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Barack Obama está de vuelta en campaña, y esta vez es personal

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El ex presidente Obama describe los últimos dos años como un tiempo de enojo y división. Hace un llamado a los voluntarios y ciudadanos para que trabajen juntos y busquen los ideales que sean mejores para Estados Unidos a medida que el país avanza en lo que llama tiempos inciertos. Esta es la primera escala de Obama en una gira nacional de apoyo a los candidatos demócratas al Congreso.

A Bill Clinton solían llamarlo ‘el Big Dog’, porque donde quiera que iba, la gente prestaba atención. Su gruñido siempre atraía a la multitud.

Y mientras el presidente Trump dormía la siesta esta semana, ‘Sleek Dog’ –como le dicen a Obama- salió del porche.

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Finalmente.

El ex presidente Obama siempre había dicho que estaba “decidido a seguir una sabia tradición estadounidense de ex presidentes que salen del escenario político, dejando espacio para nuevas voces y nuevas ideas”.

Pero resulta que lo que está en juego es demasiado grande como para permanecer lejos de todo.

El viernes 7 de septiembre, en un discurso a estudiantes en la Universidad Urbana-Champaign de Illinois, y el sábado en una manifestación en Anaheim de los partidarios de los candidatos demócratas en los controvertidos distritos del sur de California, Obama dejó una cosa clara: su voz no está apagada.

¿Y saben qué más?

Desde que Trump ha dedicado su presidencia destrozando a Obama, desmantelando su legado pieza por pieza y haciendo que los racistas se sientan a salvo de nuevo, ‘Sleek Dog’, cuyo estilo es legendario, se ha vuelto francamente gruñón.

Llamó a Trump sin vergüenza. Un traficante del miedo. Un demagogo que promete “soluciones simples a problemas complejos”. Un matón. Acusó a Trump de “corrupción tóxica”, de ser responsable de la “espiral descendente” en la que se encuentra el país.

Culpó al Congreso Republicano por permitir que Trump socavara las alianzas internacionales de la nación; acomodarse a las necesidades del presidente ruso Vladimir Putin -”el ex jefe de la KGB”, como Obama recordó a la multitud- y por “bloquear activamente la legislación que defiende nuestra elecciones del ataque ruso”.

“En una democracia saludable”, dijo Obama, “hay controles y equilibrios en este tipo de comportamiento, este tipo de inconsistencia, pero en este momento no hay ninguno”.

Estamos en un momento en el que nadie que se preocupe por el destino de la nación puede sentarse cómodamente al margen de todo.

Bienvenido de nuevo ‘Sleek Dog’. ¿Por qué le tomó tanto tiempo?

El presidente Obama presentó a los candidatos al Congreso de California mientras hablaba acerca de darle un giro a la Casa de Representantes y hacer política de manera diferente. La escala en el centro de convenciones de Anaheim fue la primera de una gira nacional para apoyar a los demócratas que se presentan para el Congreso.

Parece que hace miles de años Michelle Obama se paró en el escenario de la Convención Nacional Demócrata en Filadelfia y pronunció esa frase memorable: “Cuando ellos descienden, nosotros subimos”.

Parecía tan tranquilizadora en ese momento. Resulta que la frase era mejor como profecía que como consejo.

Lo que siguió fue un torrente de mezquindad de Trump, sus socios y sus admiradores. “¡Hay que encerrarla!” dijo el futuro asesor de seguridad nacional que más tarde se declaró culpable de mentirle al FBI.

Las cosas buenas están sobrevaloradas.

“Nunca sabemos qué clase de lodo va a salir de 1600 Pennsylvania Ave.”, dijo el presidente del Partido Demócrata de California, Eric Bauman, el 8 de septiembre, al dar la bienvenida a unos 750 demócratas a un pequeño salón de baile en el Centro de Convenciones de Anaheim.

Obama se paseó en el escenario el sábado, vestido de forma casual, con pantalones y camisa. Fue menos mordaz que el día anterior en Illinois. Y es que ‘Sleek Dog’ solo puede ser desagradable un momento, simplemente no está en su naturaleza, a diferencia de nuestro presidente actual que puede ser desagradable todo el tiempo.

“No hay un conjunto de problemas que no podamos resolver si trabajamos juntos”, dijo Obama, pareciéndose al optimista de años anteriores.

“Siempre es tentador para los políticos en su propio beneficio y para los que están en el poder, tratar de ver si pueden dividir a las personas, echarles la culpa mutuamente, porque cuando eso sucede, uno se paraliza y el gobierno no funciona y la gente decide no participar, señaló el expresidente. “Y cuando la gente no participa, ese vacío lo ocupan cabilderos e intereses especiales y entramos en una espiral descendente donde las personas se desalientan y piensan que nada hará una diferencia. Y desafortunadamente esa es la espiral en la que hemos estado los últimos dos años”.

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Si los demócratas retoman la Cámara en noviembre, y un puñado de escaños tradicionalmente republicanos en California podrían marcar la diferencia, muchos ciudadanos considerarán el regreso de Obama a la contienda política esta semana como el comienzo de la restauración de Estados Unidos.

Una restauración de la integridad.

De la decencia

De la honestidad.

¿La respuesta de Trump al discurso de Obama en Illinois? Dijo que se había quedado dormido. Fue su idea de una respuesta inteligente. En cambio, inspiró una efusión de burla en Twitter.

“Trump ‘se durmió’ durante el discurso de Barack Obama porque lo agotaba tener que buscar todas esas palabras en el diccionario”, bromeó el guionista Randi Mayem Singer.

En verdad, el ‘Sleek Dog’ había estado dormido.

“Puedo sentir a la gente diciendo: ‘ya es suficiente’”, dijo Obama el sábado. “Vamos a quitarnos las pantuflas, es hora de salir a la calle y ponernos en marcha”.

La hora de la siesta ha terminado.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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