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Depresión postparto, tema que se discute en dramas como “Nashville” y “Jane the Virgin”

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Cuando ABC anunció su decisión de cancelar “Nashville”, la noticia se vio brevemente ensombrecida por un tweet de una de las estrellas del programa. Hayden Panettiere, quien interpreta a Juliette Barnes, una promesa de la música country y flamante madre, publicó un mensaje donde contaba que aún sufría los efectos de la depresión postparto (DPP) y que se estaba tomando un tiempo libre para dedicarse a su salud.

Panettiere dio a luz a su hija en 2014 y, desde entonces, fue muy abierta respecto de su continua lucha con la depresión del puerperio (período de recuperación de la mujer después del parto). En una aparición que realizó el año pasado en “Live With Kelly and Michael”, la actriz afirmó que su condición médica le generaba “miedo, y es algo sobre lo cual necesitamos hablar”.

Es un tema que el propio “Nashville” abordó en sus temporadas 3 y 4, cuando el personaje de Panettiere sufre de depresión postparto, se siente desconectada de su hija y confía en su trabajo, las píldoras y el alcohol como distracciones, a veces incluso con efectos violentos.

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La serie encontró tanto elogios como críticas en su exploración de este síndrome, que se manifiesta en cerca de 600,000 mujeres cada año y que era una trama que “Nashville” esperaba explorar incluso antes del diagnóstico de la propia Panettiere.

Algunos se preocuparon de que la representación algo empalagosa del programa hiciera que las mujeres no reconozcan sus propios problemas en Juliette, puesto que la mayoría de las madres primerizas que sufren de DPP no se encuentran en estado de embriaguez ni trepan hasta una cornisa con tendencias suicidas, lo cual lleva a la muerte de otra persona. Otros, sin embargo, agradecieron que la enfermedad se discuta en televisión de una vez.

Pero “Nashville” no es el único show en TV que ha abordado el tema en los últimos años. En “Homeland”, la protagonista, Carrie Mathison (Claire Danes), se sentía profundamente separada de su bebé; en “Girls”, uno de los personajes recurrentes, Caroline (Gaby Hoffman), huye de su familia ante el temor de hacerse daño o de causarle un mal a su hija recién nacida.

Sin embargo, la exploración más fascinante de la DPP se ve en “Jane the Virgin”, de CW. La serie, que es una mezcla de telenovela, drama familiar y comedia de enredos, se centra en Jane, una mujer joven (interpretada por Gina Rodriguez) que queda embarazada accidentalmente y esto desata el caos en la trama, desde un triángulo amoroso hasta la reaparición de un padre perdido hace mucho tiempo; una telenovela real y una serie de empalagosas subtramas.

No obstante, no es el embarazo de Jane lo que estimula la trama del postparto en la serie sino el de Petra (Yael Grobglas) -un personaje secundario y con tintes malvados-, que ocurre durante la segunda temporada.

Una persona normalmente estoica, Petra se siente algo perdida durante su embarazo y aún más luego del alumbramiento. El personaje se ve abrumado por sus gemelas recién nacidas antes de buscar ayuda, iniciar un tratamiento y encontrar una versión de la maternidad que funcione bien para ella.

La diferencia más significativa de los enfoques adoptados por “Nashville” y “Jane the Virgin” se evidencia en una escena tranquila, en la cual Petra se enfrenta con la idea de sufrir una posible depresión. Rodeada de otras madres primerizas, Petra baja la guardia y admite que a veces se pregunta si sus hijas estarían mejor con otra persona. La narrativa está muy lejos del extremismo de medicamentos y excesos planteado por el programa de ABC.

Al abordar la depresión postparto, “Jane the Virgin” se une a una tendencia cada vez mayor de programas de televisión que enfrentan temas vinculados con la salud mental. Algunos de los más efectivos de ellos son, irónicamente, comedias. Además de “Jane”, “You’re the Worst”, de FX, con sus temas de depresión clínica, y “Mom”, de CBS, con su trama de adicciones, prueban que el humor puede ser un recurso para que la audiencia disfrute de interpretaciones coloridas de algunas facetas ‘menos felices’ de la vida moderna.

La comedia, después de todo, no sólo permite visitar las oscuras realidades que conlleva la existencia, sino también deja espacio para el humor, que a menudo acompaña hasta la más grave de las situaciones. Aún en una serie con elementos extremos de telenovela, el ámbito de la comedia le permite a “Jane the Virgin” más margen de maniobra del que tienen sus homólogos para abordar el tema en momentos tranquilos y discretos. Es ese equilibrio el que hace a las comedias de TV adecuadas para examinar la complejidad de la enfermedad mental.

Al llegar a su fin, “Nashville” deja un legado mixto como serie, pero debe ser recordado como un programa precursor en su voluntad de mostrar un problema que afecta a muchas mujeres cada año. Más allá de si el programa logró plantear bien o mal el tema de la depresión postparto, lo que importa es que estuvo -tal como otros shows- dispuesto a abordarlo.

Junto con la sinceridad de Panettiere respecto de sus propias luchas, “Nashville” le recordó a los espectadores que no están solos en referencia a este tema. Afortunadamente para el público, “Jane the Virgin” seguirá en el aire para hacer exactamente lo mismo.

Si quiere leer la nota en inglés haga clic aquí.

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