Anuncio

Patrulla Fronteriza limita a 30 minutos las visitas de las familias en el parque de la Amistad

Share

Por años las familias se han reunido en el parque de la Amistad (Friendship Park) para sostener conversaciones tranquilas y acariciarse los dedos a través de las vallas metálicas que separan San Diego y Tijuana. Pero una nueva política de la Patrulla Fronteriza ahora limita esas visitas a 30 minutos.

Bajo la nueva política, confirmó un portavoz del sector San Diego, no más de 10 personas pueden estar al mismo tiempo en el área que se encuentra entre las dos cercas de vigilancia y control fronterizo.

Las fotos y videos en el lugar están prohibidos, y ya no está permitido el acceso al jardín binacional.

Anuncio

El sitio, en el límite del parque estatal Border Field, en la esquina suroeste de San Diego, está abierto los sábados y domingos de 10 a.m. a 2 p.m., lo cual no cambió bajo la nueva política.

“El círculo de la Amistad está ubicado dentro de la zona de vigilancia de la Patrulla Fronteriza en la frontera México-Estados Unidos”, dijo un portavoz del sector San Diego, utilizando el nombre de la Patrulla Fronteriza para el sitio. “La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos tiene el compromiso de garantizar la seguridad de quienes visitan el círculo de la Amistad”.

Jannet Fernández, de 39 años, va con su familia al parque varias veces al mes para ver a sus padres y hermanos que viven en Tijuana. Generalmente, llega a las 10 a.m. y se queda hasta que cierra el parque.

“Mi mamá me dice todo el tiempo, ‘te extraño mucho, y me gustaría que estuvieras aquí conmigo, tomaras café o comieras y platicáramos’”, comentó Fernández. “A veces llora, pero yo le contesto, ‘mamá, no llores. Algún día voy a estar contigo y tomaremos un café y haremos todo’”.

Fernández, quien ha estado en Estados Unidos por más de una década, está esperando que se procesen los documentos que le permitirán cruzar la frontera para visitar a su familia. Hasta entonces, ir al parque es la única forma en que puede ver a su madre en persona.

Fernández se encontró con las nuevas disposiciones cuando llegó al parque para una visita el fin de semana con su familia.

“No me gusta para nada”, expresó Fernández. “Nos tratan como si fuéramos malas personas, malas familias que van a hacer algo. Todo lo que queremos hacer es ver a nuestra familia”.

Aunque Fernández vive en el área, otras familias de Los Ángeles o Las Vegas viajan para ver a sus seres queridos en el parque de la Amistad, explicó, y es triste que no puedan pasar más tiempo en la cerca.

La decisión disgustó a Enrique Morones, director de Angeles de la Frontera, organización que frecuentemente realiza actividades en el parque, y que intensificó las tensiones entre él y Rodney Scott, nuevo jefe del sector San Diego.

“Ahora, sin previo aviso, su equipo reduce drásticamente el espacio en el parque de la Amistad, reduce el tiempo de visita a 30 minutos en lugar de cuatro horas, reduce el número de personas en el parque de 25 a 10, ya no permite que las familias u otras personas tomen fotos de sus seres queridos, ¿todo en nombre de la seguridad nacional? ¡Qué vergüenza!”; escribió Morones en un correo electrónico reciente a Scott. “El mundo entero está mirando con horror como este gran país ha abandonado su elevada moral y justifica el nativismo, la exclusión y la disertación honesta. Todos queremos fronteras seguras, pero decirle a las familias que ya no pueden abrazarse y reducir su espacio y tiempo asignado es inmoral y una violación de los derechos humanos”.

“Muy decepcionante”, respondió Scott, diciendo que discutirían el tema en una reunión proximamente.

“La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos sector San Diego mantiene, desde hace mucho, relaciones de cooperación y asociación con Border Angels, Amigos del Parque de la Amistad y muchas otras instituciones cívicas”, informó Scott al Union-Tribune cuando se le pidió aclarar lo que encontró decepcionante. “Mis relaciones profesionales, e incluso las amistades personales con algunas de las personas que conforman estos grupos, datan de hace varios años. Profesionalmente, puede que no estemos de acuerdo en todos los temas, pero la confianza y las amistades que se han establecido históricamente nos han permitido participar en un diálogo respetuoso”.

Morones y Scott han estado en desacuerdo desde que la Patrulla Fronteriza anunció que la agencia ya no abrirá periódicamente una puerta en la valla para permitir que las familias se abracen en eventos altamente publicitados organizados por Morones.

En noviembre, en una apertura de la puerta, una ceremonia de boda sorpresa entre una mujer mexicana y un ciudadano estadounidense, que resultó tener una condena por tráfico de drogas, puso los eventos bajo escrutinio y cuestionó las verificaciones de antecedentes de los participantes por parte de la Patrulla Fronteriza.

Aunque el anuncio de Scott de que la puerta permanecería cerrada se dio poco después de que se desarrollara el drama nupcial, no citó a las nupcias como una razón para el cambio.

Morrissey escribe para el U-T.

Anuncio