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Asesinan en México al noveno periodista en lo que va del 2018

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Hace dos años, el periodista mexicano Mario Gómez Sánchez fue a la policía y les dijo que temía por su vida.

Gómez, quien trabajaba en un periódico en el sureño estado de Chiapas, dijo que había sido amenazado en Facebook por el chofer de un miembro del Congreso a quien Gómez había acusado de corrupción en una noticia reciente.

Según el grupo pro libertad de prensa Artículo 19, que entrevistó a Gómez sobre las amenazas, el conductor prometió balacearlo. “Te volaré la cabeza”, dijo el chofer.

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El pasado 21 de septiembre, Gómez estaba saliendo de su casa en el pequeño pueblo de Yajalón cuando dos atacantes desconocidos se acercaron en motocicletas y abrieron fuego. Gómez, de 40 años, recibió varios disparos, dijeron las autoridades. Murió más tarde en el hospital, convirtiéndose en el noveno periodista asesinado en México este 2018.

Funcionarios locales y federales condenaron el ataque y la oficina del Procurador General de México dijo que estaba desplegando un equipo de fiscales especializados en investigar ataques contra miembros de la prensa.

Los fiscales determinarán si el tiroteo estuvo relacionado con el trabajo de Gómez como periodista o si se relacionó con la violencia que azota la región.

Chiapas, uno de los estados más pobres de México, tiene una larga historia de violencia y disturbios políticos. Los homicidios han aumentado dramáticamente en los últimos años, lo que refleja lo que sucede en todo el país, en parte debido a un incremento en el crimen organizado.

Gómez trabajó como periodista en El Heraldo de Chiapas durante ocho años. Cubrió noticias generales pero también ocasionalmente publicó investigaciones, y en los últimos meses había escrito historias sobre la relación entre política y el crimen organizado.

Según un informe publicado en 2016 por el grupo Artículo 19, las amenazas que Gómez denunció a la policía ese año no fueron investigadas adecuadamente y no dieron lugar a procesamientos. El grupo dijo que en ese momento había pedido a las autoridades locales y federales “medidas de precaución ... para salvaguardar la seguridad física del periodista”.

Jan-Albert Hootsen, representante en México del Comité para la Protección de los Periodistas, otro grupo a favor de la libertad de prensa, dijo en una entrevista que cree que es “definitivamente posible” que el ataque esté relacionado con el trabajo periodístico de Gómez, aunque dijo que es necesaria una investigación exhaustiva.

En Twitter, Hootsen dijo: “Las autoridades mexicanas deben tomar todas las medidas apropiadas para investigar el asesinato de Mario Gómez de manera exhaustiva y creíble. Si no se aborda el asombroso nivel de impunidad en los asesinatos de periodistas, estos se convertirán una y otra vez en víctimas de la violencia”.

México es uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas, vulnerables a las amenazas y la violencia tanto del crimen organizado como de los funcionarios públicos. En los últimos años, los periodistas han sido asesinados en promedio una vez al mes.

Cientos de periodistas han buscado ayuda de un programa de protección federal que proporciona traslados de emergencia, escoltas policiales y un botón de emergencia que convoca a las autoridades.

Pero incluso los periodistas inscritos en ese programa han sido asesinados.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos de México, que administra el programa de protección, condenó la muerte de Gómez y dijo que brindaría apoyo a los miembros de su familia.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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