Mattel creó la nueva Barbie de Frida Kahlo, pero los herederos de la artista quieren bloquear su venta

Mientras el mundo honraba a las mujeres esta semana, una feroz batalla surgió aquí por los derechos de imagen de una de las más celebradas del siglo XX: Frida Kahlo, la artista mexicana que murió en 1954 y cuya iconografía reapareció ahora en formato de Barbie.

La disputa enfrenta a los descendientes de Kahlo, en México, contra el gigante de juguetes Mattel, que lanzó la muñeca Barbie Frida Kahlo justo a tiempo para el Día Internacional de la Mujer.

Mattel afirma tener los derechos legales para usar la imagen de Kahlo, mientras que los familiares de la artista lo niegan. Las redes sociales y la prensa en México acompañaron la polémica.

La muñeca Kahlo luce la conocida corona floral, el cabello negro trenzado, el vestido estampado y suelto, el chal con flecos y los pendientes y el collar de rigor. Sin embargo, carecen de la clásica ‘ceja entera’ de Kahlo, su muy comentado bello en el bozo y las chucherías que adornaban la mayoría de sus dedos. Mattel también la hizo lucir más delgada.

La compañía promociona actualmente la muñeca Kahlo como parte de una nueva línea de Barbie, la más reciente iniciativa de la compañía para diversificar esa marca, estrenada en 1959.

La historia de Kahlo, una figura que trascendió el rol de víctima, resuena profundamente en la actualidad, al igual que su política izquierdista, su vida bohemia y su estilo y apariencia singulares.

Su rostro enigmático mira fijamente desde camisetas y joyas, tazas de café, ceniceros, carteles, botellas de tequila, y ahora tiene una versión de Barbie. La muñeca salió a la venta esta semana en el sitio web de Mattel por $29,99; se agotó rápidamente y pronto se repondrá, adelantó una portavoz de la compañía.

“La muñeca Frida Kahlo de Barbie Inspiring Women celebra los logros pioneros, el heroísmo y las duraderas contribuciones que Frida hizo al mundo del arte y las mujeres”, señala el sitio web de Mattel. “Su extraordinaria vida y su arte continúan influenciando e inspirando a otras personas a seguir sus sueños y pintar sus propias realidades”. Las otras dos muñecas iniciales de la serie “Inspiring Women” representan a Amelia Earhart, la pionera aviadora, y a Katherine Johnson, matemática afroamericana.

Mientras que los comentaristas están profundamente divididos acerca del aspecto de la muñeca Kahlo de Mattel, la controversia no se centra en la estética. La pregunta es si la empresa tenía derecho a usar la imagen de la artista plástica en primer lugar.

Mattel, con sede en El Segundo, afirmó en un comunicado que tiene un “acuerdo legalmente vinculante” con el propietario de los derechos sobre el nombre y la identidad de la pintora “para hacer una muñeca a semejanza de la gran Frida Kahlo”.

La firma remarcó que trabajó “en estrecha colaboración con Frida Kahlo Corporation, propietaria de todos los derechos relacionados con el nombre y la identidad de Frida Kahlo”, y que dicha compañía fue “una parte importante del proceso de desarrollo de la muñeca”.

Sin embargo, una descendiente de la artista, Mara Romeo, su sobrina nieta, lanzó una campaña pública alegando que Mattel procedió sin permiso legal. Romeo sostiene que ella y sus familiares retienen los derechos de la imagen, y amenaza con presentar una demanda para bloquear la distribución del juguete. “La empresa Mattel no tiene la autorización adecuada para usar la imagen de Frida Kahlo”, escribió Romeo en un mensaje de Twitter, que esta semana fue tendencia en las redes sociales mexicanas.

Mattel, escribió, puede haber sido víctima de “engaños” o de su “ignorancia”, afirmó, algo que la empresa de juguetes niega.

Frida Kahlo Corporation, con sede en Panamá, fue creada en 2005. Su sitio web presenta productos temáticos de la artista que incluyen cervezas, cosméticos, mousepads, llaveros, un “juego oficial de trivia de Frida Kahlo” y una tarjeta Visa prepaga -“Opere su banco con Frida”, aconseja el sitio-.

La corporación sostiene que adquirió los derechos de todos los artículos Kahlo a la difunta tía de la artista, Isolda Pinedo Kahlo, madre de Romeo y pionera en la comercialización del sello Kahlo.

Antes de su muerte, en 2007, Pinedo Kahlo defendió una línea de tequila Frida Kahlo, que desencadenó una fuerte controversia en México sobre lo que algunos consideraban el comercio de una artista conocida por su política izquierdista y su amistad íntima con Leon Trotsky, el revolucionario bolchevique ruso asesinado en 1940 en la Ciudad de México.

El debate sobre la comercialización del nombre y la apariencia de Kahlo, quien murió a los 47 años, se volvió más feroz a medida que su fama se extendía y su rostro se convertía en uno de los más reconocidos del mundo.

“Frida era militante del partido comunista”, afirmó el autor David Martin del Campo, el año pasado, al presentar un nuevo libro sobre la pintora. “Nunca hubiera querido ser un elemento de comercialización en bolsas, camisetas o calcetines”.

Frida Kahlo Corporation rechaza la queja de la familia. “No hay discusión alguna aquí”, expuso Beatriz Alvarado, vocera de la corporación, hablando desde Florida. “Tenemos todos los derechos registrados”.

De hecho, añadió Alvarado, Romeo, la sobrina nieta que está desafiando el acuerdo de licencia de la corporación con Mattel, sigue siendo accionista de la empresa privada Frida Kahlo Corporation y una de los tres miembros de su junta directiva. “Creo que ella no está muy bien aconsejada por las personas que contrató”, señaló Alvarado.

Por su parte, Mattel intenta mantenerse por encima de la refriega. “Es muy extraño que ella [la sobrina nieta de Kahlo] no esté alineada con una empresa de la cual es accionista y miembro del directorio”, remarcó Michelle Chidoni, portavoz de Mattel. “Queremos asegurarnos de que la intención de esta línea no se pierda en una pelea entre dos partes que no son Mattel... La historia de Frida Kahlo es inspiradora y creemos que puede inspirar a más niñas”. La compañía sigue adelante con su plan de colocar las muñecas en las tiendas minoristas el 26 de marzo próximo, adelantó.

Ni Mattel ni Frida Kahlo Corporation aceptaron comentar sobre los detalles financieros del acuerdo de licencia.

Pablo Sangri, abogado de la familia de la pintora, destacó que los descendientes de Kahlo en México nunca fueron consultados en relación con el proyecto de la muñeca y se enteraron en las redes sociales. El letrado comentó que la sobrina nieta de Kahlo rompió su relación formal con la Frida Kahlo Corporation en 2010, en medio de pérdidas financieras y desacuerdos. Además, afirmó que la compañía solo tiene los derechos del nombre de Kahlo, no de su imagen. “Ciertamente no para lanzar una muñeca”, agregó Sangri, insistiendo en que la familia actúa por principio y no busca una compensación económica en su disputa pública con Mattel.

“Para la familia, esto no es una cuestión de dinero, es por el amor a todo lo que Frida Kahlo representa”, destacó el abogado, aunque notó que a los parientes de la pintura tampoco los contentó la apariencia de la muñeca. “Se ve muy estilizada, muy al estilo Barbie. Vamos a luchar para asegurarnos de que no salga a la venta”, remarcó Sangri.

Kahlo, cuya carrera fue eclipsada por la de su esposo, el gran muralista mexicano Diego Rivera, se convirtió en un ícono del siglo XXI; su vida turbulenta aparece en películas, libros, exposiciones y conferencias, mientras que sus trabajos idiosincráticos -muchos de ellos angustiantes autorretratos- están valuados en millones y son adquiridos por personas como Madonna.

Sus problemas bien conocidos -Kahlo sufrió polio y los efectos de un penoso accidente de tranvía, además de permanecer junto a un marido notablemente mujeriego- sumaron a su atractivo contemporáneo, al igual que su sabida bisexualidad.

Al igual que Ernesto “Che” Guevara, otro comunista e imperturbable admirador de la Rusia soviética, Kahlo se convirtió en una marca atractiva para una nueva era posterior a la Guerra Fría. Ese es, precisamente, el problema, ya que varias partes buscan formar parte de un lucrativo fenómeno global que algunos consideran la Fridamanía.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí