Un exclusivo tequila artesanal tan suave, que Oprah lo considera ‘peligroso’
Dentro de un bar que brilla como una delicada caja de joyas, el bartender Rael Petit, de Nueva York, batía un cóctel color carbón, que prácticamente brillaba contra el telón de fondo de los 4,000 azulejos de obsidiana que cubrían las paredes.
Me encontraba en la exclusiva sala de degustación de Casa Dragones, un espacio de seis plazas ubicado en un rincón sin pretensiones de esta ciudad, al noroeste de la Ciudad de México. El motivo era la celebración de la apertura de otoño del nuevo emprendimiento de esta destiladora independiente de tequila.
Si el solo hecho de pensar en tequila le hace arrugar la cara, ante el recuerdo de una mezcla azucarada y con fuerte lima, es momento de relajar el rostro. Esta experiencia rivaliza con el whisky escocés de malta más fino, o el escocés más suave.
El compromiso de Casa Dragones con la innovación y la artesanía -desde los detalles grabados en cada botella hasta los intrincados mosaico de la sala de degustación- es lo que su cofundadora y directora ejecutiva, Bertha González Nieves, espera que los consumidores recuerden. “Queremos elevar la experiencia del tequila donde quiera que vayamos”, afirma.
Llevar el terroir de México a una sala de degustación es precisamente lo que Casa Dragones hace. La diseñadora mexicana Gloria Cortina obtuvo obsidiana de los ricos campos de agave de Tequila, Jalisco, y cuidadosamente clasificó 4,000 azulejos para los muros del salón. “Los aztecas empleaban obsidiana para tener buena energía y beneficios de salud. Es una roca que es parte importante de la cultura mexicana”, informó González Nieves.
La celebración de la artesanía como el ethos de la marca es también evidente en la producción de Casa Dragones. Cada botella de cristal está firmada, numerada y grabada a mano por artesanos mexicanos, que usan una técnica tradicional llamada pepita. “Para nosotros, se trata de una botella por vez. Nunca queremos que eso cambie”, expresó la directora ejecutiva.
Sólo unos pocos miles de botellas de Casa Dragones se crean cada año. “Nuestro negocio es el gusto, no el volumen”, detalló González Nieves.
Su reverencia por el tequila tiene raíces fuertes. Esta mujer pasó una década en José Cuervo, donde ocupó diversos puestos, entre ellos en marketing, y fue certificada como maestra tequilera, un título que concede la Academia Mexicana de Catadores de Tequila, usualmente dominado por hombres y reconocido por el Consejo Regulador del Tequila.
González Nieves cofundó Casa Dragones con Bob Pittman, creador de MTV y presidente ejecutivo de iHeartMedia Inc.
Su misión: “Para crear un producto tan suave sólo podíamos considerarlo ‘un tequila para beber de a sorbos’”, afirmó.
¿Y cómo se logra un tequila tan suave? Casa Dragones está hecho de plantas de agave azul seleccionadas individualmente, en una finca de unos 4,000 pies sobre el nivel del mar, en el estado centro-oeste de Jalisco. Las bebidas son destiladas varias veces con agua de manantial pura que se origina en el volcán Tequila, que se encuentra a unos 9,500 pies. El suelo de la región es rico en sílice y potasio, ideal para el cultivo de plantas de agave.
En 2009, Casa Dragones debutó con Casa Dragones Joven (cerca de $275), una pequeña producción limitada de tequila para beber a sorbos, hecha con 100% agave azul. Joven es una rara mezcla de tequila plateada con tequila extra añeja, que ha descansado en barricas nuevas de roble americano durante cinco años.
Un lustro después, la colección se amplió con Casa Dragones Blanco (cerca de $75), un tequila plateado también hecho con puro agave azul, que sirvió como el primer producto de la marca destinado a cócteles o para beber en las rocas.
Desde su creación, Casa Dragones ha sido bien recibida. Oprah Winfrey la incluye habitualmente en su lista de favoritos, calificó a Blanco como “peligrosamente suave” y lo incluyó en su lista de regalos navideños de 2014.
“El tequila tiene toda la historia y reconocimiento de otras bebidas espirituosas”, remarcó González Nieves. Gracias a ello, Casa Dragones parece estar tomando su lugar en el mundo.
Los interesados pueden hacer una reserva para visitar Casa Dragones y hacer una degustación completa de Joven y Blanco a través del email concierge@casadragones.com.
San Miguel de Allende también es hogar de la casa ‘espiritual’ de la marca, una propiedad privada de cuatro habitaciones llamada La Casa Dragones, creada en establos del siglo XVII. Su nombre está inspirado en Los Dragones, una caballería de élite que ayudó a México en su camino a la independencia.
