Anuncio

El camino hacia la construcción del muro fronterizo será largo y difícil, y pasará también por los tribunales

Share

No es extenso -solo dos páginas- pero un aviso emitido recientemente por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EE.UU. es un recordatorio de los desafíos, legales y de otro tipo, que enfrenta el consabido muro fronterizo del presidente Trump.

El cuerpo emitió un aviso a los contratistas el viernes pasado donde señala que pronto podría aceptar ofertas para construir una sección de tres millas de pared limítrofe en el sur de Texas, con un costo estimado de entre $25 millones y $100 millones, si es que recibe el dinero.

El documento generó la alarma de los ambientalistas, que alegan que el muro sin duda se construirá en parte del Refugio Nacional de Vida Silvestre de Santa Ana. La zona, de 2,088 acres, fue nombrada por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos como “la joya del Sistema Nacional de Refugios de Vida Silvestre”.

Anuncio

“La propuesta del Refugio Nacional de Vida Silvestre de Santa Ana es realmente un ultraje”, aseveró Brian Segee, abogado sénior del Centro para la Diversidad Biológica. “No lo digo a la ligera: destruirá efectivamente el refugio porque el muro propuesto se construirá hacia el norte de éste, por lo cual no solo afectará la vida silvestre, sino también tendrá impactos ecológicos, económicos y culturales”.

El debate sobre el refugio como ubicación propuesta para una sección de la pared de tres millas es un recordatorio de las diversas complejidades que enfrenta la intención de fortalecer la seguridad limítrofe desde San Diego hasta Brownsville, Texas.

A continuación, algunas de las dificultades que acarrea la promesa de campaña de Trump de “construir el muro”:

¿Qué tan larga es la frontera? ¿Cuántas millas de pared ya existen?

La frontera entre los Estados Unidos y México, que se extiende por unas 2,000 millas, tiene barreras que bloquean a personas y vehículos a lo largo de 653 millas del total, según el grupo de expertos Washington Office on Latin America (WOLA)

No hay vallado en cerca de 1,300 millas del límite, pero el Río Grande forma una frontera natural a lo largo de una buena extensión. El río, sin embargo, se puede cruzar de muchas maneras, a veces en bote, otras flotando en cámaras de ruedas. En sitios donde el agua es poco profunda, los migrantes pueden vadear.

¿Cuánto financiamiento se ha solicitado para 2018?

La Casa Blanca solicitó $1,600 millones para levantar 74 millas de muro fronterizo en 2018, 60 de ellas a ser construidas en nuevas áreas. Las otras 14 reemplazarían o mejorarían las barreras existentes. Además, la Casa Blanca quiere $18 mil millones para 722 millas de pared nuevas o de reemplazo en los próximos 10 años, según WOLA.

Trump afirmó a los periodistas en el Air Force One, durante su vuelo a París en julio pasado, que hay suficientes barreras naturales a lo largo de la frontera y que un muro de 2,000 millas no es necesario. “Hay montañas. Hay algunos ríos que son violentos y caudalosos. Hay algunas áreas que están tan lejos que realmente la gente no cruza por ellas. Así que no necesitamos eso”, afirmó Trump. “Necesitaríamos entre 700 y 900 millas”.

¿Cuáles son las preocupaciones ambientales sobre el muro?

Se propusieron barreras fronterizas en tierras locales, estatales y federales que han sido protegidas de los desarrollos para asegurar que prosperen allí las plantas y animales. El Refugio Nacional de Vida Silvestre de Santa Ana fue establecido en 1943 para proteger a las aves migratorias. Ahora, 400 especies de aves, 450 tipos de plantas y la mitad de todas las especies de mariposas de América del Norte pueden encontrarse allí.

En general, existe preocupación sobre el impacto que tendría un muro en la gran variedad de animales que viven a lo largo de la frontera entre México y los Estados Unidos. Por ejemplo, los jaguares y los ocelotes han reaparecido en los últimos años, pero una pared limitaría significativamente su alcance al afectar sus hábitos de apareamiento y caza, indicó Javier Sierra, director de comunicaciones asociado de The Sierra Club.

El muro podría evitar que los antílopes de Sonora y osos negros lleguen a importantes fuentes de alimentos y agua, especialmente durante sequías, según Wildlands Network, un grupo de conservación con sede en Seattle. Además, un muro limítrofe podría dividir permanentemente las poblaciones de lobos mexicanos, lo cual llevaría a una falta de diversidad genética y un aumento en las posibilidades de extinción local. “El muro sería una interrupción tremenda en el flujo de vida silvestre a lo largo no solo de Texas; estamos hablando de toda la frontera de 2,000 millas con México”, advirtió Sierra.

¿Qué desafíos legales enfrenta la administración Trump para construir el muro?

Un desafío legal sostiene que la administración Trump violó la ley en su prisa por construir prototipos de muros fronterizos y proyectos cerca de San Diego. Los abogados de los grupos defensores del medio ambiente y la vida silvestre señalan que el gobierno federal no puede ignorar varias normas ambientales para proceder con el proyecto del muro.

Una audiencia sobre el caso, que consolida tres demandas, se llevó a cabo en San Diego el viernes, el mismo día en que el Cuerpo de Ingenieros emitió el aviso sobre las ofertas para la construcción.

El magistrado que entiende en el caso es el Juez de Distrito de los Estados Unidos Gonzalo Curiel, quien no se pronunció el viernes pero solicitó a los abogados información adicional -que deberá ser presentada hasta este martes- y probablemente emitirá una orden por escrito a fines de esta semana.

Curiel es un rostro familiar para la administración Trump. El magistrado presidió la demanda contra la Universidad Trump y fue duramente criticado por el entonces candidato Donald Trump, quien cuestionó si el juez podía actuar de forma imparcial en el caso porque era “miembro de un club o una sociedad muy promexicana”. Curiel, de ascendencia mexicana, nació en Indiana.

¿Qué desafíos hay en el sitio real donde se instalaría la pared?

Construir cerca del Río Grande presenta desafíos especiales. No se puede levantar una pared demasiado cerca del agua, en caso de inundaciones. Un tema también delicado es que algunas personas poseen tierras que colindan con el río.

Algunas porciones del muro tendrían que construirse en propiedades privadas, lo cual llevó a muchos tejanos a oponerse a éste no solo por motivos políticos (el área fronteriza es en gran parte demócrata y latina), sino porque las barreras dividirían sus tierras. Es posible que, de levantarse un muro, alguien pueda poseer tierras al norte de Río Grande pero al sur de la pared, lo cual las separaría de sus propietarios.

Al este de Brownsville, cerca de donde el Río Bravo se encuentra con el Golfo de México, el gobierno federal incautó tierras en 2009 para erigir un tramo de vallado en la ancestral casa de Eloisa Tamez, una concesión española de tierras desde 1767.

A pesar de que quiere que el área sea segura, Tamez se quejó de no haber sido consultada antes de que se construyera la valla y, en una entrevista con The Times, la consideró “una monstruosidad”.

¿Cuáles son los próximos pasos en Washington?

El Congreso y la Casa Blanca este mes dejaron de lado la inmigración para forjar un acuerdo presupuestario. Entre los temas que aún deben abordarse está el destino de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, o DACA, el programa de la era de Obama que permitió a los jóvenes traídos a los EE.UU. cuando eran niños vivir y trabajar con autorización en el país. Algunos de estos Dreamers cruzaron la frontera sin autorización, otros ingresaron con visados pero se quedaron más de lo previsto.

Esta semana, el Senado planea tener un debate abierto sobre un proyecto de ley inmigratoria. En la mezcla habrá una nueva idea propuesta por los funcionarios de la Casa Blanca: mantener los niveles de inmigración permitida en alrededor de 1,1 millones al año.

Traducción: Valeria Agis

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

Anuncio