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Tormentas provocan precipitaciones récord pero poco daño en el sur de California. Sin embargo, lo peor puede estar por venir

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Una poderosa tormenta azotó al sur de California el miércoles, inundando barrios devastados por el fuego y estableciendo nuevos récords de lluvia, pero hasta ahora sin causar el daño y la destrucción que temían algunos funcionarios.

La tormenta provocada por un impacto directo del sistema de “río atmosférico” ha demostrado ser menos poderosa de lo pronosticado. Aún así, advirtieron que la lluvia más fuerte aún está por llegar este jueves e instaron a los residentes a permanecer vigilantes.

“Queremos hacer correr la voz de que todavía hay peligro”, dijo Joe Sirard del Servicio Meteorológico Nacional en Oxnard. “La gente todavía necesita estar al tanto de que la tormenta podría provocar daños”.

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Una advertencia de inundación repentina se mantuvo vigente para las áreas afectadas por los incendios recientes a pesar de que las proyecciones de lluvia disminuyeron. Los meteorólogos esperan ahora de 2 a 4 pulgadas de lluvia en las costas y en los valles de Santa Barbara y los condados del oeste de Ventura, y de 4 a 8 pulgadas en las estribaciones y montañas de la región, dijo Sirard.

La lluvia más fuerte se espera hoy jueves por la mañana, cuando hay una pequeña posibilidad de tormentas eléctricas sobre montañas incendiadas que podrían traer hasta una pulgada de lluvia por hora, dijo el servicio meteorológico.

En el condado de Los Ángeles y en el Este del condado de Ventura, se espera que la tormenta arroje de 1 a 2 pulgadas de lluvia en las costas y en los valles, y de 3 a 5 pulgadas en las montañas, dijo Sirard.

Las autoridades dijeron que varias áreas establecieron nuevos registros de precipitaciones para esta fecha, incluidos Oxnard, Santa Bárbara y Palmdale.

Las órdenes de evacuación todavía estaban vigentes para miles de residentes en el condado de Santa Bárbara. Entre ellos se encontraba el residente Mike Wyran, que estaba hospedado en un hotel del centro de Santa Bárbara el miércoles por la noche con su esposa, su hija y su perro.

Durante la mortífera tormenta de enero, una familia en Montecito no evacuó la zona y estuvo atrapada en su casa por días. Desde entonces, los vecinos han tomado con seriedad las advertencias de evacuación y están agradecidos con que los funcionarios hayan sido comunicativos.

“Nos ha dado tiempo para encontrar un hotel que acepte nuestras mascotas”, dijo Wyran. “Mientras estemos juntos y nuestros perros estén a salvo, estamos bien”.

Aún así, su vida ha cambiado desde enero. Sus rutas de senderismo vecinas ya no existen y sienten la constante amenaza de deslizamientos de tierra. “Es un retroceso, pero lo superaremos”, dijo.

El residente de Montecito, Jaime Giffen, de 52 años, decidió no evacuar el área. En el peor de los casos, dijo, estaría sin electricidad y sin agua, algo con lo que lidió en enero. Aprendió desde entonces a mantener su teléfono cargado y abastecerse de alimentos no perecederos.

El miércoles por la tarde, los deslizamientos de tierra obligaron al tren Pacific Surfliner de Amtrak a detenerse al sur de Carpinteria, para que los equipos de mantenimiento de Union Pacific retiraran los escombros de las vías. El ferrocarril fue despejado después de un retraso de aproximadamente 45 minutos, dijo Amtrak. La lluvia también provocó cierres de carreteras cerca de Ojai y a lo largo de la costa.

En Montecito, donde al menos 21 personas murieron en deslaves masivos de lodo y escombros el 9 de enero, las cuadrillas vigilaban de cerca las cuencas, riachuelos y carreteras para detectar posibles daños.

“En este momento, estamos viendo una lluvia ligera y constante, y el agua en los arroyos es de color chocolate con leche”, dijo Scott McGolpin, director de obras públicas para el condado de Santa Bárbara. “No hay muchos escombros. Esto es lo que queremos”.

Robert Lewin, director de la Oficina de Manejo de Emergencias del condado, dijo que se ha informado que rocas se están moviendo a lo largo de San Ysidro Creek, pero que hasta el momento se han mantenido dentro del canal.

“Nuestra esperanza es que las cuencas de escombros puedan capturar el material que desciende de la montaña”, dijo.

De regreso en el condado de Los Ángeles, los residentes que viven en las manzanas 8300 a 9000 de La Tuna Canyon Road todavía estaban bajo una orden de evacuación obligatoria debido a los flujos de escombros.

Todas las demás órdenes de evacuación obligatorias fueron levantadas. Los residentes de Kagel Canyon, Lopez Canyon y Little Tujunga pudieron regresar a sus hogares, aunque los refugios permanecerán abiertos para los residentes que se sienten inseguros al regresar a sus hogares, dijo Helen Chavez, portavoz de la respuesta de varias agencias a la tormenta.

“La gente puede irse a casa”, dijo Chávez. “Dadas las precipitaciones actuales, no hay necesidad de esa acción en este momento”.

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