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Una Frida Kahlo diferente se muestra en una exposición de fotos en el museo Bowers, en Santa Ana

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Cuando Frida Kahlo murió, en 1954, su esposo, Diego Rivera, encerró sus pertenencias en un armario en su hogar de la Ciudad de México.

Recién 50 años más tarde, luego de que su residencia, conocida como La Casa Azul, se convirtiera en un museo, el tesoro fue descubierto. Entre los hallazgos se encontraban un conjunto de más de 600 fotografías en blanco y negro - colección personal de Kahlo- de la afamada pintora mexicana, sus amigos, familia y su entorno.

Ahora, una exposición itinerante que cuenta con 241 de estas imágenes, de la artista y tomadas por ella a lo largo de sus 47 años de vida, se puede visitar en el Bowers Museum, en Santa Ana. “Frida Kahlo – Her Photos” (Frida Kahlo - sus fotos) estará en exhibición hasta el 25 de junio. “Esta exposición realmente es una suerte de diario visual para Frida”, afirmó Victoria Gerard, curadora de colecciones y de exhibiciones especiales del museo. “Es como si alguien hoy coleccionara fotos de familiares y amigos en Instagram. Desde luego, sus pinturas son tan autobiográficas, pero una instantánea da una perspectiva diferente que una pintura”.

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Kahlo, quien es bien conocida por sus autorretratos surrealistas, es ampliamente considerada una de las artistas más prominentes del siglo XX. Durante su adolescencia, la pintora sufrió un accidente de autobús que pudo haberle quitado la vida y que la dejó en cama durante mucho tiempo, con dolor crónico por el resto de sus años. Con esa tragedia ella alimentó su obra, afirmó Jacqueline Hahn, quien enseña historia del arte en Newport Beach. “Ella usó el dibujo y la pintura para recuperarse y sobrevivir”, explicó la especialista, quien recientemente dio una conferencia acerca de Kahlo en el Bowers, con motivo de la exhibición. “Su pincel era su Prozac. Era una forma de salir de su constante dolor físico”.

Kahlo comenzó a hacer autorretratos específicamente debido a la cantidad de tiempo que pasaba sola en la cama, luego del accidente. Como ella misma dijo una vez: “Me pinto a mí misma porque estoy tan sola a menudo, y soy el tema que mejor conozco”.

La muestra -que se estrenó en 2007 en el Museo Frida Kahlo de la Ciudad de México- presenta imágenes tomadas por la pintora, sus amigos y familiares, y está dividida en secciones que representan diferentes aspectos de su vida: su familia, La Casa Azul, el hogar donde nació y murió, su accidente, su tumultuoso matrimonio con el afamado muralista Diego Rivera, su activismo político y su participación en el Partido Comunista, y sus muchos amantes.

Junto con la exposición, el Bowers también organizó una serie de conferencias durante marzo y abril, acerca de la vida y obra de la pintora.

Para Hahn, la colección de fotos revela importantes detalles sobre la cultura, la moda y la política durante la vida de Kahlo. Pero las imágenes en blanco y negro son también un interesante contraste con sus autorretratos surrealistas, expresó.

“En las fotos se pueden ver sus hermosas joyas y vestidos”, detalló. “Y en las pinturas se ve lo invisible: su interior, cómo se sentía. Ella mostraba collares que semejaban una jaula, que parecían estrangularla… Todas sus pinturas, comparadas con sus fotografías, la muestran en una prisión, la prisión de su angustia y malestares. Lo que hizo fue hacer visible lo invisible”.

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Para Gerard, las imágenes revelan momentos íntimos de la vida de Kahlo, que su arte y biografías no capturan. “Una foto habla de manera diferente que una imagen pintada; es distinto a leer acerca de alguien, o incluso a mirar la película [‘Frida’]”, expuso. “Hay imágenes de sus momentos más felices, y otras de sus más vulnerables y oscuros tiempos. Lo que comprendemos es el empuje emocional que generó su apasionada vida en ella; se ve en las expresiones de su rostro”.

La foto favorita de Gerard en la exposición es una de Rivera, que tiene una marca de lápiz labial rosa en ella. “Frida Kahlo fue quien besó la foto”, explicó. “Es tan evocador y realmente habla de la relación que tenían”.

Ésta no es la única fotografía de la muestra con huellas de Kahlo. “Se puede ver que varias fotos están modificadas; ella u otras personas escribieron cosas en las imágenes”, dijo Gerard. “Por lo tanto, es algo muy personal. Es su reacción personal a las cosas”.

PARA VISITAR

Qué: muestra “Frida Kahlo – Her Photos”.

Dónde: Bowers Museum, 2002 North Main St., Santa Ana.

Cuándo: de 10 a.m. a 4 p.m., martes a domingos, hasta el 25 de junio.

Costo: los boletos para adultos cuestan $23 en días de semana y $25 los sábados y domingos: para la tercera edad y estudiantes el valor es de $20 y $22 el fin de semana. Precio para miembros: $10.

Información: (714) 567-3600.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

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Traducción: Valeria Agis

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