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Un enfermo de cáncer terminal planeaba ‘masacrar’ a sus oncólogos en el Área de la Bahía

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Las advertencias de la policía fueron breves y escalofriantes: “Hay un hombre armado que intenta entrar a sus casas o lugares de trabajo para matarlos”.

Varios oncólogos del Área de la Bahía se vieron obligados a buscar protección recientemente, luego de que las autoridades advirtieran que un paciente enfermo de cáncer terminal se había armado y parecía dispuesto a cobrarse una venganza.

“Estaba descontento: claramente tenía una animosidad sustancial” contra los doctores, afirmó el teniente James Reifschneider, de la policía de Palo Alto, acerca de Yue Chen.

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Aunque Chen no pudo concretar su supuesto plan, las autoridades están seguras de que estaba decidido a lograrlo.

Cuando los agentes lo hallaron, apenas horas después de que se emitieran las advertencias, el 31 de mayo pasado, Chen se encontraba a unas 20 millas de Palo Alto, en la Autopista 101 sentido sur. La policía descubrió una máscara de goma blanca, un cuaderno con nombres, direcciones e indicaciones para llegar a los hogares de varios de sus médicos, y dos armas cargadas dentro de su vehículo, muestran los documentos de la corte.

También se encontró una nota titulada “¿Por qué matar?”, donde justificaba el acto de venganza y explicaba las consecuencias de tratar a una persona “como un animal”, indican los registros judiciales.

Según los fiscales del condado de Santa Clara, la familia de Chen le había dicho recientemente que estaba enfermo de cáncer de estadio cuatro, y que no tenía mucho tiempo de vida por delante. Por ello, Cheng trató de encontrar a los oncólogos que lo habían atendido el año anterior, para matarlos, señaló la policía.

Ya detenido, el hombre declaró ante los investigadores que creía que los médicos lo habían tratado como una herramienta para experimentar, “un mono de laboratorio”, según indican los documentos. También afirmó que los doctores habían dañado su columna para poder entrenar a nuevos estudiantes. Originario de China, Chen declaró que había vivido en Nueva York durante 12 años antes de trasladarse a California, según los documentos.

En su búsqueda de los médicos, Chen condujo hasta un hospital en San Francisco, aunque abandonó el lugar sin herir a nadie, indicó el reporte policial. También probó en otra ubicación, donde pensaba que vivía uno de sus doctores.

Pero nada de ello se sabía a comienzos de esa mañana del 31 de mayo pasado, cuando la familia de Chen reportó su desaparición. Recién cuando la policía de Visalia llegó a la casa y halló evidencias de la trama, se alertó a las potenciales víctimas en el Área de la Bahía. Dentro de la vivienda de Chen los investigadores descubrieron una nota mecanografiada donde decía que tenía “que matar a esos médicos hoy, porque son malvados”, conforme los documentos judiciales.

El historial de búsqueda de internet de su computadora reveló algunas de las personas y lugares a los cuales, supuestamente, tenía intención de atacar, y una requisa de su casa reveló que faltaban dos pistolas registradas a su nombre, con cargadores de 16 y 32 rondas. “Se trata de un hombre sin nada que perder, y quiere llevarse a otra gente con él”, afirmó Charles Huang, fiscal adjunto del distrito del condado de Santa Clara.

La policía de Visalia notificó a la Patrulla de Carreteras de California (CHP) y a las policías de Palo Alto, San Francisco y comunidades circundantes, donde los médicos de Chen viven y trabajan, precisaron los funcionarios. Las autoridades les pidieron que tuvieran cuidado con el hombre, quien conducía un Nissan Rogue rojo modelo 2017, confirmó el sargento Damon Maurice, de la policía de Visalia.

Oficiales de la CHP lo hallaron alrededor de las 7:45 p.m. de ese mismo día, a unos 20 minutos de Palo Alto y a 150 millas de su casa, señalaron. Chen fue arrestado sin incidentes y trasladado al hospital. Desde allí fue transportado hacia la cárcel del condado de Santa Clara, donde los registros muestran que quedó detenido sin posibilidad de fianza.

El viernes pasado fue acusado de tres cargos de intento de asesinato premeditado. En su casa y en su automóvil se halló evidencia de que planeaba atacar a más de tres médicos, aunque las pruebas justificaron los cargos por tres personas únicamente, señaló Huang.

“La policía pudo evitar la masacre de algunos de los mejores oncólogos del mundo”, añadió el fiscal. De ser condenado, Chen podría enfrentarse a cadena perpetua, con posibilidades de libertad condicional después de 21 años, remarcó Huang.

En su comparecencia del viernes, el abogado defensor de Chen argumentó que, debido a su condición de salud, el hombre debía ser trasladado a cuidados paliativos en lugar de detenido en una cárcel. El juez rechazó la moción. El 28 de junio próximo continuará la lectura de cargos. No fue posible localizar a su abogado defensor para comentar en este artículo.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

Traducción: Valeria Agis

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