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Blancos, ¿podrían dejar de llamar a la policía acerca de lo que hacen los negros?

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Solía ocurrir que los blancos llamaban a la policía cuando veían jóvenes negros con sudaderas que caminaban de noche por las calles oscuras. (Eso no es un delito, pero en el Estados Unidos urbano de hoy, cada vez eso es algo muy cercano a un crimen.)

Ahora, tenemos una alarmante oleada de llamadas policiales acerca de personas negras que hacen cosas inocuas e inocentes. O tal vez esto siempre sucedía, pero ahora las personas tienen teléfonos inteligentes para registrar los incidentes.

Está el empleado blanco de Starbucks que llamó a la policía porque vio a dos hombres negros sentados en una mesa esperando a que un socio llegara a una reunión antes de que ordenaran. Los hombres fueron arrestados, pero no fueron acusados de nada. (El empleado ya no trabaja allí).

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Recientemente ocurrió algo similar a tres negros que alquilaron una casa de Airbnb, eran cineastas y artistas que rentaron una casa en Rialto. Por la mañana salieron con el equipaje a cuestas y se dirigieron a su automóvil, fueron confrontados por patrulleros y un helicóptero que volaba sobre sus cabezas. Un vecino blanco había hecho la llamada. Por algún motivo el anciano que llamó creyó que se trataba de un robo, dijo la policía.

Cuando una familia negra llevó su parrilla a un parque de Oakland, una mujer blanca llamó a la policía para informar que la familia estaba cocinando en una parte del parque que estaba fuera de los límites de las parrillas. Resultó ser cierto, aunque los espectadores dijeron que las personas quebrantaban rutinariamente esa regla y nunca había pasado nada.

Entre los casos más escandalosos se encuentra este: la estudiante blanca en un dormitorio de Yale que llamó a la policía del campus cuando vio a una estudiante negra de posgrado, tomando una siesta en la sala común de un dormitorio.

A ver: tomarse una siesta, cocinar en la parrilla, alquilar una casa, pasar el rato en Starbucks puede meterlo en problemas si es negro. #LivingWhileBlack.

Incluso en los casos en que hay una pequeña porción de una circunstancia atenuante: asar en la parte equivocada del parque o llevar bolsas fuera de una casa en un área residencial desconocida, significa que los blancos, aún después de todo este tiempo, no piensan que se pueden encontrar a negros en barrios, tiendas o universidades de clase media o zonas residenciales con mayores recursos económicos. A ellos nunca se les dio el beneficio de la duda. Y eso es francamente terrible.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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