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Temor por la desaparición en San Diego de un adolescente refugiado sirio, en su primer visita a la playa

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Mohammed al Mustafa y su familia escaparon del terror y la destrucción de Aleppo, Siria, y se mudaron hace algunas semanas a El Cajón, listos para comenzar una nueva vida.

Pero ahora, sus padres y sus cuatro hermanas lloran la pérdida del adolescente, de 17 años de edad, quien se presume se habría ahogado el pasado domingo al ser atrapado por una corriente en la playa Mission Beach, en San Diego. Su cuerpo todavía no ha sido localizado.

“Él no tuvo infancia debido a la guerra en Siria”, afirmó este martes su padre, Husan al Mustafa, mediante un traductor. La familia vino a los Estados Unidos con la esperanza de “darle un mejor futuro”.

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En San Diego, Mohammed apenas comenzaba a acostumbrarse a su nuevo entorno, impulsado en parte por la cercana comunidad siria de la región. El chico le había rogado a sus padres que lo dejaran ir a la playa con cuatro amigos. Con la promesa de mantener contacto durante la jornada, habló más tarde por FaceTime con su padre desde la playa, donde los adolescentes comían pizza y bebían refrescos en la orilla.

“Él era un buen chico”, aseguró Lisa Attardo, amiga de la familia, el martes. “Sabía que sus padres estaban preocupados”.

En algún momento, el grupo se aventuró hacia el agua. Fue la primera vez que Mohammed visitaba una playa en toda su vida, aseguró su padre este martes. El joven fue visto por última vez en el océano, con el agua a la altura de las rodillas o de la cintura.

Funcionarios de bomberos informaron que, al parecer, el muchacho y otro adolescente fueron arrastrados hacia la fuerte corriente cerca de las 6 p.m. Los socorristas descubrieron al otro joven luchando contra el agua y lo rescataron, pero nunca vieron a Mohammed. Ya en la orilla, el grupo informó a los salvavidas que su amigo estaba desaparecido.

Con la ayuda de un helicóptero de policía, los socorristas registraron el área, hasta que cayó la noche, pero no pudieron hallar al joven. Las autoridades creen que fue sumergido por la fuerte corriente. “Estaba muy fuerte y a veces se vuelve profundo con mucha rapidez”, afirmó James Gartland, capitán salvavidas de San Diego, el lunes.

El martes se reanudó la búsqueda y las agencias marítimas utilizaron barcos equipados para barrer el fondo del océano. Un helicóptero también sobrevoló el área en busca del cuerpo, sin éxito. No hay búsqueda prevista para el miércoles.

La familia sostuvo la esperanza de que Mohammed pudiera haber regresado a la costa desorientado y se hubiera perdido, pero esa posibilidad se desvaneció durante el martes.

La madre del adolescente está “desconsolada”, aseguró Attardo, quien asiste a la iglesia católica St. Thomas More, en Oceanside, entidad que durante semanas ayudó a la familia a instalarse en su nuevo hogar.

El condado de San Diego posee una creciente comunidad de refugiados sirios, quienes huyen de la guerra civil que estalló en su país en 2011. Desde 2014, cerca de 1,140 refugiados sirios arribaron a la región. Muchos de ellos se instalaron en El Cajón o en City Heights.

Como muchos otros, Husan al Mustafa y su familia huyeron de su hogar mientras crecía la violencia. “Era muy peligroso vivir en Aleppo”, señaló, mediante un intérprete. La familia fue testigo de “bombardeos y violencia”, y algunos de sus amigos y vecinos fueron asesinados.

Al Mustafa, quien es contador, afirmó que él y su familia escaparon a mediados de 2014 a Turquía, donde pudieron alquilar una casa. Un año más tarde se registraron allí como refugiados. La familia quería dejar Turquía “por Mohammed… Él era muy joven y no podía estudiar allí”.

Después de 18 meses de intensa investigación, se les permitió venir a los EE.UU., patrocinados por la Diócesis Católica de Beneficencia de San Diego. La familia arribó al país el 24 de enero pasado.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

Traducción: Valeria Agis

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