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ICE calienta el debate electoral por la inmigración

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Fue un grito débil pero ferviente en la extrema izquierda antes de pasar a la corriente principal, y se hizo eco entre algunos de los principales demócratas: ¡Abolir a ICE!

El impulso para descartar o al menos revisar la agencia de Inmigración y Control de Aduanas se convirtió rápidamente en otra de las cuñas políticas que divide al país y enardece a los partidarios más radicales.

Mientras su practicidad aún está por verse, la utilidad del tema y su emotividad subyacente es clara: le ha dado a los demócratas un llamamiento en contra de los excesos percibidos de la política de inmigración del presidente Trump, y a los republicanos una réplica contra las acusaciones de falta de corazón.

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Los esfuerzos de reforma, si es que existen, seguramente continuarán más allá de noviembre, cuando las elecciones de mitad de mandato determinarán el control del Congreso -un resultado que podría depender mucho del tema de inmigración y de qué partido enmarca mejor el debate en los próximos cuatro meses-.

¿Qué es ICE?

La agencia nació de una reorganización gubernamental posterior a los ataques terroristas del 11 de septiembre. La medida consolidó el Servicio de Inmigración y Naturalización y el Servicio de Aduanas de los Estados Unidos bajo un nuevo techo.

En términos generales, la responsabilidad de la entidad es rastrear a los inmigrantes que ingresaron sin autorización a Estados Unidos y se establecieron en el país. También funciona para evitar que mercancías falsas e ilegales, como armas de fuego, drogas y pornografía infantil, entren al territorio. No es responsable de patrullar las fronteras ni de la polémica política de separar a los niños de los padres detenidos en la frontera. Otra agencia, Aduanas y Protección Fronteriza, supervisa a la Patrulla Fronteriza.

Entonces, ¿por qué se debilita el apoyo a ICE?

No puedes resistirte, ¿cierto?

Perdón.

En primer lugar, no hay una gran cantidad de datos sobre las actitudes del público hacia ICE, una entidad de la cual la mayoría de la gente probablemente nunca había oído hablar hasta hace un mes. Una mejor pregunta podría ser: ¿por qué sus operaciones se convierten repentinamente en un problema?

Explícalo.

La agencia ya ha enfrentado críticas antes. The Intercept publicó un informe, en abril, que alegaba el abuso físico y sexual generalizado de los detenidos, uno de los varios informes que acusan a los agentes de comportamiento inapropiado.

Con el expresidente Obama, la agencia fue criticada por una serie de redadas de deportación que los críticos denunciaron como crueles y duras, en parte porque algunas involucraron la detención de niños pequeños.

Pero, ¿por qué toda esta atención ahora?

Las bien documentadas escenas de niños separados de sus padres en la frontera entre Estados Unidos y México crearon una crisis humanitaria y política para la administración Trump, agregando nueva urgencia a un problema -la inmigración no autorizada- que por mucho tiempo despertó fuertes sentimientos en lados políticos opuestos.

Luego, en una gran sorpresa, el mes pasado (junio) Alexandria Ocasio-Cortez, una política novata de 28 años, derrotó al representante Joseph Crowley, el demócrata de cuarto rango en el liderazgo de la Cámara, en una primaria del Congreso de la ciudad de Nueva York. Uno de las cuestiones que ella promovió fue la eliminación de ICE.

El llamamiento fue retomado por manifestantes en todo el país, que protestaron a inincios de julio contra las políticas de inmigración de Trump, y por dos presuntos aspirantes presidenciales demócratas en 2020, las senadoras Elizabeth Warren, de Massachusetts, y Kirsten Gillibrand, de Nueva York.

El senador independiente Bernie Sanders, de Vermont, la senadora demócrata Kamala Harris, de California, y el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti -también con interés en la Casa Blanca- han sido más circunspectos y solicitaron una evaluación completa de ICE, pero no su abolición absoluta.

¿Por qué se escucha a los republicanos frotarse las manos alegremente?

Muchos ven esto como un gran regalo político, el equivalente a la llegada de la Navidad en julio.

Esto se debe a que, en lugar de centrarse en la separación de padres y niños -algo que incluso algunos partidarios de Trump encuentran aborrecible-, el enfoque del debate sobre la inmigración ha cambiado a un terreno político considerablemente más favorable. Los republicanos, liderados por el presidente, han retratado los pedidos de reconstrucción de ICE como una iniciativa para que cese la protección de las fronteras del país.

“Escucho a los demócratas decir: ‘Queremos eliminar a ICE’”, le dijo Trump a sus partidarios, en una reciente recaudación de fondos en Virginia Occidental. “No eliminaremos a ICE, y no eliminaremos la aplicación de la ley”.

Cuando los demócratas piden “¡Abolir ICE!”, los republicanos lo traducen como “¡fronteras abiertas!”.

¿Es verdad?

No. Una vez más, ICE no tiene nada que ver con patrullar la frontera, aunque se encarga de ayudar a hacer cumplir las leyes de inmigración del país, y algunos padres que fueron separados de sus hijos están detenidos en sus instalaciones.

Pero es una acusación políticamente resonante y le da a Trump y sus aliados, que se pusieron a la defensiva por encima de la política de separación familiar, la oportunidad de tomar la delantera política. “Me encanta el problema”, aseguró Trump con sinceridad en una entrevista de Fox News.

Entonces, ¿hay muchos izquierdistas alternativos que claman por congelar a ICE?

En una carta enviada en junio a la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, los líderes de la división de investigación criminal de ICE pidieron una revisión de la agencia, alegando que su trabajo fue socavado por la rama responsable de las detenciones y deportaciones de inmigrantes. “Muchas jurisdicciones siguen negándose a trabajar con [la división de investigación] debido a la percepción de una vinculación con la política de inmigración civil”, escribió el grupo de agentes.

¿Qué está haciendo el Congreso al respecto?

Dos legisladores demócratas, los representantes Earl Blumenauer, de Oregon, y Mark Pocan, de Wisconsin, han propuesto una legislación para abolir a ICE. En respuesta, la Casa Blanca en un par de tuits acusó a Blumenauer y Pocan, respectivamente, de apoyar el contrabando de drogas y a los traficantes de personas.

¿Quieren decir respetuosamente?

No; respectivamente. No hay mucho respeto en nuestra política por estos días.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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