Cómo la visita nocturna de Magic Johnson selló el acuerdo de los Lakers por LeBron James

Bajo la oscuridad de la noche y solo, Magic Johnson arribó a la casa de LeBron James en Brentwood a las 9:01 p.m. del sábado.

Él sabía –solo él- que si veía a James cara a cara y hablar con él, conectarían. Ellos tenían mucho en común para que eso no pasara.

Era el turno de Johnson para salvar a su adorada franquicia de los Lakers.

Ellos hablaron de básquetbol y lo que el futuro de los Lakers pudiera ser, según fuentes no autorizadas para hablar. James tenía interés en los Lakers. No le importó que los Lakers no fuera un equipo listo para ser campeón; él podía ayudar a construir eso. Se conectaron como hombres que crecieron en el medio-oeste, hombres que veían al básquetbol como una puerta al mundo de los negocios y una manera de cambiar socialmente.

Por más de dos horas ellos intercambiaron sus experiencias, miembros de una de las elites fraternales más pequeñas que existen.

Y ahora, los Lakers tienen una nueva superestrella otra vez.

James eligió a los Lakers el domingo en la noche, en las primeras 24 horas de la agencia libre de la NBA. Instantáneamente, el brillo regresó a la franquicia más glamurosa de la liga.

Después de cinco años de no poder entrar a los playoffs, con lucha interna, confusión, malos contratos y rechazos en la agencia libre, los Lakers obtuvieron al jugador cuya opinión importa más que cualquier otros cada cuatro veranos.

James accedió a firmar por cuatro años por un valor de $154 millones, que puede firmar tan pronto como el viernes; después del tercer año puede optar fuera, según una persona no autorizada para hablar públicamente. Sus representantes dejaron ver a los Lakers su decisión minutos antes de presentar el anuncio en la cuenta de Klutch Sports en Twitter.

La decisión de James cambia el balance de poder de la liga y le da a la dirigencia de los Lakers, liderada por Johnson y el gerente general Rob Pelinka, su tan largo y esperado triunfo.

En James, obtienen a un jugador cuatro veces más valioso en la NBA que ha alcanzado Las Finales de la NBA en las últimas ocho ocasiones, ganando con el equipo de su casa, los Cavaliers de Cleveland en 2016 y con el Heat de Miami en 2012 y 2013. Fue elegido JMV en los tres campeonatos.

Ahora tratará de igualar a Johnson y Kobe Bryant, ambos ganadores de cinco campeonatos de la NBA, como miembro de la franquicia que ambos elevaron.

“Ustedes pensaron que él iba a pasar la oportunidad de llegar a la mejor ciudad del mundo… #ElReyEstaAqui”, dijo en cuenta de Twitter, el guardia de Lakers Lonzo Ball.

“El SHOW ha regresado”, dijo su compañero Josh Hart con un tuit. Kyle Kuzma mostró un video grafico de él abrazando a James.

“Bienvenido a la familia”, tuiteó Bryant y al mismo tiempo felicitó a Johnson, Pelinka y la parte dueña del equipo, Jeanie Buss.

En la mañana del sábado, James voló a Los Ángeles desde Anguilla, donde él y su familia estaban de vacaciones la semana pasada. Él estuvo todo el día en casa. Minutos antes de que Johnson llegara a su casa, Paul George, otro agente estrella que los Lakers estaban buscando firmar para que regrese a sus raíces en el Sur de California, sorprendió a los Lakers.

En un scenario en Oklahoma City, anunció que regresaría al Thunder. Accedió a firmar un contrato de cuatro años por $137 millones sin siquiera reunirse con los Lakers, la franquicia con la que él públicamente flirteó por año y medio.

En la noche del sábado, el agente de James, Rich Paul, tuvo una conversación con los Cavaliers. Él, según se reportó, se reunió con los 76ers de Filadelfia en Los Ángeles, también.

Pero después de 15 años en la NBA, James no necesitó mucho convencimiento ni propuestas elaboradas. Él sabía lo mucho que le gustaba vivir en Los Ángeles, y como su familia disfrutaba de los veranos en Brentwood. Él sabía que los Lakers significaban para la NBA. Él creía lo suficiente en el futuro de este equipo, su liderazgo y sus propias habilidades para reclutar.

Esta es la segunda vez que James ha abandonado Cleveland, lo hizo anteriormente en 2010, haciendo un anuncio de una hora en un show de ESPN. En esta ocasión se fue casi sin ruido, y habiendo dejándoles un campeonato profesional por primera vez en 52 años.

En esa temporada, James y los Cavaliers remontaron una desventaja de 3-1 para vencer a los campeones de la NBA, los Warriors de Golden State, en la segunda serie de cuatro seguidas en la serie de Las Finales. Pero el mes pasado, después de ser barridos en la serie, James estaba muy consciente del abismo de los diferentes niveles de talento en su equipo, y la inhabilidad de su equipo de vencer al monstruo.

Ahora, James llega con los Lakers a un equipo lleno de jóvenes que solo han ganado 35 juegos en la última temporada, muy por debajo del nivel de excelencia histórico de la organización.

Por cinco años, los Lakers deambularon en el desierto de la NBA, entre el crepúsculo de la carrera de Bryant mientras que su cuerpo ya no le daba para más, como aquel jugador que ayudó a Lakers a conseguir títulos. Por cinco años, los campeones de 16 títulos no pudieron llegar a los playoffs.

En tres de esos años, establecieron récords de futilidad. Los 55 juegos que perdieron en la temporada 2013-14 fueron la mayor en la historia de la franquicia. Hasta el año siguiente cuando perdieron 61 y el año después cuando perdieron 65.

Ninguna superestrella de la agencia libre vino para salvarlos, pero la dirigencia de los Lakers se mantuvo esperanzado y asumiendo.