Anuncio

Vonn reconoce que la gloria olímpica la está dejando atrás tras obtener la medalla de bronce

Lindsay Vonn

Lindsay Vonn

(Gabriele Facciotti / AP)
Share

Algunas de las atletas más grandes en la historia terminaron sus carreras con espectaculares presentaciones que encapsularon su magia en el deporte, como cuando Kobe Bryant anotó 60 puntos en su último partido y Ted Williams pegó un jonrón en su última oportunidad al bate.

Otros se fueron avergonzados, y algunos sin mucha gracia. Muhammad Ali fue derrotado por un mediocre Trevor Berdick. Zinedine Zidane se fue tras un cabezazo que resultó en su expulsión en la final de una Copa del Mundo.

La mayoría de los atletas icónicos han tenido salidas entre los dos extremos, salidas no tan grandes, tampoco horribles y algunos hasta olvidables. Así será cuando muchos recuerden la carrera de Lindsey Vonn en 20 o 30 años por ahora, algunos tendrán que visitar los datos para recordar algunas cosas. En lo que se espera que sean sus últimas Olimpiadas, la esquiadora más grande en la historia ganó la medalla de bronce el miércoles en la disciplina que más destaca, el esquí alpino de la rama femenil.

Anuncio

Vonn competirá nuevamente el jueves en competencia alpina pero no se espera que gane alguna medalla. Obtuvo también el sexto puesto en slalon supergigante.

Vonn no fue Peyton Manning o John Elway, que ganaron Super Bowls en sus últimos partidos. Tampoco “se murió mientras esquiaba” como algunos simpatizantes del presidente Trump querían cuando dijo que no visitaría la Casa Blanca si la invitaban.

Lo más probable es que su presentación del miércoles confirmó que estos Juegos probablemente serán sus últimos. Tiene planes de competir en la próxima temporada, pero nadie espera que vuelva a competir en cuatro años. Con 33 años, ya ha perdido la capacidad para sorprender al mundo.

Cuando le preguntaron si extrañaría las Olimpiadas, Vonn dijo: “Sí”.

Luego hizo una pausa.

“Sí, voy a extrañar las Olimpiadas”, expresó. “Fue una de las razones por la que estaba tan emocional hoy. Me encanta competir en las Olimpiadas. Me gusta estar en la reja de salida con tanta presión que te sientes sofocada, pero aún tienes que dar todo de ti, y tienes que arrojarte en la montaña con la esperanza de obtener una medalla. Absolutamente, lo voy a extrañar”.

“Me encantaría esquiar, me encantaría que mi cuerpo no me duela tanto como lo hace ahora”.

Su historia de los últimos ocho años ha sido el cuento de una lesión tras otra.

No estuvo en las Olimpiadas previas, los Juegos de Sochi 2014, porque sufrió una lesión de rodilla.

Considerando todo lo que tuvo que hacer para llegar a estos Juegos, Vonn estaba satisfecha con su medalla de bronce.

“Los últimos ocho años han sido de altibajos”, dijo Vonn. “Muchos episodios bajos diría, especialmente de 2013 hasta ahora. Pero todo eso ha hecho lo que soy ahora. Me ha hecho una persona más fuerte y también te ayuda a apreciar cada oportunidad que tienes. Estoy muy agradecido de estar aquí y de estar en este podio en lo que probablemente es mi última prueba de esquí alpino. Es tan difícil de estar en el podio en las Olimpiadas. Estoy orgullosa de tener otra medalla y de estar en el podio en la próxima generación en el deporte.

No pudo comparar lo que sucedió el miércoles cuando ganó la medalla de oro en los Juegos de Vancouver 2010.

“Fue un momento muy diferente en mi carrera”, dijo Vonn. “La medalla de oro en Vancouver marcó un recorrido en mi carrera y no creo que necesariamente significa menos o más que esta medalla ahora, fue una experiencia diferente. En ese momento estaba en la cima del mundo y aún me siento en la cima del mundo también porque estoy haciendo lo que me gusta. Solamente que ahora tengo un entendimiento diferente en la vida, ¿sabes? Estaba también muy joven. Ahora tengo 33. A la edad que tengo, estoy muy bien. Creo que la perspectiva que tienes es importante”.

La medalla de oro estuvo fuera de alcance por un momento cuando cruzó la línea de meta. Goggia había esquiado dos lugares antes. Vonn hizo una broma y le enseñó el dedo a su rival, quien luego la nombró la mejor esquiadora que ha vivido.

Vonn cayó de segundo a tercer lugar cuando Ragnhild Mowinckel completó el circuito en 1:39:31.

Vonn estaba no solamente en llanto por el pensamiento de que su carrera estaba de bajada, pero también por el recuerdo de su abuelo, quien murió el 1 de noviembre. Tenía 88 años.

Mandó un beso al cielo cuando cruzó la línea final, como tributo a él.

“Quería desesperadamente ganar hoy por él”, dijo. “No hice eso, pero gané el bronce y creo que estaría orgulloso de mí”.

For the original story in English, please click here.

Anuncio