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Sancionan a una médica de celebridades por usar una polémica terapia contra la menopausia

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Una médica de Santa Mónica que promocionaba una polémica terapia para la menopausia en el canal Oprah Winfrey Network y atendía a pacientes famosas, como la modelo Cindy Crawford y la actriz y autora Suzanne Somers, fue disciplinada por la junta médica de California por negligencia grave.

En un acuerdo aprobado en agosto, la Junta Médica de California puso a la Dra. Prudence Hall en un período de prueba durante cuatro años, acusándola de “desconocer” los posibles riesgos que plantean las hormonas de origen vegetal -incluido el cáncer- y por no controlar a sus pacientes correctamente.

Hall utilizó numerosas hormonas para tratar a dos mujeres, según la junta, desconociendo un agresivo cáncer uterino en una de ellas y tratando a la otra según un “diagnóstico incorrecto, de tal manera que [Hall] obtuviera ganancias financieras”.

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“Mi mandíbula cayó hasta el piso. Esto es simplemente atroz”, expresó la doctora Jen Gunter, obstetra y ginecóloga del Área de la Bahía, que revisó el informe del consejo médico. “Uno se entera de todos estos autodenominados especialistas en medicina funcional, que ofrecen estos tratamientos. Nunca en mis sueños más locos pensé que haría algo así”.

Una declaración emitida por el publicista de Hall, el 10 de septiembre, no abordó los detalles de los hallazgos de la junta, y en general defendió los resultados de la médica, así como su compromiso con los pacientes.

“La Dra. Hall continúa dedicando su carrera y su vida a ayudar a las pacientes a lograr una salud y bienestar óptimos”, asegura la declaración. “Ella utiliza los avances en la medicina moderna, además de terapias naturales probadas. La incorporación segura de los resultados de las últimas investigaciones médicas le ha permitido obtener efectos excepcionales para sus pacientes”.

La declaración agrega que Hall “se une a médicos respetados en todo el mundo que también están usando” este tipo de tratamiento hormonal.

Las terapias hormonales prescritas por Hall están supuestamente adaptadas a las necesidades de las pacientes individuales y, en general, no están aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés). Se les conoce como “bioidénticas” porque su estructura molecular es la misma que la de las hormonas naturales que se encuentran en el cuerpo de una mujer, incluidos los estrógenos y la progesterona.

Hall afirmó haber tratado a más de 40,000 pacientes con ellas durante más de 30 años. Bajo los términos de su acuerdo con el consejo, ya no se le permite promocionarse como especialista en terapia hormonal, como ginecóloga obstetra o endocrinóloga, y debe someter su consultorio a la supervisión de un médico externo, que reportará a la junta profesional. Sí se le permitirá continuar atendiendo a mujeres para el tratamiento de la menopausia y otros problemas de salud.

Su caso es una posible advertencia para muchos otros médicos y proveedores que han adoptado tales terapias hormonales no aprobadas. Popularizadas por testimonios de celebridades femeninas, estas hormonas hechas por encargo son utilizadas por hasta 2,5 millones de mujeres en Estados Unidos, según un estudio.

Los representantes de Crawford y Somers se negaron a comentar en este artículo.

Hall fue aclamada por sus seguidoras como una “pionera” en este tipo de terapia hormonal bioidéntica personalizada; la especialista se ha presentado en la televisión nacional y en infomerciales promoviendo dichos tratamientos como una fuente virtual de la juventud. “No se trata de la edad; se trata de cuán saludables son sus hormonas”, le dijo Hall a Sarah Ferguson, la duquesa de York, en una conversación en el Oprah Winfrey Network, en 2011. “Es nuevo pensar que no tenemos que envejecer y enfermar”.

En sus apariciones, Hall comunica un mensaje atractivo para las mujeres que entran en la década de los 50 y los 60 años, y que buscan un alivio “natural” de los sofocos, sudores nocturnos, pérdida de la libido, envejecimiento de la piel u otras preocupaciones.

Los tratamientos hormonales que ofrece son “como agua para una planta”, le dijo Hall a Somers en un episodio del programa de televisión de esta última, “The Suzanne Show”. “¿Cómo podría ser mala el agua para una planta? Las hormonas no causan cáncer”.

El Dr. David Gorski, cirujano oncólogo, profesor de cirugía en la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Wayne y veterano crítico de la medicina alternativa no probada, rechazó la analogía de Hall. “No soy jardinero ni nada parecido”, dijo, “pero incluso yo sé que demasiada agua puede matar una planta”.

Muchos otros médicos e investigadores afirman que no hay evidencia que respalde las afirmaciones de Hall y otros médicos, de que los tratamientos personalizados son más efectivos o más seguros, o que actúan de forma diferente en el cuerpo que las terapias de reemplazo hormonal aprobadas por la FDA.

Ciertas hormonas bioidénticas, a diferencia de las utilizadas principalmente por Hall, están aprobadas por la FDA. Se fabrican en plantas farmacéuticas con fórmulas estándar y se ha demostrado que alivian los síntomas de la menopausia, aunque no se han probado en ensayos grandes a largo plazo, según un informe de Harvard Women’s Health Watch.

Las terapias personalizadas utilizadas por Hall y otros médicos se preparan en farmacias de recetas magistrales y, en general, su seguridad y eficacia no están comprobadas, según Harvard Women’s Health Watch y otros informes.

Los compuestos bioidénticos son un gran negocio. En 2013, las ventas de estos productos en EE.UU. fueron estimadas por un estudio en $845 millones, en comparación con un mercado de $3,700 millones para los medicamentos tradicionales de reemplazo hormonal aprobados por la FDA.

“Existe una clara preocupación de que, para algunas mujeres, puedan ser peligrosas”, aseveró la Dra. Janet Pregler, directora del Centro de Salud Femenina Iris Cantor, de UCLA. “A menudo estas [hormonas] se presentan como libres de riesgo, cuando nosotros, como médicos, sabemos que nada de lo que colocas en tu cuerpo está exento de riesgos”.

Las mujeres apelaron en masa al tratamiento con hormonas bioidénticas después de que Women’s Health Initiative, un estudio financiado con fondos federales sobre una terapia de reemplazo hormonal para mujeres menopáusicas, fue interrumpido prematuramente en 2002 por preocupaciones sobre un elevado riesgo de cáncer de mama, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.

Hall, de acuerdo con los investigadores de la junta médica, le indicó a una paciente con antecedentes familiares de cáncer uterino un régimen de hormonas bioidénticas, después de que la mujer se quejó de “cero libido” y migrañas menstruales. También le prescribió yodo y dos suplementos de hormonas suprarrenales. La paciente comenzó a sangrar -un posible signo de advertencia de cáncer uterino- pero Hall le recetó más hormonas, según la junta médica.

Finalmente, la paciente desarrolló una masa cancerosa en el útero; los investigadores de la junta alegaron que Hall no pudo detectarla, después de realizarle ultrasonidos a la paciente para cuyo análisis no estaba certificada. La médica le cobró a la mujer $7,000 durante tres años por el tratamiento, según el consejo.

En los dos casos por los cuales Hall fue disciplinada -que ocurrieron entre 2011 y 2015- la junta médica descubrió que había tratado a mujeres que aún no estaban en la menopausia, pero que había diagnosticado incorrectamente como perimenopáusicas. El término describe los años inmediatamente anteriores a la menopausia, que pueden crear síntomas incómodos, como bochornos y baja libido. Las pruebas de laboratorio de las pacientes mostraban valores hormonales dentro de los parámetros normales, indicó la junta.

La segunda paciente tenía muchas otras condiciones, incluida la diabetes y un historial de trastornos psiquiátricos, según el consejo. La junta indicó que Hall la diagnosticó con hipotiroidismo, cuando ninguna evidencia clínica respaldaba tal trastorno, y que aberraciones posteriores que surgieron en análisis clínicos en realidad habían sido causadas por el tratamiento de la médica.

Hall se presentaba ante las pacientes como especialista en “equilibrio hormonal” o “endocrinología”, pero no tiene ninguna formación de posgrado acreditada en endocrinología médica o reproductiva, según el consejo profesional.

No es la primera vez que la junta médica de California impone sanciones disciplinarias a un médico por prescribir tales hormonas bioidénticas.

En 2009, puso al Dr. Michael Platt, de Rancho Mirage, en un período de prueba de cinco años después de acusarlo de negligencia e incompetencia por sus tratamientos a varios pacientes. Platt, autor de El milagro de las hormonas bioidénticas, más tarde se vio obligado a entregar su licencia.

Los expertos aseguran que dichos médicos aprovechan la vulnerabilidad de las pacientes a medida que envejecen. “Todos tememos que envejecer y perder la sexualidad, y por la forma en que la sociedad hace sentir a las mujeres, ellas son más vulnerables, sin duda”, aseguró Gunter, la ginecóloga obstetra del Área de la Bahía. “No culpo a los pacientes por ir al médico y confiar en ellos. Culpo a los médicos por decir que esto de alguna manera puede ayudarlos”.

* Barbara Feder Ostrov es corresponsal de Kaiser Health News, una publicación editorial independiente de Kaiser Family Foundation. La revista Sheila Cosgrove Baylis of People contribuyó a este informe.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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