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Bill Cosby debe ser considerado ‘un depredador sexualmente violento’, afirmaron los fiscales en la corte

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Bill Cosby, la primera celebridad estadounidense de alto perfil en ser condenada por agresión sexual en la era del #MeToo, ingresó en un tribunal de Pensilvania el lunes 24 de septiembre, para averiguar si pasará sus últimos años tras las rejas.

A los 81 años de edad, el desacreditado actor y comediante fue declarado culpable en abril de tres cargos de ataque indecente agravado, por drogar y agredir sexualmente a Andrea Constand, exfuncionaria de baloncesto universitario, en su mansión, ubicada cerca de Filadelfia, en 2004.

Cosby se enfrenta a una sentencia que va desde la libertad condicional hasta los 30 años en prisión.

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Constand, de 45 años, es la única mujer entre más de 50 acusadoras cuya denuncia contra Cosby derivó en una condena penal. No obstante, hubo una larga fila de mujeres, el lunes por la mañana en el Tribunal de Peticiones Comunes del condado de Montgomery, en Norristown, Pensilvania, quienes han acusado a Cosby también por agresión sexual.

Algunas de las mujeres, que testificaron como “evidencia de hechos similares” durante el juicio, esperaban convencer al juez que preside la audiencia -que durará dos días- de que Cosby es un depredador en serie e instarlo a imponer una sentencia de prisión sustancial para él.

“Debería pasar un tiempo tras las rejas”, afirmó antes de que comenzara la audiencia Lise-Lotte Lublin, una maestra de 51 años de Las Vegas, quien acusó al excomediante de drogarla.

Pero antes de que el magistrado Steven O’Neill se expida, debe determinar si Cosby es un depredador sexualmente violento, una etiqueta que exigiría su registro como delincuente sexual por el resto de su vida y afectaría su libertad de movimiento, en prisión y más allá. La junta de delincuentes sexuales de Pensilvania ya examinó a Cosby y recomendó que se lo clasifique como un depredador sexualmente violento, pero el juez tendrá la última palabra.

Kristen Dudley, una psicóloga miembro de la Junta de Evaluación de Delincuentes Sexuales de Pensilvania, testificó que después de revisar el testimonio del juicio y los informes policiales, creía que Cosby cumplía con los criterios de un depredador sexualmente violento, que probablemente participaría en futuros actos sexuales nocivos.

Cosby, destacó, usó su “poder y prestigio” para conocer y hacerse amigo de las mujeres, desarrollar confianza para drogarlas y agredirlas sexualmente para su “gratificación sexual”. Sus impulsos hacia las mujeres que no habían consentido los actos constituyen un trastorno mental, remarcó.

El abogado del actor, Joseph P. Green, argumentó durante el interrogatorio que la edad actual de Cosby hacía improbable su reincidencia. “¿Ha consultado alguna investigación sobre la probabilidad de delinquir de un octagenario?”, preguntó durante un intercambio irritable.

“No”, respondió Dudley.

“¿Con qué frecuencia esperaría la probabilidad de reincidencia en una persona de 81 años?”, insistió.

“No tengo una bola de cristal, así que no puedo predecir con precisión cuándo un acusado va a reincidir”, afirmó secamente.

“¿Reconoce que está ciego de por vida?”, preguntó. “¿Cómo va a conocer a esa gente?”

“¿Cómo sabemos que no conoce ya a su futura víctima?”, Dudley respondió. “Es posible que pueda conocer a alguien. Es posible que ya haya conocido a alguien”.

Cosby se enfrenta a tres cargos por delitos graves de segundo grado, que conllevan una pena de hasta 10 años. Sin embargo, las pautas de Pensilvania para ataques indecentes agravados recomiendan una sentencia de 22 a 36 meses por cada cargo para alguien sin antecedentes penales.

En medio de la fuerte atención al caso en todo el país, el juez también debe decidir si sentencia a Cosby a períodos de prisión consecutivos, o si considera los tres cargos como un solo acto delictivo. También debe considerar cuánto peso dar a otras mujeres que han testificado sobre la mala conducta sexual de Cosby -permitió que cinco personas hablaran sobre los “actos malos previos” del actor durante el juicio- así como la edad y la salud delicada del acusado.

Por lo general, alguien juzgado por agresión sexual agravada sería condenado a un tiempo de prisión significativo, indicó Dennis McAndrews, abogado y exfiscal del sudeste de Pensilvania. “La dificultad es que este no es un caso típico”, dijo. “Es muy raro ver a un hombre de 81 años condenado por este tipo de delito. Por lo general, son drásticamente más jóvenes y, a menudo, tienen antecedentes penales anteriores”.

Los abogados de Cosby, quien ha insistido en su inocencia, planean apelar su condena. Si bien es probable que la defensa argumente a favor de la indulgencia, destacando la edad, la fragilidad y la falta de condenas penales previas, se espera que los fiscales caractericen a Cosby como un depredador en serie que ha escapado a la justicia por demasiado tiempo.

A principios de septiembre, el fiscal del distrito del condado de Montgomery, Kevin Steele, le pidió al juez que permita que numerosas mujeres que acusaron a Cosby de agresión sexual cuenten sus historias durante las audiencias. El magistrado negó el pedido, indicando que no encontró ningún precedente en la ley de Pensilvania que le permita evaluar conductas sin cargos en su sentencia.

Lublin -quien durante el nuevo juicio testificó que Cosby la drogó en una habitación de hotel, en 1989, cuando ella era una modelo de 23 años- viajó desde Nevada con la esperanza de poder leer una impactante declaración como víctima. “Creo que necesita escucharla”, afirmó sobre Cosby. “Debe comenzar a asumir la responsabilidad de lo que ha hecho”.

La sentencia de esta semana será el último capítulo de un largo ida y vuelta legal que marcó la caída de Cosby, de su imagen de “buen padre estadounidense” a un criminal convicto.

Durante más de medio siglo, el cómico y actor emblemático se presentó a sí mismo como un ser íntegro, paternal y moralmente respetuoso. En “The Cosby Show”, una de las comedias televisivas más populares del país, que se emitió durante ocho temporadas desde 1984 hasta 1992, interpretó al Dr. Heathcliff “Cliff” Huxtable, un afable obstetra de clase media-alta y hombre de buena familia. El programa fue considerado pionero por su imagen de una familia afroamericana amorosa y de buen pasar.

Constand, una exfuncionaria de baloncesto en la universidad a la cual asistió Cosby (Temple University), informó por primera vez de su ataque a la policía en 2005, pero el fiscal de distrito del condado de Montgomery en ese momento no presentó cargos. Recién una década más tarde, cuando varias mujeres hablaron, el nuevo fiscal del distrito, Kevin Steele, reabrió el caso, solo unos meses antes de que expirara el plazo de prescripción.

En 2017, el primer juicio terminó con la falta de acuerdo del jurado, después de seis días de deliberación.

Durante el nuevo juicio, en abril, el magistrado permitió que la acusación ofreciera testimonios de otras cinco mujeres, incluida la modelo Janice Dickinson, sobre “malos actos anteriores”.

Un jurado de siete hombres y cinco mujeres encontró a Cosby culpable de ataque con falta de consentimiento, penetración mientras la víctima estaba inconsciente, y ataque después de perjudicar a la víctima con un estupefaciente.

Después de pagar una fianza de $1 millón, Cosby pasó los últimos cinco meses confinado en su casa en las afueras de Filadelfia, equipado con un monitor GPS y limitado a viajar solo para visitar a sus abogados o por razones médicas.

“Mi esperanza es que lo esposen y lo detengan de inmediato”, expresó Gloria Allred, una abogada feminista que representa a 33 de las acusadoras. Allred siente poca simpatía por los argumentos de clemencia basados en la edad y la frágil salud del actor. “Si tiene que pasar el resto de su vida en prisión, no voy a perder el sueño”, reconoció. “No siento pena por él en absoluto... No hay un permiso especial para que una celebridad drogue y ataque a mujeres”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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