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‘Solo queremos que Hollywood nos escuche’: estudiantes de cine discuten sobre el futuro de su arte

Loyola Marymount University film student Quran Squire edits the sound on his film, “Curiosities of the Quiet Boy.”

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“Moonlight”, una película acerca de la travesía de vida de un hombre negro y gay, ganó el Oscar a la Mejor Película, Mejor Guión Adaptado y Mejor Actor de Reparto. “Fences”, la historia de una familia negra en el Pittsburg de los años 1950, se alzó con el de Mejor Actriz de Reparto. “Hidden Figures”, basada en el relato verídico de mujeres negras expertas en matemáticas que ayudaron a lanzar el programa espacial de la NASA, y “Lion”, acerca de un joven indio que emprende la búsqueda de su familia, estuvieron ambas nominadas a Mejor Película y en otras categorías.

Los premios de la Academia del domingo pasado mostraron claramente un progreso en el reconocimiento de diversas historias y una mejora dramática de la debacle que el año anterior se hizo popular gracias al hashtag #OscarsSoWhite (Oscars tan blancos).

Antonio De Loera-Brust, estudiante, reflexiona sobre el futuro de la industria del cine y la televisión en la escuela Loyola Marymount University

Antonio De Loera-Brust, estudiante, reflexiona sobre el futuro de la industria del cine y la televisión en la escuela Loyola Marymount University

(Allen J. Schaben / Los Angeles Times)

Pero, ¿qué pasa con el futuro de Hollywood? ¿Habrá significado esa noche una tendencia hacia una mayor representación en pantalla, o fue apenas una señal pasajera?

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Para responder esa pregunta, The Times habló con siete estudiantes y graduados de cine y televisión de la Universidad Loyola Marymount, en Westchester. El grupo incluyó a cineastas indios, mexicoamericanos y negros, y a mujeres guionistas de todo el país; todos estudiantes con proyectos marcados por el clima social actual.

Al parecer, los jóvenes ven a Hollywood con una mezcla de optimismo y escepticismo. Advierten más oportunidades en el futuro para la gente de diversos orígenes, pero creen que hay un largo camino por recorrer antes de que el cine y la televisión reflejen el tipo de mundo multicultural en el que viven. “Sólo queremos que Hollywood nos escuche. Queremos contar tantas cosas que enfrentamos en nuestra vida cotidiana; queremos expresar eso a través de nuestro trabajo”, afirmó Varun Chopra, un estudiante de posgrado de 24 años de edad.

Los alumnos son realistas acerca de los obstáculos que les aguardan a las mujeres y las personas de color en una industria tradicionalmente dominada por hombres blancos. “La gente a menudo dice que simplemente hay que salir adelante con el esfuerzo propio, pero antes deben permitirte hacer ese esfuerzo”, dijo el estudiante Quran Squire. “A menudo, ésa es la mayor diferencia: recursos, recursos para personas de color, de bajo nivel económico o de comunidades negras”.

Eden Rousso es una estudiante que sueña con trabajar en una sala de guionistas. Aunque disfrutó de la ceremonia de este año y de los Oscar para los intérpretes negros Viola Davis y Mahershala Ali (también el primer actor musulmán en ganar un Oscar en la historia), se sorprendió por la falta de directoras nominadas y por la necesidad de una mayor diversidad detrás de cámara.

“Hubo mucha más representación negra, lo cual es fantástico, pero hay muchas más etnias que sólo blanca y negra”, manifestó Rousso, de 20 años. “Siento que eso es lo que Hollywood intenta hacer: ‘Pongamos a algunas personas negras aquí, así dejamos de ser racistas”.

Del mismo modo, Chopra cree que la elogiada diversidad de la Academia provino de un intento por salvar la polémica del año pasado, luego del duro golpe de los #OscarsSoWhite.

“Tendremos que ver si no se tratan de nominaciones sólo para este año, sino de oportunidades para que personas de diversos orígenes sigan estando presente en los próximos”, apuntó. “Espero que así sea”.

Mirar más allá de los Oscar y prestar atención a los tipos de historia que este año recibieron luz verde fue aún más importante para la estudiante de guion Octavia Bray.

“La cantidad de oportunidades disponibles para las personas que no son hombres blancos y heterosexuales son pocas”, afirmó. “Pienso que, más allá de reconocer que hay otras historias, la gente que tiene puestos de poder debe decir: ‘Creo que saldré y haré estas cosas’”, expresó Bray, de 25 años.

Los estudiantes hablaron sobre la alta demanda de mayor representación en la pantalla; la popularidad de “Hidden Figures” y su éxito en taquilla fue particularmente alentador. Pero lamentaron la falta de historias latinas, asiáticas y musulmanas.

“Me gustaría alejarme un poco de los Oscar”, afirmó Ashley Marie Ryan, de 25 años. “Aunque no estamos viendo una gran diversidad en el cine, la televisión ha comenzado lentamente a cambiar”.

Ryan, estudiante de guiones para televisión, tiene interés en crear roles con personajes de diferentes tipos de sexualidad, que a menudo no se ven en los medios importantes o convencionales.

“A mí no me satisface el ritmo con el que las cosas están cambiando”, argumentó Bray, también estudiante de dicha carrera. “Me enoja que esperen mantenernos satisfechos con una o dos cosas”.

Interesado en combinar ciencia ficción con un entorno urbano, Squire, de 23 años de edad, tuvo una experiencia inolvidable el año pasado, mientras filmaba en Inglewood. Un niño se acercó a él y le preguntó si era el cineasta Spike Lee. “No tenemos más representantes que él. ¿Quiero ser el próximo Spike Lee para este niño?”, se preguntó retóricamente Squire. “Debemos cambiar esa dinámica”.

Ryan señaló que una de las mayores barreras de Hollywood es su exclusividad. Aunque ha realizado pasantías en empresas como STARZ, la joven cree que su camino hacia la sala de guionistas será difícil. “Para cualquiera de nosotros, crear un espectáculo y ejecutar ese programa de una forma que encontremos significativa puede tomarnos entre 15 y 20 años”, afirmó.

Pero Chopra vio la oportunidad en el “sueño americano”, y la posibilidad de crear trabajo en la plataforma más grande del mundo. Su pasión radica en contar historias sobre temas que a menudo flotan en los márgenes de la sociedad.

La reciente elección de Donald Trump inspiró y desmoralizó a la vez a los alumnos. Chopra tiene fe de que surjan más trabajos innovadores a raíz de la victoria del presidente Trump. Sin embargo, después de la elección, el estudiante de posgrado Antonio De Loera-Brust comenzó a cuestionarse el rol de la narrativa y si hacer películas realmente podría generar el cambio que quiere ver en la sociedad.

Con mucha pasión por temas inmigratorios, De Loera-Brust cuenta en su más reciente cortometraje, “Campito Kids”, la historia de los hijos de un trabajador inmigrante y su lucha por asimilar la escuela estadounidense. Este alumno, de 21 años, se pregunta si debería cambiar el rumbo y dirigirlo directamente hacia temas políticos.

“Mi prioridad para los próximos cuatro años es luchar contra las deportaciones y aquello que gane las elecciones”, afirmó. “Gran parte de la solución no es sólo hacer una buena película. No sé si tenemos que levantarnos como artistas; tenemos que levantarnos como personas”.

En cambio, algunos otros jóvenes son más optimistas con el futuro y se muestran entusiasmados con crear sus obras y contar historias sin las limitaciones que han plagado a Hollywood -libres de restricciones de raza, género y orientación sexual.

Los Oscar no-tan-blancos fueron un buen comienzo, creen ellos. “Pienso que nuestra generación será mejor”, expuso el estudiante Patrick Pittis, de 28 años. “Pero siento que deberemos autodesafiarnos para no caer en las mismas trampas”.

Si desea leer la nota en inglés, haga clic aquí.

Traducción: Valeria Agis

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