Anuncio

‘There’s Something About Mary’ cumple 20: sus creadores y elenco comparten recuerdos de las escenas más arriesgadas (sí, gel para el cabello)

Share

En 1998, “There’s Something About Mary” era sinónimo de ‘incredulidad’.

¿Recuerda la escena en la que las partes privadas de Ben Stiller, sus “franks and beans” (salchicha y frijoles), quedan al descubierto con vívidos detalles? ¿Y quién puede olvidar el gel particular que hacía que el cabello de Cameron Díaz se mantuviera erguido durante una cita con Stiller?

La comedia, obscena, hilarante y sorprendentemente tierna, convulsionó al público y deslumbró a los críticos hace 20 años. En 2000, el American Film Institute (AFI) clasificó a “Mary” en el número 27 en su lista de las 100 mejores comedias estadounidenses, entre “Being There” y “Ghostbusters”.

“Eso es buena compañía”, afirmó Bobby Farrelly, quien junto con su hermano, Peter, coescribieron y dirigieron el film que marcó el comienzo de una nueva era de comedias clasificadas como R (sólo apta para mayores).

Anuncio

En ese momento, las comedias para mayores de 13 años (PG-13) como “Dr. Dolittle” - lanzada ese mismo verano, dos semanas antes que “Mary “- eran la norma. “No había habido una comedia con clasificación R en mucho tiempo”, comentó Bobby en una entrevista telefónica desde Vancouver, donde él y Peter filman la serie de televisión “Loudermilk”.

“Queríamos hacer algo más para adultos. No íbamos a contenernos. ‘Animal House’ era un film que nos encantaba en la infancia. Los chistes que esos muchachos estaban dispuestos a intentar es lo que nos motivó”.

Bradley Thomas, coproductor de la película, dice que hacer “Mary” fue “mágico, todo fue simplemente divertido”. Markie Post sigue orgullosa de su aparición como la madre de Mary, aunque en ese momento pensaba jocosamente que “la cultura tal como la conocemos se ha acabado”.

No es que toda la inspiración humorística de los hermanos Farrelly fuera un instinto básico. La idea de utilizar al descentrado cantante y compositor Jonathan Richman como el coro griego de la película provino de la comedia de 1965 “Cat Ballou”, que presentaba a Stubby Kaye y Nat King Cole como trovadores.

En Hollywood, todo el mundo es tan bueno como su última imagen. En ese momento, para los Farrelly, esa era la comedia de bolos “Kingpin”. Después del fenomenal éxito de su primer largometraje, “Dumb & Dumber”, ésta no había sido tan exitosa en la taquilla (desde entonces halló su audiencia en el video hogareño y es considerada un favorito de culto). Pero los Farrelly tenían un fan en 20th Century Fox: el ejecutivo de marketing y distribución Tom Sherak.

“Nos dijo que le lleváramos el próximo proyecto que nos apasionara”, recordó Bobby. “Le advertimos que íbamos a expandir los límites, y él nos dio la oportunidad de hacer la película que queríamos hacer”.

“Mary” recuperó la magia de “Dumb & Dumber’s”. Ganó casi $370 millones en todo el mundo y allanó el camino para “American Pie”, que se estrenó un año después, y para películas como “The 40-Year-Old Virgin”, más adelante.

Ed Decter y John J. Strauss, amigos de los Farrelly, escribieron el guión original. La idea general era un triángulo romántico: un chico aún prendido de su amor de la preparatoria, contrata a un investigador privado para rastrearla, pero éste también se enamora de ella. “Pensamos que era una gran idea y un gran título”, expuso Farrelly. “El proyecto se había ido al infierno durante su desarrollo en los estudios. Cuando terminamos ‘Kingpin’, los llamamos y les preguntamos si podíamos tomar su idea y hacer algo con ella. Fue una colaboración”.

En esencia, “Mary” es la historia de amor sincera entre Ted (Stiller) y Mary (Díaz), que se ve complicada por el inescrupuloso investigador Pat Healy (Matt Dillon), el confidente de Mary (Lee Evans) y muchos otros enamorados del personaje central. Pero hay varias escenas que hacen que “Animal House” parezca, bueno, “Dr. Dolittle “.

Bobby Farrelly, Lin Shaye (quien apareció como Magda, la amiga y vecina ultrabronceada de Mary en Florida), Post y Thomas compartieron sus recuerdos de “Mary”, y cómo lograron algunos de los momentos más arriesgados y memorables del film.

El baile de graduación

Ninguno de los amigos de Ted cree que él irá al baile de graduación con Mary (“¡Qué atractiva!”). Pero apenas la recoge en su casa, aparece en el baño con sus “salchicha y frijoles” atrapados en su cremallera. Casi igual de impactante fue la aparición de Post, de “Night Court’s”, como la madre de Mary, en una situación en la que usa un lenguaje muy fuera de lo común para una ‘novia de América’. Lo cual, afirma, es la razón por que los Farrelly le ofrecieron el papel; ella ni siquiera debió audicionar. “Simplemente querían ese impacto”, afirmó en una entrevista telefónica. “Yo suelo ofenderme fácilmente. Había leído el guión y pensé: ‘No puedo hacer esta película’, pero fui a conocerlos y fueron maravillosos. Por supuesto, lo hice y estoy muy contenta de ello, pero mi primera impresión fue: ‘No puedo dejar que mis padres la vean’, y nunca lo hicieron”.

Los Farrelly podrían haber dejado la situación de Ted librada a la imaginación, pero para “amplificar su vergüenza”, insertaron un primer plano de los “frijoles” expuestos. Para ello se creó una maqueta de cuatro por dos pies. Cuando llegó al plató, el equipo les preguntó: “No van a mostrarlo, ¿verdad?”, recordó Farrelly. “Lo probamos y la reacción de la audiencia fue tan buena como podríamos haber esperado. Peter Chernin, entonces jefe de Fox, vio la película con una audiencia. Pensamos que podría pedirnos hacer una proyección sin ese primer plano, pero nos dijo: ‘Es perfectamente censurable; no toquen nada’. Y eso fue todo”.

“¿Eso es gel para el cabello?”

“Pete tenía la semilla de una idea, literalmente, y nos limitamos a seguirlo”, bromeó Farrelly sobre la escena más notoria de “Mary” que, tal como Variety apuntó, “instantáneamente ocupa su lugar en los anales de una graciosísima comedia asquerosa”. Lo que Farrelly recuerda más acerca del armado de la escena es el momento de elegir la muestra residual, por llamarla de algún modo, que se fijaría en la oreja de Stiller. “Había 20 de ellas en un maletín, todas diferentes”, contó. “Cada una tenía su propia personalidad. El tipo de utilería me dijo: ‘Tú elige una’”.

El truco fue convencer a Díaz -quien se frota el fluido en su propio cabello y convierte la escena en un clásico instantáneo- de que sería algo divertido y no simplemente asqueroso, y que no sabotearía su incipiente carrera. “Como hacemos con cada film, preguntamos a los actores por adelantado si están contentos con todo”, confesó Farrelly.

“Pudo haber sido un momento definitivo para su carrera, y no queríamos obligarla a hacerlo”. Le dijimos, “Cameron, si la audiencia siente repulsión, lo sacaremos”. Dejamos que ella decidiera. Cuando probamos la película y vio al público riendo, dijo: ‘OK, estoy de acuerdo con ella’”.

Magda y Puffy

Aún cuando no estaba en el guión, una de las notas más humorísticas de “Mary” ocurre entre Shaye y su coestrella canina, Slammer, quien interpreta a Puffy. Shaye le dedica una gran atención a su perro, quien le devuelve el favor y algo más.

“Esa escena fue la primera del día”, contó Shaye en una entrevista telefónica. “Eran las 7:30 de la mañana, lo cual significa que tuve que maquillarme cuatro horas antes. Comenzamos y Pete salió y dijo: ‘Vamos chicos, vamos a hacer algo bueno’. Para elevar la energía, recogí a Slammer y lo sostuve en el aire, sobre mí. Y el perro comenzó a besarme. Mi trabajo era permanecer en la escena, así que seguí adelante. Cuando Pete gritó ‘Corten’, dijo que había sido un momento fantástico. Slammer me amaba; venía a mirarme, miraba a su entrenador y luego trepaba a mi regazo”.

Al igual que muchas escenas de la película, ver cómo Puffy lame locamente la cara de Magda es repugnante, hilarante y dulce, todo a la vez. “Para su crédito, ella simplemente la interpretó como si fuera algo que hacía todo el tiempo”, dijo Farrelly. “Es una actriz comprometida; hace [sus escenas] mejor de lo que imaginamos. Encuentra la manera de llevarlo todo al siguiente nivel”.

“Buttercup”

La mayoría de las comedias buscan dejar a sus audiencias riendo. “Mary” los deja cantando el irresistible éxito de The Foundations “Build Me Up Buttercup”, de 1969. “Quieres que la gente salga del cine con un broche de oro”, destacó Farrelly. “Es más fácil decirlo que hacerlo. Creo que fue idea de Pete poner una canción divertida al final. ‘Buttercup’ era uno de sus temas favoritos durante nuestra infancia. Pone a todos de buen humor; tiene esa sensación como de ‘Sweet Caroline’. Cuando la gente en un bar la escucha, dicen, ‘Oh, me encanta esa canción’”.

Al final de cada día de rodaje, recordó Thomas, por los parlantes en el plató se escuchaba “Buttercup”, y ellos filmaban mientras los personajes cantaban y bailaban algunos versos de la canción. “Así es como terminaban los días, cantando ‘Buttercup’. ¿Qué mejor podría ser?”

La duda inevitable: ¿Una secuela? “¿Cómo sería eso?”, preguntó Farrelly retóricamente. “Lo pensamos un poco, pero esta es una película que queremos que se destaque por sí sola. Ahora Pete y yo estamos tratando de adaptarla a un musical de Broadway... Hay un par de momentos que debemos descubrir cómo hacer en el escenario. Ese ha sido nuestro desafío”.

Shaye todavía escucha a muchos decir “Oh por Dios, es esa mujer”, cuando la reconocen por sus películas de los Farrelly (ha actuado en cinco). “‘Mary’ está en [TV] a menudo”, afirmó. “Las personas que la miran por primera vez la aman, y quienes ya la han visto, vuelven a hacerlo una y otra vez. Estoy agradecida de ser parte de eso”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

Anuncio