Anuncio

Abogado de Trump grabó en secreto una discusión por el pago a ex modelo de Playboy

Share

Durante años, Donald Trump le confió a Michael Cohen algunos de sus secretos más personales, pero ahora está comenzando a enfrentar cuán peligrosa pudo haber sido esa práctica.

Desde abril, cuando agentes federales registraron la oficina, el hogar y la habitación de hotel de Cohen, Trump “se puso un poco nervioso” de que su abogado pudiera convertirse en una responsabilidad legal, dijo un asesor de la Casa Blanca familiarizado con el presidente.

Pero el presidente nunca creyó que Cohen lo pudiera traicionar.

“En el fondo, nunca pensó que alguien que siempre ha sido tan leal con él pudiera traicionarlo”, dijo el asistente, quien no estaba autorizado a discutir el tema públicamente.

Anuncio

La revelación de que Cohen grabó secretamente a Trump dos meses antes de las elecciones presidenciales, discutiendo un pago a una ex modelo de playboy que dijo que tuvo una aventura con él, y que los fiscales federales obtuvieron la grabación en sus redadas a principios de este 2018, ha cambiado las cosas.

Karen McDougal recibió $150,000 del editor del National Enquirer, dirigido por un amigo de Trump, David Pecker. Cohen permanece bajo investigación criminal, aunque no ha sido acusado. Los fiscales de la oficina del fiscal de Estados Unidos en Manhattan, han dicho que es el objetivo de una investigación sobre “conducta delictiva que se centra principalmente en sus negocios personales”.

La existencia de la grabación, que fue reportada por primera vez por el New York Times, socava los repetidos intentos de Trump de distanciarse del dinero para silenciar a varias mujeres durante el año electoral, incluyendo a McDougal y la estrella porno Stormy Daniels.

También podría aumentar los riesgos legales de Trump. Si se realizó un pago con un propósito político, por ejemplo, para ocultar información embarazosa poco antes de la elección, la ley federal de financiamiento de campaña habría requerido que se divulgara públicamente. De lo contrario, podría ser considerado un delito bajo algunas circunstancias.

Sin embargo, tales casos pueden ser difíciles de enjuiciar. John Edwards, por ejemplo, el ex candidato presidencial demócrata, fue acusado en 2011 por los pagos a su amante, Rielle Hunter.

Los fiscales dijeron que violó las leyes de financiamiento de campaña al hacer que sus amigos canalizaran el dinero a Hunter para mantener la historia en secreto durante la campaña de 2008. Los abogados de Edwards argumentaron que los pagos los hicieron los ricos amigos de Edwards, no para influir en las elecciones, sino principalmente para ocultar el asunto a su esposa.

Edwards fue absuelto de un cargo, y el jurado se estancó en el resto.

La pregunta planteada por la grabación de Cohen es: “¿Qué sabía Donald Trump y desde cuándo lo sabía?”, dijo Paul S. Ryan, experto en finanzas de campaña en Common Cause, que ha presentado quejas ante el Departamento de Justicia y la Comisión Federal Electoral. “¿A sabiendas, Donald Trump violó la ley de finanzas de campaña y cometió un crimen?”

Más allá del pago a McDougal, la grabación es un recordatorio del profundo peligro que representa para Trump la investigación de Cohen, a quien se le asignó la tarea de aplastar la publicidad negativa.

“Todos sabíamos que iban a surgir muchas mujeres con denuncias y que el trabajo de Michael era cuidar de ellas”, dijo un asociado de Cohen, que habló bajo condición de anonimato.

Después de años de expresar lealtad inquebrantable a Trump, Cohen se ha distanciado del presidente y ha manifestado su voluntad de cooperar con los fiscales federales. También contrató a Lanny Davis, un abogado y vocero que una vez trabajó para Bill y Hillary Clinton.

“Mi esposa, mi hija y mi hijo tienen mi mayor lealtad y siempre la tendrán”, dijo Cohen a ABC News a principios de julio.

Los asociados que han hablado con Cohen recientemente, dijeron que se sintió maltratado por Trump en el pasado y que está “listo para declarar”.

Los abogados de Cohen no respondieron a las solicitudes de comentarios. Tampoco lo hizo el ex alcalde de la ciudad de Nueva York, Rudy Giuliani, quien representa a Trump.

El caso de Cohen está separado de la investigación del abogado especial Robert S. Mueller III sobre la interferencia política rusa, pero parece haber cierta superposición entre los dos.

Una persona que fue entrevistada por la oficina del abogado especial, dijo que los fiscales le preguntaron sobre las grabaciones de Cohen.

“Ya saben las respuestas cuando te hacen preguntas”, dijo la persona. “Y mucho de esto se encuentra en las cintas de Michael”.

Debido al trabajo de Cohen como abogado, un juez nombró a un maestro especial para llevar a cabo una revisión de los miles de documentos incautados en la redada de abril para garantizar que ningun documento sujeto al privilegio de abogado-cliente fuera entregado a los fiscales.

Davis tuiteó: “Basta decir que cuando se escuche la grabación, no va a haber ningún problema para Cohen”. Él no proporcionó ningún detalle sobre lo que se discutió, pero agregó, “cualquier intento por modificar las cosas no puede cambiar lo que está en la cinta”.

Una persona familiarizada con el caso, que habló bajo condición de anonimato para discutir asuntos confidenciales, dijo que los abogados de Trump creen que la grabación que involucra a McDougal es la única cinta confiscada por las autoridades, y que contiene una conversación sustantiva con el presidente. Sin embargo, es posible que Cohen haya realizado grabaciones de conversaciones con otras personas, a las que los abogados de Trump pueden no tener acceso.

Michael Avenatti, el abogado que representa a Daniels, dijo a CNN que la revelación del 20 de julio es “la punta del iceberg”.

“Esto va a significar un problema importante para Michael Cohen y un problema mayor para el presidente”, dijo.

Avenatti insistió en que existen múltiples grabaciones que involucran a Cohen y Trump. “Michael Cohen pasará a ser uno de los mejores acaparadores de pruebas de todos los tiempos”, dijo.

Daniels recibió $ 130,000 de Cohen semanas antes de las elecciones, para guardar silencio sobre las acusaciones de que se acostó con Trump en 2006. Trump negó saber sobre el dinero, pero Giuliani admitió más tarde que el presidente reembolsó a Cohen por el pago.

McDougal también dijo que comenzó su aventura con Trump en 2006, poco después de que la tercera y actual esposa de Trump, Melania, diera a luz a su hijo, Barron.

En una entrevista en marzo con CNN, McDougal dijo que se conocieron en una fiesta de Playboy Mansion y se vieron con frecuencia durante el siguiente año.

“Si él no estuviera casado, no me arrepentiría”, dijo en la entrevista.

American Media Inc., propietaria del National Enquirer, le pagó a McDougal $ 150,000 por los derechos exclusivos de su historia, pero la compañía no publicó la historia.

El pago fue revelado por primera vez por el Wall Street Journal poco antes de las elecciones. En ese momento, la portavoz de Trump, Hope Hicks, dijo: “No tenemos conocimiento de nada de esto”.

Desde entonces, McDougal ha presentado una demanda por el episodio, acusando a su ex abogado, Keith Davidson, de trabajar secretamente con representantes de Trump para mantenerla callada.

“A pesar de sus afirmaciones, siempre fue la intención de AMI manipular y silenciar a Karen, y esperamos liberarla de este contrato falso para que pueda seguir adelante con su vida en paz”, dijo el abogado de McDougal, Peter K. Stris.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

Anuncio