Anuncio

Desapareció hace 18 meses sin dejar ni una pista, ahora un policía voluntario tiene una complicada teoría de lo que le sucedió

Share

La primavera pasada, un policía de LAPD fuera de servicio llamado Mike Goldberg fue al cine con su esposa, en Laemmle en North Hollywood.

En el teatro, vio un volante acerca de una mujer desaparecida de 57 años, residente de Manhattan Beach, llamada Nancy Paulikas, que sufre de Alzheimer y había desaparecido el 15 de octubre de 2016, en Mid-City Los Angeles.

“He estado felizmente casado con mi esposa durante 25 años y no podía imaginar que esto le sucediera a alguien”, dijo Goldberg, un sargento de patrulla que trabajó como detective. “Si realmente eres policía, el caso te debe importar”.

Anuncio

Entonces Goldberg llamó al marido de Paulikas, Kirk Moody, y se ofreció a ayudar en la búsqueda durante sus horas libres.

“Fue algo increíble”, dijo Joan Paulikas, madre de Nancy.

“Mucha gente se ofrece como voluntaria para muchas causas diferentes, pero para alguien con la vida de un policía, tan ocupada, decir que quiere ayudar es muy especial”, dijo George Paulikas, padre de Nancy.

Sin dejar rastro

En poco tiempo, Goldberg y Moody han visitado hospitales, han hecho llamadas, buscado pistas y han reducido una lista de varias teorías sobre lo que podría haberle sucedido a Nancy Paulikas, graduada de ingeniera informática en UCLA.

Nancy y Moody, que se conocieron mientras trabajaban en TRW / Northrop Grumman, se habían retirado para dedicarse al senderismo y otras aventuras al aire libre. Pero Paulikas desarrolló la enfermedad de Alzheimer y rápidamente la consumió, hasta el punto de que no recordaba nada. Moody se convirtió en su cuidador de 24 horas mientras ella se sumergía en la bruma de la falta de recuerdos.

Moody y los padres de su esposa, acompañados por un pequeño ejército de voluntarios, haban recorrido la ciudad durante meses, han distribuido volantes y se registraron con las autoridades. Han recibido mucha ayuda de los departamentos de policía de Los Ángeles y Manhattan Beach y esperan que ella aparezca pronto.

Cuando escribí por primera vez sobre el caso, en 2016, un lector informó sobre un posible avistamiento que parecía prometedor. Estaba en las cercanías del Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, donde Moody y Paulikas se separaron cuando fue al baño, y un video de vigilancia del vecindario mostró a Paulikas paseando por una calle cercana justo después de su desaparición.

Moody lo rastreó pero no encontró nada. En los meses transcurridos desde la desaparición de su esposa, había considerado todas las posibilidades.

Tal vez murió o fue asesinada, pero no había en el forense alguna mujer que coincidiera con su descripción. Tal vez había sido acogida por un buen samaritano, o se había quedado sin hogar, o de alguna manera había abandonado el estado, a pesar de que era completamente incapaz de enfrentar sus necesidades básicas.

¿Sin hogar? ¿Muerta? ¿Algo más?

Esas teorías eran verosímiles, pero no probables, en opinión de Goldberg, que se capacitó en la unidad de personas desaparecidas del LAPD y con el detective Mike Rosenberger del Departamento de Policía de Manhattan Beach, que es la agencia de investigación oficial en este caso.

Goldberg ha asistido a seminarios de capacitación y hablado con especialistas en desapariciones. Pero él tiene una experiencia que es particularmente útil:

Antes de convertirse en policía, Goldberg, un paracaidista del ejército de EE. UU. con títulos de posgrado en antropología sociocultural y liderazgo organizacional, trabajó en facturación médica. Así que ha navegado por el laberinto de reembolsos por el costo de la atención médica, y ese conocimiento es una herramienta útil para tratar de rastrear a Paulikas.

Cuanto más aprende Goldberg sobre las investigaciones de personas desaparecidas, más se convence de que lo más probable es que Paulikas esté viva y viviendo en un centro de atención de ancianos en algún lugar de California.

Una nueva teoría

No está seguro, por supuesto, pero su hipótesis es esta:

Alguien pudo haber visto a Paulikas en la calle, desorientada o angustiada después de su desaparición, por lo que podría haber sido transportada por personal de emergencia a un hospital que se dio cuenta de que no habría forma de que le reembolsaran la atención a Paulikas.

Así que podría haber sido enviada a un centro de atención o un refugio para personas sin hogar, no necesariamente teniendo en cuenta sus mejores intereses.

“¿Han oído hablar de hospitales ‘deshaciéndose’ de pacientes?”, dijo Goldberg.

Si ella terminó en un centro de cuidado autorizado o sin licencia, grande o pequeño, el cuidador pudo no haber sabido quién era Paulikas, a pesar de las alertas de personas desaparecidas en todo el estado, notificando que padece de un estado avanzado de Alzheimer.

O algo más nefasto puede haber sucedido: un cuidador pudo haber reconocido a Paulikas, pero mantuvo su identidad en secreto, porque ella se convirtió en una fuente de ingresos estables. Los reembolsos mensuales de la atención están disponibles a través de Medi-Cal para personas desconocidas.

O algo aun peor, tal vez un centro de atención tenía una clienta, llamémosla Betty, dice Goldberg, que murió. Luego vino Nancy, y para que el dinero siguiera fluyendo sin problemas, convirtieron a Nancy en Betty.

Es una posibilidad espeluznante, pero no imposible. El fraude médico es un hecho real, y en una población de boomers en rápido envejecimiento, es seguro asumir que todo tipo de especulación está en juego.

En el 2017 visité a una mujer con discapacidades del desarrollo que vivía en un garaje por el que pagaba casi su cheque completo del Seguro Social, que era de $ 900 por mes. Ella era una de los nueve residentes en la casa sin licencia en el Valle. Cuando traté de averiguar cuántas de esas casas existen, nadie a nivel local, condado o estado tenía idea.

“Hay que seguir el dinero”, dijo George Paulikas, describiendo la estrategia actual en la búsqueda de su hija.

Pero al tratar de hacerlo, Paulikas y el resto del equipo se han sentido frustrados repetidamente por la burocracia. A Moody y sus colaboradores les pareció que una búsqueda en la base de datos de los reembolsos de Medi-Cal a los centros de atención para mujeres con Alzheimer podría arrojar una o dos pistas. Pero Moody dice que después de la cooperación inicial del Departamento de Servicios de Atención Médica del estado, las solicitudes reiteradas para una búsqueda más extensa han sido rechazadas.

Un portavoz del estado me dijo que su departamento ya había hecho lo que podía hacer legalmente, teniendo en cuenta las leyes de privacidad de los pacientes.

Moody refuta eso, y dice que los funcionarios electos respaldaron su solicitud de más información, pero también en vano. Segun Goldberg, el gurú de personas desaparecidas de California, en la oficina del fiscal general del estado, expresó su propia frustración por la dificultad de obtener información de los Servicios de Atención Médica, y dijo a Goldberg que este tipo de cosas “ocurren todo el tiempo”.

Defectos en el sistema

Si hay huecos en el sistema o falta de comunicación entre las agencias, alguien debe marcar el camino para encontrar soluciones.

El grupo de Bringing Our Loved Ones de Los Ángeles (wdacs.lacounty.gov/boloh) fue un buen inicio, y comenzó parcialmente en respuesta a la desaparición de Paulikas.

Además, los miembros de la familia deben asegurarse de que los seres queridos afectados tengan pulseras de identificación u otra identificación con ellos en todo momento. La Alzheimer’s Assn. informa que el 60% de las personas con demencia deambularán, pero si no se localizan en 24 horas, la mitad sufrirán lesiones o la muerte.

Goldberg dijo que una búsqueda en la base de datos para mujeres entre los 47 y 67 años con Alzheimer, cuya atención está cubierta por Medi-Cal, podría llegar a un par de mil posibilidades, pero Moody, Goldberg y el resto del equipo dicen que están preparados para revisar cada pista.

Hay disponible una recompensa de $ 30,000 por información que permita que Nancy Paulikas regrese a su casa.

Cualquier persona que sepa sobre su paradero puede llamar a los detectives de Manhattan Beach al (310) 802-5120 o enviar un correo electrónico a Moody a nancyismissing@gmail.com.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

Anuncio