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Anthony Ávalos fue torturado múltiples veces antes de morir, según la fiscalía

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Anthony Ávalos, de 10 años, sufrió al menos cinco días de torturas continuas que culminaron con su muerte en junio, según afirman los fiscales del condado de Los Ángeles en documentos judiciales.

La fiscalía dijo que la madre de Anthony, Heather Barrón y su novio, Kareem Leiva, vertieron salsa picante en la cara y la boca de Anthony, azotaron al niño con un cordón y un cinturón, lo colgaron boca abajo y lo arrojaron repetidamente sobre su cabeza. Los fiscales también argumentaron que la pareja lo alimentaba a la fuerza, lo estrellaban contra los muebles y el suelo, le negaban el acceso al baño y se ponían de acuerdo con sus otros niños para infligirle dolor.

“En un momento dado, Anthony no podía caminar, estuvo inconsciente acostado en el suelo de su habitación durante horas, no recibió atención médica y no podía comer solo”, según la moción del fiscal Jonathan Hatami, que busca establecer un historial del presunto abuso infantil. La corte puso a disposición una copia el martes 3 de julio.

Barrón y Leiva han sido acusados en la muerte de Anthony. Los dos comparecieron en un tribunal de Lancaster el lunes, pero la presentación de cargos fue pospuesta hasta el 3 de agosto. Si es declarado culpable, Barrón enfrenta una posible sentencia máxima que va de 22 años a cadena perpetua, y Leiva enfrenta 32 años de prisión.

Ni ellos ni sus abogados pudieron ser contactados para hacer comentarios. No se han declarado culpables. Cuando los funcionarios del Departamento del Sheriff fueron llamados a la casa y encontraron a Anthony mortalmente herido, dijeron a las autoridades que se había caído.

Aunque las fuentes y los miembros de la familia dijeron al Times que algunas de las heridas de Anthony incluyen quemaduras de cigarrillo, los oficiales del sheriff han dicho que no había evidencia de esas heridas. La moción de la fiscalía describe las lesiones que se extienden de la cabeza a los pies.

Además del daño sufrido por Anthony, que causó su muerte el 21 de junio, la acusación decía que Leiva había golpeado a uno de sus hermanos con tanta fuerza que el niño requirió ir al hospital.

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Los documentos no especifican la fecha de esa lesión, pero Hatami le dijo al tribunal que había revisado 74 páginas de informes al Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles y al Departamento de Servicios para Niños y Familias detallando años de abuso contra Anthony y al menos tres de sus hermanos.

Ambos departamentos han sido criticados por miembros de la familia de Anthony y por activistas de la comunidad por no removerlo permanentemente de la casa y no arrestar a Barrón y Leiva bajo sospecha de abuso infantil.

La moción de la fiscalía proporciona nuevos detalles sobre algunas de las llamadas documentadas por ambas agencias, comenzando con una llamada en abril de 2014 alegando que Leiva golpeó a Anthony y a tres hermanos con varios objetos, incluida una manguera. La persona que llamó dijo que Barrón les gritó a los niños y los encerró en sus habitaciones durante horas.

En octubre de 2014, una persona que llamó dijo que Barrón les gritó a los niños, arrastró a uno de los hermanos de Anthony por el brazo, no mostró afecto y “pareció completamente desapegada”.

En noviembre de 2014, otra persona que llamó dijo que Barrón “se frustraba fácilmente” y golpeaba a los niños.

En la primera mitad de 2015, dos personas dijeron que Barron lastimó e hirió a uno de los hermanos de Anthony.

En septiembre del mismo año, una persona dijo que Anthony y sus hermanos estaban siendo golpeados por Leiva y que un hermano estaba colgado boca abajo de la escalera. Otra persona que llamó el mismo mes, dijo que Leiva y Barrón hicieron que los niños se sentaran en cuclillas por largos períodos. Otra persona, ese mes, dijo que Leiva golpeó a Anthony y a uno de sus hermanos en el piso y los encerró en una habitación donde les arrojó pañales sucios.

Leiva también retenía comida por hasta 10 horas, y uno de los hermanos de Anthony comía tan vorazmente que se atragantó “porque no estaba seguro de cuándo iba a volver a comer”. Ese hermano, dijo la persona que llamó, no fue inscrito en la escuela porque a la familia le preocupaba que les contara a los maestros sobre el abuso.

El mismo mes, según los informes, Anthony se fue a vivir con sus tíos. Sin embargo, esa estadía no fue duradera y regresó con Leiva y Barrón.

En abril de 2016, otra persona que llamó dijo que Leiva estaba nuevamente abusando físicamente de los niños.

Los funcionarios de DCFS han dicho anteriormente que algunas de las acusaciones de las personas que llamaron se marcaron como “justificadas” y otras como “no concluyentes” o “sin fundamento”.

La tía que brevemente atendió a Anthony, Maria Barrón, dijo en una entrevista que Leiva y Heather Barron cortaron los lazos con su familia después de la estadía de Anthony con ella en septiembre de 2015. Ella dijo que Heather Barron quería evitar divulgar informes a las autoridades.

“Dado que esto es parte de la investigación criminal, debo referirlo con el sheriff para evitar la posibilidad de obstaculizar el proceso judicial”, dijo en un comunicado. “Estoy enfocada en cooperar con su investigación y llegar al fondo de lo que sucedió, y sería un error especular mientras el proceso avanza”.

El Departamento de Servicios para Niños y Familias ha dicho en los últimos días que no se ha reprendido a ningún trabajador por el manejo del caso y que aún no se han identificado errores en la administración de estos casos.

Un portavoz de la supervisora del condado de Los Ángeles, Kathryn Barger, dijo que la presentación del fiscal presenta “una imagen más clara de la tortura sin sentido y horrible y el asesinato de un niño inocente a manos de su propia madre y su novio”. Añadió que Barger ha pedido un informe examinando el caso para ser presentado a los supervisores.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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