -Olivia, de 11 años, y Brandon, de 12- habían caminado hasta Hermit Falls, en Angeles National Forest, una de las cascadas más populares en el área de Los Ángeles. Poco después de llegar, vieron a un hombre dislocarse el hombro cuando saltó al estanque en la base de Hermit Falls. Menos de un minuto después, otro individuo saltó y, al parecer, se quebró las piernas.

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Guarin, de 40 años y residente en Long Beach, dijo que las intenciones de las personas que estaban saltando eran obvias: querían hacer un video de ellos mismos y publicarlo en las redes sociales.

Esta sed de mostrarse entre los excursionistas -a menudo inexpertos y poco preparados, para capturar un “me gusta” y compartir las imágenes en Instagram y otras redes sociales- generó un aumento significativo de operaciones de rescatistas, la mayor cantidad en cinco años. Es un incremento del 38% en comparación con las 491 efectuadas en 2013.

Los líderes de los equipos afirman que el factor más importante para ese aumento es que las personas publican videos de actividades extremas en línea. Luego, sin pensar en la dificultad, otros intentan recrear su propia versión de esos 15 segundos de gloria. Grupos de rescate en los condados de Santa Bárbara y San Bernardino han experimentado incrementos similares en este tipo de episodios.

“La gente hace videos de ellos mismos saltando desde Hermit Falls o hacia un estanque en Malibu, y lo publican en la primavera, cuando hay una cantidad importante de agua. Pero ahora hay menos caudal, entonces lo que solía ser un estanque de 10 pies, tiene ahora cinco”, precisó Michael Leum, quien supervisa los equipos de Búsqueda y Rescate del Departamento del Sheriff. “Son como dardos entrando a esos estanques poco profundos”.

En Instagram, los mensajes de los visitantes que se aventuran a las cascadas y los pozos de agua en el Angeles National Forest y otras áreas de recreación muestran a los excursionistas transformándose en modelos, adoptando aparentemente las mismas posturas en los mismos lugares.

Está la pose sensual en una roca; a veces es una pose contemplativa, mirando hacia el cielo. La línea del tema es a menudo una cita sobre la naturaleza, pero otras es solo un juego de palabras que hace referencia a “Waterfalls” (Cascadas), un éxito del grupo de R&B de la década de 1990 TLC.

Otros alardean sobre lo geniales que son sus amigos. Algunos visitantes incluso se visten especialmente, ya sea con trajes y prendas de noche para una sesión de fotos, o como sirenas. A veces, algunos se desnudan, porque ‘sólo se vive una vez’.

Habiendo pasado la infancia en el Valle de San Gabriel, Robert García recuerda cuando Eaton Canyon y Monkey Canyon, pozos de agua de difícil acceso, eran conocidos solo por los lugareños. Hoy en día, es fácil encontrar las rutas en línea y videos en YouTube que explican qué tan divertido puede ser para alguien.

A boy plays on slippery rock at Hermit Falls in the San Gabriel Mountains Saturday.

A boy plays on slippery rock at Hermit Falls in the San Gabriel Mountains Saturday.

(Wally Skalij / Los Angeles Times)

García, jefe de bomberos del Angeles National Forest, no desalienta a las personas a disfrutar del aire libre, pero señala que muchos accidentes son evitables y ocurren cuando la gente se sale del camino o ignora las advertencias oficiales sobre un área cerrada -como las cataratas superiores de Eaton Canyon- y la visita de todos modos.

“Más allá de la seguridad, hay un perjuicio para los recursos”, aseveró García. “Los senderos están diseñados teniendo en cuenta la reducción de daños y la protección de los recursos, por lo cual los senderos creados por los usuarios no tienen ese nivel de planificación”.

Hace tres años, Daniel Sedha y su familia querían visitar Switzer Falls, una impresionante cascada y estanque de 50 pies en el bosque nacional. Sin embargo, terminaron en el sendero equivocado. Aunque habían planeado finalizar su caminata en la base de la cascada, terminaron trepando a la cima.

Sedha caminó hacia la cresta e intentó subir a un lugar plano donde la parte superior de la cascada generalmente cae. Segundos después, se deslizaba hacia abajo.

Su familia lo escuchó caer -un ruido sordo como el de un saco de patatas que golpea el suelo- antes de verlo. Todos pensaron que estaba muerto.

Sedhe se rompió la pelvis y el cóccix. Se golpeó el lado derecho de la cara y todavía no recuperó la sensibilidad sobre su ceja. Sus codos muestran las cicatrices de su intento de no caer en picado sobre la roca.

“Recuerdo haber sentido esa sensación de deslizamiento, y luego fue casi como una gran dicha, como euforia, esa sensación de flotar”, afirmó Sedha, de 19 años y residente de La Mirada. “Desde la pendiente quedé en el aire, y eso fue todo. ¡Pum! Caí 50 pies”.

Sedha admite rápidamente que no estaba preparado para su caminata de ese día. Por empezar, usaba zapatillas que no proporcionaban el mismo nivel de agarre que las botas de montaña.

En el mundo del senderismo, “los 10 elementos esenciales” es una frase común para designar una lista informal de elementos recomendados: un mapa, una brújula, bloqueador solar; comida, agua y ropa extra, una linterna o un farol, un botiquín de primeros auxilios, fósforos y un cuchillo.

Las listas varían, pero los funcionarios están de acuerdo en que la mayoría de las personas a quienes salvan no cuentan con esos elementos. A veces, caminan en sandalias.

La proximidad del Angeles National Forest a Los Ángeles -llegar desde el centro de la ciudad hasta el comienzo del sendero de Switzer Falls generalmente toma menos de una hora en auto-, puede dar a las personas una falsa sensación de seguridad. Pero poco después de ingresar al bosque, el visitante pierde la recepción del teléfono celular, que permanecerá irregular en toda la zona. Muchas personas ni siquiera tienen eso en cuenta. En cambio, la gente a menudo ingresa al lugar con la esperanza de imitar una #aventura que han visto.

“Es probable que hayan consultado un mapa de Google de la caminata y no se hayan dado cuenta de que hay una elevación de 3,000 pies y se trata de un sendero de tres millas”, indicó Quintin Humphrey, ingeniero del Departamento de Bomberos del condado de Los Angeles que regularmente atiende llamadas de rescate al Angeles National Forest. “Creo que esas son las cosas que nunca cruzan la mente de las personas, mientras que hace 20 ó 30 años los visitantes estaban tal vez más preparados para eso y tenían una mentalidad más apta para acampar”.

Guarin todavía piensa en los dos hombres a quienes vio ser trasladados a un hospital en helicóptero. “Me preocupa lo que la gente está dispuesta a hacer: esto no es divertirse. Arriesgan todo sin ninguna razón”, aseguró.

Bueno, todo sea por los “Me gusta”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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